La pasada noche del 24 de diciembre, durante la celebración de la Nochebuena, un "bólido rozador" recorrió el cielo de España sobre las 21:06 horas, coincidiendo con el discurso de Navidad del Rey Felipe VI, de acuerdo con la información de ABC y Europa Press.

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Según dichas informaciones, el Observatorio de La Hita, situado en La Puebla de Almoradiel (Toledo), registró el bólido, el cual abandonó la atmósfera terrestre tras recorrer unos 1.200 kilómetros en apenas unos minutos, en los que pudo ser visto por el sudeste, centro y noroeste de la Península Ibérica.


Los detectores con los que cuenta la Universidad de Huelva, instalados en La Hita, captaron el paso del bólido, determinando, según el análisis del profesor José María Madiedo, que se trataba de una roca de 100 kilos de masa.

Al parecer, dicha roca procedía del cinturón principal de asteroides, y se impregnó de fuego al entrar en contacto con la atmósfera de la Tierra, produciendo un hermoso y fugaz fenómeno visual que pudo ser observado desde algunas regiones españolas.

Según explica el profesor Madiedo, el bólido se originó en África, a unos 105 kilómetros de altura sobre la vertical de la localidad argelina de Tiaret. En este punto, empezó su recorrido, por el que fue avanzando lentamente hacia la Península, pasando casi sobre la vertical de Ciudad Real, donde alcanzó su altura mínima (75 kilómetros sobre la superficie terrestre).

Posteriormente, el bólido siguió atravesando el país hasta adentrarse en Portugal, pasando por su zona norte, y volviendo a poder ser observado en España en la costa gallega.

En total, el bólido recorrió una distancia de 1.200 kilómetros, abandonando la atmósfera terrestre cuando sobrevolaba el Océano Atlántico, a unos 100 kilómetros totales de la costa de Galicia.

En este sentido, La Hita ha querido aclarar que las bolas de fuego por impacto de rocas espaciales son comunes, aunque es muy poco habitual que dichas rocas abandonen la atmósfera terrestre para continuar con su trayectoria. Este extraño fenómeno fue bautizado como "bólido rozador", y tuvo lugar la pasada Nochebuena en España.