Javier Gregori
Cadena Sermar, 03 feb 2015 17:35 UTC
Una investigación realizada por un hospital de Dinamarca demuestra que correr más de 4 horas a la semana daña nuestro organismo tanto como llevar una vida sedentaria.
Correr más de cuatro horas a la semana también puede ser peligroso para la salud. Esta es la conclusión de un amplio estudio científico realizado en Dinamarca y que ha publicado el Colegio Americano de Cardiología. Los investigadores han seguido la evolución durante 12 años de un grupo de corredores y otro de personas sedentarias (en total, un millar de individuos) y, al final, se han encontrado que practicar este deporte más de 4 horas a la semana produce el mismo daño a la salud que llevar una vida sedentaria.
RecomendaciónSegún esta investigación, para reducir las tasas de mortalidad, no conviene correr más de dos horas y media por semana.
Como conclusión, este estudio del Hospital Frederiksberg de Copenhague recomienda no correr más de tres veces a la semana y, además, a un ritmo no superior a los 8 kilómetros por hora. Porque
el ejercicio extenuante y prolongado puede provocar daños estructurales en las arterias y el corazón. O dicho de otro modo: este estudio demuestra que correr maratones no es una buena idea para mantener nuestro corazón sano.
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Ya sé que esto va en contra de todo lo que os han dicho anteriormente, pero el ejercicio cardio-aeróbico crónico es simplemente malo para tu salud, punto. Estresa tus adrenales poniéndolas en modo de "pelea o huída", y además de consumirte, también genera gran cantidad de problemas en las articulaciones. Es muy típico de las personas que corren maratones el tener niveles de CPK elevados (creatina fosfoquinasa) en sangre, una señal de daños musculares que se utiliza para detectar ataques cardíacos. El exceso de actividad aeróbica produce sobre-entrenamiento y pérdida muscular, que luego conduce a la reducción del quemado de grasas. El ejercicio aeróbico aumenta la necesidad de oxígeno en tu cuerpo. Corriendo o pasando horas en una cinta o en una bicicleta fija, muchos de estos trabajos aeróbicos son extensos y su efecto general en tu cuerpo es inflamatorio. Gran cantidad de personas han sufrido ataques cardíacos mientras corrían supuestamente por "una salud mejor".
En contraste al ejercicio aeróbico, el entrenamiento de resistencia construye masa magra, pero las implicaciones son muchas más que solo eso. El entrenamiento de resistencia minimiza e incluso revierte la disfunción mitocondrial - nuestra planta de energía. También induce a la biogénesis mitocondrial - un proceso en el que se forman nuevas mitocondrias dentro de la célula, y no solo lo hace en los músculos, sino también en el cerebro, riñón, tejido graso y también en el hígado. ¡Las implicaciones son enormes! Ejercitando nuestros músculos, tenemos el potencial no solo de revertir el envejecimiento y las enfermedades cerebrales que se caracterizan por la disfunción mitocondrial como la demencia, sino que como resulta ser, la disfunción mitocondrial es el último paso de TODAS las enfermedades. De hecho, al producir nuevas mitocondrias, ocurre un remodelamiento de redes completas de estas mismas. Las nuevas mitocondrias se fusionan con las antiguas, conduciendo a la eliminación de las que están dañadas o disfuncionales.
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