(volver a la primera parte)

En la parte I de esta serie de III artículos se describieron algunos hallazgos sobre los mecanismos neuronales implicados en el "lado obscuro del amor romántico", pero ¿Qué pasa cuando el cerebro percibe que el "amor está en el aire"?


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La evidencia en neurociencias indica que una sopa de sustancias químicas entre ellas la dopamina, oxitocina y vasopresina, generan cambios funcionales no sólo en estructuras particulares sino también en la arquitectura cerebral funcional en estado de reposo, así un cerebro enamorado difiriere de uno que tiene "los pies en la tierra" y de los que como la vez anterior vimos se encuentran "gravemente desilusionados".

Cuando un cerebro percibe "que el amor está en el aire", es decir que todo es felicidad mientras piense en la persona que corresponde a su amor, es un ejemplo del denominado amor romántico en el campo de las neurociencias, ese sentimiento que evolutivamente se ha hipotetizado nos permite enfocarnos en una sola pareja, pero ¿Tiene la misma intensidad en todos los cerebros? y ¿Percibirnos completamente enamorados asegura que el amor evolucionará en un profundo apego?, para responder a estas preguntas un grupo de investigadores de las Universidades de Southwest y Ciencia y Tecnología de China, escanearon los cerebros de 100 personas (45 mujeres y 55 hombres) divididos en 3 grupos: enamorados intensamente, ruptura reciente y solteros, empleando la técnica de "Resting State" la cual registra los cambios hemodinámicos que acompañan a la actividad neuronal, durante un periodo en donde se le pide a los sujetos no piensen en nada en particular y que claro no se duerman dentro del resonador, lo anterior con el objetivo de evaluar la conectividad funcional definida como la correlación entre el consumo espontaneo oxígeno entre regiones cerebrales espacialmente diferentes, esta medida describe la relación neuronal entre patrones anatómicos, lo que permite trazar redes funcionales.

Los investigadores encontraron que los sujetos del grupo "enamorados" en comparación con los otros dos grupos (ruptura reciente y solteros) presentaban mayor consumo de oxígeno en dos redes. Una vinculada con el sistema de recompensa y motivación, así como regulación de lasemociones red queincluyó a la corteza del cíngulo anterior izquierda, el área tegmental ventral, el núcleo accumbens, el núcleo caudado y la corteza de la ínsula. Por su parte, la segunda red se relacionó con estructuras cognitivas asociadas a la cognición social en sus componentes de reconocimiento de emociones en expresiones faciales y teoría de la mente, esa capacidad que tenemos para interpretar las intenciones de los otros, esta red incluyó a la corteza parietal inferior, corteza prefrontal ventromedial y ventrodorsal, precúneo y corteza prefrontal medial. Interesante dentro de estas redes es la actividad de la corteza del cíngulo anterior izquierda que podría explicar el por qué cuando se está enamorado, pensamientos intrusivos sobre la persona amada llegan de forma recurrente, lo que nos hace inatentos y sí además tenemos la desgracia de ser correspondidos, esto incrementará y reforzará dichos pensamientos, así como la motivación por estar cerca de dicha persona y experimentar el "rush" (sensación de euforia o placer que se genera después de la administración de ciertas drogas) que se percibe estar cerca de él o ella, pero esto es sólo una parte, toda vez que parecería que sentir un "rush" muy intenso no garantiza a largo plazo una relación estable.

Un equipo de investigadores de China y Estados Unidos en una curiosa investigación sobre la posibilidad de predecir el éxito de las relaciones amorosas a largo plazo, escanearon inicialmente a 18 sujetos (10 mujeres y 7 hombres) perdidamente enamorados, los cuales fueron evaluados 40 meses después donde sólo pudieron contactar a 12 sujetos de los que inicialmente habían evaluado y sólo 6 continuaban en la misma relación. Estos investigadores encontraron diferencias en la actividad cerebral entre los 6 sujetos enamorados que se mantuvieron dentro de una relación versus los que no lo lograron, estas diferencias radicaban en áreas relacionadas con la cognición social y regulación emocional.

En la parte III de esta serie de artículos se describirá con mayor profundidad éste estudio que podría ayudarnos a explicar: por qué algunas personas pueden mantenerse dentro de una relación larga y estable y por qué otras no.
Referencias:

Song, H., Zou, Z., Kou, J., Liu, Y., Yang, L., Zilverstand, A. & Zhang, X. (2015). Love-related changes in the brain: a resting-state functional magnetic resonance imaging study. Frontiers in human neuroscience, 9.

Xu, X., Brown, L., Aron, A., Cao, G., Feng, T., Acevedo, B., & Weng, X. (2012). Regional brain activity during early-stage intense romantic love predicted relationship outcomes after 40 months: An fMRI assessment. Neuroscience letters, 526(1), 33-38.
Continuará...