La calidad, cantidad y composición de las bacterias en el intestino tienen una enorme influencia en su cerebro. El Dr. David Perlmutter explora este fenómeno con gran detalle en su nuevo libro, Brain Maker: The Power of Gut Microbes to Heal and Protect Your Brain-for Life (Creador De Cerebros: El Poder De Su Flora Intestinal Para Sanar Y Proteger Su Cerebro - Por Vida).

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© Desconocido
El Dr. Perlmutter es un neurólogo certificado y miembro del American College of Nutrition (ACN, por sus siglas en inglés). Él también tiene una clínica en Naples, Florida, y ha sido muy activo en publicar sus descubrimientos en revistas médicas revisadas por pares.

Su libro anterior, Grain Brain, encabezó la lista de bestsellers del New York Times durante varias semanas. En mi opinión, el Dr. Perlmutter probablemente es el neurólogo más destacado de medicina natural en los Estados Unidos.

Ciertamente, la mayoría de los neurólogos no tienen en cuenta cómo el estilo de vida afecta los trastornos neurológicos que diagnostican y tratan todos los días, y la prevención es un área de suma importancia ya que todavía no tenemos tratamientos efectivos para muchos de los trastornos cerebrales más comunes.
"Reconocemos de la investigación en nuestras instituciones más respetadas de todo el mundo de que las bacterias intestinales manejan esta poderosa espada de Damocles," dice.

Ellas determinan si tendremos o no un cerebro, si nuestro cerebro va a funcionar bien o no y si nuestro cerebro se va a morir o no. ¿Quién imaginaría que nos estaríamos refiriendo al intestino?"
La investigación del microbioma destruye la noción del reduccionismo

Resulta que esta noción del reduccionismo--donde su cuerpo se reduce a sus partes individuales - es totalmente absurda y completamente errónea. Según lo explicado por el Dr. Perlmutter, todos los sistemas del cuerpo se interrelacionan de una manera que en última instancia causan la manifestación de la salud o la enfermedad.

En una entrevista anterior, el Dr. Perlmutter analizó los factores alimentarios específicos que influyen en su salud cerebral, pero uno de los principales mecanismos de acción que explica cómo "funciona" una alimentación saludable es que estimula, modifica y mejora la calidad de su microbioma intestinal.
"Estos cien billones de bacterias que viven dentro de su intestino están íntimamente involucradas con su cerebro en muchos niveles. Por ejemplo, fabrican neuroquímicos. Cosas como la dopamina y serotonina.

Fabrican vitaminas importantes que son importantes para mantener sano a su cerebro. También mantienen la integridad del revestimiento del intestino," explica.
Esto último es importante porque cuando el revestimiento del intestino se ve comprometido, termina con permeabilidad o fugas del intestino. Esto aumenta la inflamación, que es una piedra angular de prácticamente todos los trastornos del cerebro, desde la enfermedad de Alzheimer hasta la esclerosis múltiple (MS, por sus siglas en inglés) hasta el Parkinson y autismo.
"Realmente tenemos que tratar con él desde cómo prevenirlo," dice el Dr. Perlmutter. "(Debemos) entender lo que en nuestra cultura occidental, especialmente desde la perspectiva de la alimentación, está amenazando la salud de nuestros comensales.

Llamamos 'comensales' a estas bacterias porque comparten la mesa con nosotros. Comemos junto con la bacteria. Básicamente, comen lo que comemos. Nuestras opciones de alimentos tienen un efecto dramático sobre la viabilidad de la salud e incluso la diversidad de las bacterias intestinales."
La investigación muestra que el intercambio de bacterias intestinales podría revertir la diabetes tipo 2 y otras enfermedades

Un investigador en Ámsterdam, el Dr. Max Nieuwdorp, ha publicado una serie de estudios al darse cuenta de los cambios en el microbioma que son característicos de la diabetes tipo 2.

En un ensayo, fue capaz de revertir la diabetes tipo 2 en todos los 250 participantes del estudio al hacerles trasplantes fecales. Tan destacable como suena, al cambiar la composición de las bacterias intestinales, la diabetes se resolvió.

El Dr. Perlmutter ha aceptado esta nueva información con toda su fuerza, e incluso ha ayudado a desarrollar una revista científica revisada por pares,Medicus, que se centra en este tipo de investigación. También están celebrando la conferencia anual a la que se invita a los principales investigadores de microbioma del mundo.

En su opinión, y en la mía, la comprensión y el ajuste práctico y la modificación del microbioma es una parte importante del futuro de la medicina. Hace quince años, pensamos que el Proyecto Genoma Humano (HGP, por sus siglas en inglés) permitiría que la medicina moderna diera un salto a las nuevas terapias basadas en genes que resolverían todos nuestros males.

Eso no sucedió, ya que HGP descubrió que la genética sólo es responsable del 10 por ciento de las enfermedades humanas,1 el resto - 90 por ciento - son inducidas por factores ambientales. Ahora estamos llegando a la conclusión de que su microbioma en realidad es un conductor de la expresión genética, activando y desactivando genes dependiendo de los microbios que están presentes.
"El microbioma intestinal es el 99 por ciento del ADN en su cuerpo y es muy sensible y cambiante dependiendo del estilo de vida, sobretodo de nuestra alimentación," dice el Dr. Perlmutter.

"Hay una hermosa danza que sucede entre las bacterias intestinales y su propio ADN. Las bacterias intestinales en realidad influyeron en la expresión de nuestros 23,000 genes. Piénselo. Los insectos que viven dentro de nosotros cambian momento a momento nuestra expresión del genoma.

Nuestro genoma no ha cambiado a lo largo de miles de años. Pero ahora, de repente, porque cambiamos nuestras bacterias intestinales, cambiamos las señales que van a nuestro propio ADN; ahora con la codificación para incrementar cosas como los radicales libres, estrés oxidativo y la inflamación. Es un jugador de gran alcance en términos de tantos procesos de enfermedades...

Al ser un especialista del cerebro que trata trastornos cerebrales, toda mi carrera he estado frustrado por no tener herramientas muy poderosas para poner en práctica y lograr cambios en las personas que tienen estos problemas. Ahora empezamos a conseguir esas herramientas, y están en el intestino. ¿Quién lo pensaría?

En la escuela de neurología, no estudiamos la composición de las bacterias intestinales y cómo podrían llegar a influir en el cerebro y la ciencia, sin embargo, esto es ciencia de vanguardia.

Esto es de lo que están hablando nuestros investigadores más respetados y revistas revisadas por pares: no sólo las bacterias del intestino están fundamentalmente implicadas en la salud del cerebro, sino que podría cambiar las bacterias del intestino a través de intervenciones - al tomar probióticos y optar por comer alimentos que son ricos en prebióticos y para mejorar el crecimiento de las bacterias buenas - e incluso terapias más agresivas (como los trasplantes fecales)."
Nutra su microbioma y ​​éste lo alimentará

Dos estrategias clave para nutrir y proteger su microbioma es limitar su consumo de antibióticos solo para cuando es absolutamente necesario, y ser prudente en cuanto a los alimentos que consume. Lo ideal es optar por alimentos enteros, crudos, orgánicos y que no sean transgénicos (GM, por sus siglas en inglés), junto con alimentos tradicionalmente fermentados y cultivados. Buenos ejemplos incluyen vegetales de todo tipo, incluyendo chucrut y kimchi, kombucha (una bebida fermentada), y alimentos prebióticos ricos en fibra como la jícama (ñame mexicano), alcachofa de Jerusalén, ajo y diente de león.

Evitar la carne de animales de la operación concentradas de alimentación de animales (CAFO, por sus siglas en inglés) también es importante, ya que los animales criados en estas granjas industriales son criados con antibióticos, lo que también cambia su microbioma. Esta rutina también promueve las bacterias resistentes a los antibióticos que ahora amenazan la vida de decenas de miles de personas que viven en los Estados Unidos cada año. También se ha demostrado que los pesticidas alteran las bacterias intestinales y fomentan las bacterias resistentes a los medicamentos en el suelo y los alimentos, por lo que los alimentos cultivados orgánicamente realmente son la mejor opción.
"Todas estas son opciones relevantes de un estilo de vida que podemos hacer para mejorar la salud y la diversidad de las bacterias intestinales. Eso va a darnos una ventaja para toda la vida en términos de ser resistentes a las mismas enfermedades que más tememos," dice el Dr. Perlmutter.

"La verdadera definición de simbiosis: apoyamos su salud y ellos apoyan nuestra salud. Lo hacemos por los alimentos que comemos. Son, como he dicho, comensales. Compartimos la comida. Los tratamos bien por el de consumir alimentos fermentados que son ricos en bacterias probióticas y alimentos prebióticos que contienen tipos de fibra prebiótica como la inulina y fructooligosacáridos (FOS, por sus siglas en inglés).

Estos nutrientes son los que mejoran el crecimiento de bacterias buenas con múltiples estudios que indican cosas como la pérdida de peso, un mejor control del azúcar en la sangre y menor inflamación... Un estudio que salió apenas el mes pasado muestra cómo los niños con rinitis alérgica y problemas respiratorios tienen mejoras sólo con darles fibra para mejorar el crecimiento de bacterias saludables."
El vínculo entre el microbioma y las enfermedades autoinmunes

La inflamación es una característica de las enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, enfermedad de Lou Gehrig, enfermedad de Crohn y la enfermedad inflamatoria intestinal, sólo por nombrar unas cuantas. Según lo explicado por el Dr. Perlmutter, muchos de los factores que afectan a la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, son similares a los que afectan al intestino, por lo que el intestino permeable podría conducir a enfermedades neurológicas con la misma facilidad, ya que podría manifestarse como cualquier otra forma de trastorno autoinmune.

La permeabilidad de la mucosa intestinal se podría medir observando una sustancia química llamada lipopolisacárido (LPS, por sus siglas en inglés), que es el revestimiento de ciertos grupos de bacterias en su intestino. Cuando tiene los niveles más altos de anticuerpos contra LPS en la sangre, es un indicador de intestino permeable.

LPS también es en sí mismo un poderoso instigador de la cascada inflamatoria. Los niveles más altos de LPS en la sangre aumentan dramáticamente la inflamación en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro. Por ejemplo, la enfermedad de Lou Gehrig y el Alzheimer, ambos están correlacionados de manera espectacular con los niveles elevados de LPS.
"En Brain Maker presenté tratamientos muy agresivos para mantener y restaurar la salud del intestino al usar una variedad de técnicas - desde usar enemas de probióticos hasta incluso ir tan lejos como hacer trasplantes fecales. ¿Y tuvimos éxito? Estamos seguros que sí," dice el Dr. Perlmutter.

"Tengo una historia clínica en Brain Maker de un hombre joven con MS que no podía caminar sin dos bastones y que se sometió a una serie de trasplantes fecales en Europa, y volvió y camina sin ayuda de ningún tipo. Su vídeo está vinculado al libro y está en nuestro sitio. Yo uso el vídeo de este hombre que camina cuando hago conferencias a médicos. Ven esto y se quedan con la boca abierta, porque una vez más, para usted y para mí, esto nunca fue siquiera una consideración en la escuela de medicina...

Si prestaba atención al intestino es porque se haría gastroenterólogo, de lo contrario no habría interés en verlo. Pero resulta que es relevante si es un gastroenterólogo, neurólogo, psiquiatra, especialista en las articulaciones, especialista de la piel o incluso un especialista en cáncer. Tenemos que prestar atención en como nutrir a estas bacterias si vamos a mantener a la gente sana."
Siete claves esenciales para rehabilitar su intestino, desde su nacimiento hasta la muerte

En su libro, el Dr. Perlmutter se enfoca en siete claves esenciales para rehabilitar su intestino desde el nacimiento.

1. Parto vaginal: Haga todo lo posible para evitar una cesárea. Cuando elige tener un niño a través de cesárea - y hay momentos en los que es necesario hacer una para salvar la vida de la madre o el bebé - entienda que, en general, triplica el riesgo de trastorno de hiperactividad por déficit de atención (ADHD, por sus siglas en inglés) y duplica el riesgo de autismo en su hijo. También aumenta dramáticamente el riesgo de que su hijo tenga que luchar con obesidad, diabetes tipo 1 y alergias. Todos estos son problemas inflamatorios que se incrementan de manera espectacular en los niños nacidos por cesárea.

El Dr. Perlmutter describe una técnica simple y elegante desarrollada por investigadores de la Universidad de Yale, en la que una esponja de gasa orgánica se coloca en el canal de parto antes de que a la madre, que va a tener una cesárea, le den antibióticos por vía intravenosa. Entonces se retira la esponja, se administran los antibióticos, y tan pronto como nace el bebé, la esponja se coloca sobre la cara del bebé, para inocular al niño con las bacterias de su madre. Esto podría ser un buen complemento en cualquier momento que se requiere una cesárea. Por desgracia, en la actualidad es poco probable que consiga que su médico lo haga.

2. Lactancia materna: Además de proporcionar los nutrientes más adecuados, la lactancia materna también afecta el microbioma de su hijo a través de la transferencia bacteriana de contacto con la piel.

3. Antibióticos: Cuando su microbioma cambia, ciertos grupos de bacterias tienden a ser favorecidos, tales como el grupo Firmicutes. Cuando está presente en exceso, Firmicutes aumenta su riesgo de obesidad. La investigación muestra que cuando se cambia el microbioma de los animales por usar antibióticos, ellos aumentan en peso. También damos antibióticos al ganado para que engorden más rápido. Lo mismo ocurre en su cuerpo, motivo por el cual evitar los antibióticos innecesarios es tan importante.

Los productos desinfectantes como los jabones antibacterianos y gel para las manos también entran en esta categoría y se deben evitar lo más que se pueda.

4. Azúcar refinada y fructosa procesada: El azúcar y el jarabe de maíz de alta fructosa (HFCS, por sus siglas en inglés) preferentemente aumenta el crecimiento de bacterias patógenas que causan enfermedades, hongos y levaduras, por lo que limitar la cantidad de azúcares refinados y procesados ​​en su alimentación es un calve principio alimentario o para la salud intestinal.

De acuerdo con el Dr. Perlmutter, la fructosa, en particular, promueve la disbiosis intestinal, y también hay una buena correlación entre el consumo de fructosa y los niveles de LPS, el indicador inflamatorio que muestra que su intestino tiene una fuga.

La fructosa también es mucho más agresiva en términos de causar glicación de proteínas en comparación con otros azúcares, lo que significa que los altos niveles de azúcar en la sangre se unen a las proteínas. Esto también se correlaciona con el intestino permeable y podría explicar por qué el consumo de fructosa se relaciona con el aumento de la permeabilidad intestinal y enfermedades inflamatorias como la obesidad.

5. Alimentos transgénicos y pesticidas: Evite los alimentos genéticamente modificados. Como lo señaló el Dr. Perlmutter:
"Sí, hay un peligro claro y presente en la noción de modificar genéticamente los alimentos que compartimos con nuestras bacterias intestinales. Las bacterias intestinales esperan que el tipo de alimento que se les proporciona sea como el de hace un par de millones de años.

De repente, introducimos alimentos que son genéticamente diferentes de todo lo que el microbioma humano había visto. La investigación permite que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) apruebe los alimentos modificados genéticamente sin siquiera considerar los efectos que los OMG provocan en el microbioma humano."
El glifosato, que liberalmente se utiliza en la ingeniería transgénica de los cultivos de Roundup Ready y en muchos cultivos que no son orgánicos y que no son modificados genéticamente, se ha encontrado que también altera el microbioma humano, por lo que los alimentos genéticamente modificados ofrecen un doble malestar a sus bacterias intestinales cada vez que los come.

"Envenenamos la comida que comemos. Si eso no es suficiente, esa es la comida con la que alimentamos nuestro microbioma, que va a determinar si vivimos o morimos", dice el Dr. Perlmutter. "Esto es un motivo de preocupación."


Comentario: Recomendamos leer el Enfoque SOTT: ¿Sufre Usted de inflamación a causa de los alimentos transgénicos?


6. Alimentos Probióticos: Concéntrese en comer alimentos probióticos, como los vegetales fermentados, chucrut, kimchi, kéfir y kombucha (una bebida fermentada). Un amplio espectro de suplementos probióticos también podría ser aconsejable - especialmente si tiene que tomar un curso de antibióticos.

7. Fibra Prebiótica: Consuma mucha fibra prebiótica. No todas las fibras son prebióticas, por lo que no cualquier fibra añejada lograr realizarun buen trabajo. Los alimentos enteros son los mejores. Algunos ejemplos incluyen el diente de león, que podría ser salteado ligeramente, la jícama o ñame mexicano que podría ser picada en crudo y ponerla en su ensalada.

Las cebollas y los puerros también son excelentes opciones. Este tipo de alimentos le permitirá a sus bacterias intestinales que florezcan, que es la clave para la salud, resistencia a las enfermedades y la longevidad.

La salud óptima y la prevención de enfermedades comienza en su intestino

Al hacer nuevas elecciones y seguir las recomendaciones señaladas anteriormente - que no son para nada difíciles - podría rehabilitar a sus bacterias intestinales para que puedan hacer "el trabajo pesado" de prevenir enfermedades y promover la función saludable de su cuerpo y mente.

Para obtener más información, le recomiendo obtener una copia del libro del Dr. Perlmutter, Brain Maker: The Power Of Gut Microbes to Heal and Protect Your Brain for Life(Creador De Cerebros: El Poder De Su Flora Intestinal Para Sanar Y Proteger Su Cerebro - Por Vida). En él también encontrará un montón de referencias de revistas médicas respetadas que podría utilizar para tomar mejores decisiones.

En última instancia, es un magnífico manual sobre como tomar el control de su salud y prevenir y/o tratar muchas enfermedades que son consideradas "incurables" desde el punto de vista convencional, incluyendo la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple.