El triunfo del "No" en el referéndum celebrado este domingo en Grecia para someter a votación el programa de ajustes económicos diseñado por los acreedores del país helénico marca un precedente en la historia contemporánea.

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© REUTERS/ Yannis Behrakis
Nunca antes el Gobierno de un país desarrollado había consultado a sus ciudadanos sobre la posibilidad de someterlos a uno de los estrictos programas de austeridad que suelen recomendar los organismos financieros internacionales cuando las cuentas de un país están en rojo.

Las consecuencias que tendrá esta expresión de soberanía del pueblo griego para su futuro económico y su permanencia en la Unión Europea aún están por determinarse, pero hay quienes ya califican el referendo como una victoria de Grecia y su primer ministro, Alexis Tsipras.

El nobel de Economía, Paul Krugman, escribió en su blog publicado por The New York Times que "Tsipras y (el partido) Syriza alcanzaron una gran victoria en el referéndum y reforzaron su posición para el futuro (...), pero no son los únicos ganadores, pienso que también Europa ganó, o por lo menos evitó mayores problemas".

Además, subraya que "acabamos de ver a Grecia levantarse contra una campaña de acoso e intimidación, un intento de meter miedo a los griegos, no solo para que aceptaran las exigencias de los acreedores sino para que se deshicieran de su Gobierno".

Krugman asegura que este intento de someter a Grecia "ha sido un momento vergonzoso en la historia moderna de Europa y, de haber prosperado, habría sentado un feo precedente".

El experto no descartó ahora la posible salida de Grecia de la zona euro.

"En todo caso la democracia es más importante que un sistema monetario", señaló Krugman.


Comentario: Algo que los del Banco Central Europeo, el FMI y todos los ministros de la zona euro parecen haber olvidado.


Las profesoras de la Universidad de Berkeley, Wendy Brown y Judith Butler, también valoraron positivamente el resultado de la consulta en Grecia.

"El voto de los griegos impresiona, eso exigió valentía y claridad de mente en medio del bombardeo de propaganda y manipulación directa por parte de los partidarios de los europeos y los banqueros efectuado sobre los electores griegos", considera Wendy Brown, reconocida politóloga de izquierda.

Según la especialista, es muy probable que los electores griegos hayan abierto un camino nuevo en Europa y otros países, al decir "No" a las políticas neoliberales, que Brown califica de "odiosas".

Brown supone que esta semana tendrán lugar intensas conversaciones entre Grecia y los acreedores, seguidas de maniobras políticas por ambas partes.

"Sí, la posición griega se fortaleció como resultado del referendo, pero continúa siendo débil en el juego europeo", considera Brown.

Por su parte, Judith Butler, importante filósofa estadounidense e investigadora de política, ética, feminismo y temas de género, considera que los griegos lograron enfrentarse al "chantaje" de los acreedores.

"Hasta donde puedo comprender, la votación griega se tornó una declaración valiente y decidida en dirección al Banco Central Europeo, el FMI y todos los ministros de la zona euro que trataron de amenazar al pueblo griego y chantajearlo para que aceptase un acuerdo que garantizase su pobreza y sumisión", considera Butler.

Otros han sido más expresivos en su evaluación del resultado del referendo griego.

Daniel Albarracín, economista y sociólogo miembro del Comité de la Verdad de la Deuda Pública Griega, considera que el resultado del referéndum celebrado ayer en Grecia con un contundente "No" a las políticas de austeridad que impone Bruselas es "una bofetada democrática en toda regla", con la que un "pueblo valiente" marca "un nuevo camino".

Ahora "se abre un nuevo escenario político lleno de interrogantes", pero también se plantean nuevas preguntas tanto al Gobierno de Syriza como a las instituciones europeas.

De momento, los dirigentes griegos "salen reforzados" de la consulta. Tsipras queda "totalmente respaldado" y ahora hay que ver cómo se traduce este resultado de las urnas.

Albarracín explica que el "No" ha sido tan contundente que "el Eurogrupo se va a ver claramente desautorizado", pero matiza que queda mucho por hacer porque en el norte de Europa triunfa un enorme prejuicio sobre los países del sur, "quizá la legitimidad lograda por Tsipras necesite de un trabajo añadido entre las clases populares de Europa".

El experto cree que la primera reacción de Bruselas será una "contrapropuesta mala", pero "no tan mala como la anterior" con el objetivo de dividir a la dirección de Syriza.

Si Atenas no acepta "habrá castigos financieros de diferente naturaleza" y entonces será cuando "habrá que vender las reformas estructurales y fiscales, las políticas de inversión" porque Tsipras podría tener que empezar a pagar a funcionarios y a pensionistas "con algo que quizás no sea euros, desde pagarés hasta dinero electrónico".

Son preguntas que el Gobierno de Syriza deberá plantearse inmediatamente "en caso de que haya un cortocircuito financiero importante", avanza Albarracín.

El economista explica que entre las propuestas de Syriza estaba la reestructuración de la deuda y el FMI, ante la convocatoria del referéndum, tuvo que recular y planteó la necesidad de una quita.

Pero el modelo de reestructuración puede divergir bastante.

"Uno es el modelo clásico del FMI que son los planes 'trading' de los años 80, que reducen los tipos y alargan los plazos, pero no reducen el principal, o una quita auténtica que modifique el principal en beneficio del pueblo griego y permita su desarrollo", señala Albarracín.

Albarracín asegura que "entre un 70 y un 90% de la deuda griega" es "ilegal e ilegítima", además de ser una carga "odiosa e insostenible".

"Sólo el 10% de la deuda fue empleada para uso de los griegos", denuncia Albarracín que vaticina para estos primeros meses un panorama "francamente difícil".