Europa tendría que haberse acercado a Moscú tras el fin de la guerra fría y no haberlo hecho constituye un "error histórico", opina a Sputnik Nóvosti Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull (URL) de Barcelona.

"Cuando terminó la guerra fría, Europa debería haberse acercado a Moscú, entablar buenas relaciones con Rusia y con todos los países que la rodean", afirma.
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A su juicio, con esta decisión se repitió un "error histórico", ya que de esa unión "hubiese salido una potencia tremenda": "ése ha sido uno de los mayores fallos de la UE", estima el economista.

Europa escogió por el contrario seguir vinculada a Estados Unidos, a pesar de que es un país que "históricamente" ha demostrado que "va a lo suyo, navega en solitario".

"Washington ha demostrado, desde principios del siglo XIX, que va por libre, que se acerca a otro país o potencia solo cuando lo necesita y le interesa", concluye Niño Becerra.