Arabia Saudí, estrecho aliado de Estados Unidos en Oriente Próximo, ha ejecutado este miércoles a cuatro personas, tres ciudadanos saudíes y un sirio, en diferentes lugares del país.
© InternetDecapitación pública en Arabia Saudita
En lo que va de año las decapitaciones públicas dictadas por los tribunales del reino han segado 130 vidas, una cifra récord que coincide con la conmoción internacional que han suscitado las ejecuciones firmadas por las huestes del autodenominado Estado Islámico.
El Ministerio del Interior saudí ha anunciado este miércoles las decapitaciones de tres saudíes. Nawaf al Otaibi, condenado a muerte por asesinar a su padre tras una disputa familia, ha sido ejecutado en la ciudad de Taif, en el oeste del país. Bandar al Ghazim y Abdelaziz Zahrani, sentenciados por sendos homicidios, han perecido en Bisha y Baha, ambas en el sur. Entretanto, el sirio Ezzeddine al Saleh ha conocido la misma suerte en la provincia norteña de Jawf por tráfico de drogas.
Con sus muertes
el número de ajusticiados asciende a las 130 personas desde principios de este año en una escalada que ha pulverizado los registros anteriores. El año pasado 88 personas recibieron la pena capital y en 2013 al menos 64 personas fueron ejecutadas, según Human Rights Watch. La mayoría de las ejecuciones se realizan a través de decapitaciones públicas y en algunos casos el cuerpo mutilado es exhibido. Riad, que defiende el poder disuasorio del brutal castigo, lidera la clasificación mundial de penas capitales junto a China, Irán, Irak y Estados Unidos.
Precisamente ayer Amnistía Internacional (AI) denunció las graves anomalías del sistema judicial saudí y pidió a las autoridades que apliquen una moratoria. En un informe titulado "
Asesinar en nombre de la justicia", la organización advirtió de que el defectuoso sistema saudí "facilita las ejecuciones a una escala masiva". "
En muchos casos, a los acusados se les negó el acceso a un abogado y, en algunos, fueron condenados a partir de 'confesiones' obtenidas mediante tortura y otras vejaciones".
Entre los enviados al patíbulo, figuran además menores de edad y discapacitados.Según AI, al menos 175 personas fueron condenadas a muerte entre agosto de 2014 y junio 2015, lo que supone una persona cada dos días. Además, un tercio de las ejecuciones dictadas desde hace tres décadas se han basado en cargos que no forman parte de los crímenes más graves punibles con pena capital por el derecho internacional. Según el sistema saudí, inspirado en la "sharia" (legislación islámica), se castiga con la muerte el asesinato, la violación, el robo, la apostasía y el tráfico de drogas.
Desde 1985 al menos 2.208 han perdido la vida tras el veredicto de los clérigos saudíes. El 48,5 por ciento de los ajusticiados en la cuna del wahabismo -caldo de cultivo de organizaciones como
Al Qaeda o el autodenominado
Estado Islámico- eran extranjeros que a menudo no tuvieron acceso a un traductor durante el juicio y fueron obligados a firmar documentos -incluido confesiones- que no entendían. AI alerta de que ante la ausencia de código penal, las vagas definiciones citadas en la "sharia" favorecen los fallos arbitrarios y provocan sentencias contradictorias.
"Las afirmaciones de que la pena de muerte en Arabia Saudí se realizan en nombre de la justicia y en consonancia con el derecho internacional no pueden estar más lejos de la verdad. En vez de defender el terrible historial del país, las autoridades saudíes deben establecer con urgencia una moratoria oficial de las ejecuciones y aplicar las normas internacionales sobre juicios justos", suplica Amnistía.
La monarquía absoluta, socio clave de Occidente y líder regional en la coalición internacional contra el IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés), lleva décadas patrocinando y exportando la interpretación más fundamentalista del islam. Sus universidades y escuelas adoctrinan en el wahabismo y las mujeres, privadas de todo, son eternas menores de edad.
Las saudíes no pueden trabajar, conducir, practicar deporte, estudiar, someterse a una intervención quirúrgica, casarse, matricular a sus hijos en un colegio o abrir una cuenta bancaria sin el permiso de un tutor varón.
Comentario: Vamos a ordenar un poco las ideas. EE.UU. es el defensor autoproclamado de la libertad y la democracia en el mundo. En nombre de estos valores han derribado gobiernos, invadido países, aniquilados inocentes, etc. Esto, según ellos, son los daños colaterales inevitables resultado de la "honorable" misión de llevar libertad y democracia a todos los rincones del mundo.
En los 60s, 70s, y 80s EE.UU. (y sus aliados) encabezaron y financiaron decenas de golpes de estados a gobiernos democráticos en Latinoamérica (como el de Salvador Allende en Chile) para llevar una "verdadera democracia" y librar al mundo del peligro del comunismo. También bloquearon a Cuba porque estaba contaminada por el Socialismo y gobernada por un supuesto tirano malvado.
En tiempos modernos los adalides de la libertad y la democracia han derrocado y mandado a la horca al tirano de Saddam Husein en Iraq, eliminado a Kadafi en Libia, cercado durante décadas a Iran, tratado de invadir Siria innumerables veces para derrocar al Presidente Al Assad elegido y respetado por su pueblo (aunque según EE.UU. es un tirano), provocado un golpe de estado a un gobierno democrático en Ucrania (sólo para perjudicar a Rusia),... ¡en fin!... en nombre de los valores supremos que supuestamente defienden han arruinado países enteros, sometido a la miseria a sus ciudadanos, e hipotecado su futuro por décadas.
Tomando en consideración todo esto nos preguntamos: ¿Dónde están EE.UU. y sus socios para proteger los derechos inalienables de libertad y democracia de los ciudadanos Sauditas? ¿Por qué no invade EE.UU. Arabia Saudita para derrocar a sus tiranos que someten a un vejamen extremo a su población, especialmente a las mujeres? ¿Por qué para EE.UU. es "malo" el islamismo de Irán y no el de Arabia Saudita o las monarquías jordanas? ¿Por qué las decapitaciones del Estado Islámico son crueles y malvadas y las de Arabia Saudita no? ¿Por qué EE.UU. no sólo no condena estos actos sino que además considera al país árabe un socio y amigo en medio oriente? ...
La respuesta a todas estas preguntas parece ser simple:
a EE.UU. le importa un bledo la libertad y la democracia, al igual que no tiene realmente nada en contra de un "buen" tirano en tanto éste sea funcional a sus intereses y su agenda.
Para comprender mejor recomendamos la lectura de:
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"El gran negocio de EE.UU.: impulsar guerras y vender armas en Oriente Medio"
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Arabia Saudita despliega 30.000 tropas en la frontera con Irak
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Arabia Saudita: Mentiras y confusión
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"Lo de Yemen es una invasión, donde EE.UU. y la OTAN ocupan un lugar preponderante"
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Agresión de Estados Unidos, Francia y Arabia Saudita contra Irak... y vea además:
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¿Por qué Arabia Saudita sigue practicando decapitaciones públicas?
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En los 60s, 70s, y 80s EE.UU. (y sus aliados) encabezaron y financiaron decenas de golpes de estados a gobiernos democráticos en Latinoamérica (como el de Salvador Allende en Chile) para llevar una "verdadera democracia" y librar al mundo del peligro del comunismo. También bloquearon a Cuba porque estaba contaminada por el Socialismo y gobernada por un supuesto tirano malvado.
En tiempos modernos los adalides de la libertad y la democracia han derrocado y mandado a la horca al tirano de Saddam Husein en Iraq, eliminado a Kadafi en Libia, cercado durante décadas a Iran, tratado de invadir Siria innumerables veces para derrocar al Presidente Al Assad elegido y respetado por su pueblo (aunque según EE.UU. es un tirano), provocado un golpe de estado a un gobierno democrático en Ucrania (sólo para perjudicar a Rusia),... ¡en fin!... en nombre de los valores supremos que supuestamente defienden han arruinado países enteros, sometido a la miseria a sus ciudadanos, e hipotecado su futuro por décadas.
Tomando en consideración todo esto nos preguntamos: ¿Dónde están EE.UU. y sus socios para proteger los derechos inalienables de libertad y democracia de los ciudadanos Sauditas? ¿Por qué no invade EE.UU. Arabia Saudita para derrocar a sus tiranos que someten a un vejamen extremo a su población, especialmente a las mujeres? ¿Por qué para EE.UU. es "malo" el islamismo de Irán y no el de Arabia Saudita o las monarquías jordanas? ¿Por qué las decapitaciones del Estado Islámico son crueles y malvadas y las de Arabia Saudita no? ¿Por qué EE.UU. no sólo no condena estos actos sino que además considera al país árabe un socio y amigo en medio oriente? ...
La respuesta a todas estas preguntas parece ser simple: a EE.UU. le importa un bledo la libertad y la democracia, al igual que no tiene realmente nada en contra de un "buen" tirano en tanto éste sea funcional a sus intereses y su agenda.
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