Según la querella, a través de un suministrador tailandés, Thai Union Frozen Products Pcl, Nestlé importa más de 12.000 toneladas de alimentos para animales elaborados a base de mariscos que vende luego a grandes marcas comerciales en Estados Unidos. Una parte de esa producción se elabora con mano de obra esclava.
Hombres y adolescentes llegados a Tailandia de los países vecinos más pobres, como Camboya o Birmania, se venden a los armadores de los barcos de pesca, que imponen unas condiciones laborales muy peligrosas para la vida de los trabajadores, así como jornadas de trabajo de 20 horas diarias, pagando salarios irrisorios o absolutamente ninguna cantidad, bajo la amenaza de ser golpeados o incluso asesinados, dice la querella."Escondiéndolo al público, Nestlé a conducido de hecho a millones de consumidores a sostener y estimular la esclavitud en esas prisiones flotantes", ha expuesto Steve Berman, uno de los socios del bufete de abogados que ha presentado la querella en California, en un comunicado en el que invita a los usuario de las marcas comerciales de Nestlé a sumarse a la denuncia judicial.
Comentario: Cada uno puede aportar su granito de arena para luchar contra estas multinacionales como Nestle, que no respetan nada, ni la vida ni al mismo tiempo el consumidor. Estas compañías son responsables de muchos males que azotan el planeta. Parar de comprar sus productos es un primer paso.
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