La Península será el principal teatro de operaciones de unas gigantescas maniobras en las que participarán 36.000 soldados de 30 países. Se enmarcan en un aumento de la tensión entre la OTAN y Rusia, con amenazas veladas de ambos bandos y una reactivación de la carrera armamentística. España aportará 8.000 soldados, más de 100 vehículos, 43 aeronaves y 13 buques. El Gobierno todavía no ha explicado el coste de semejante despliegue.
Imagen
© AFP
Este mes de octubre se desplegará en España un ejército de 20.000 soldados. Será uno de los más adaptados a la guerra moderna de la historia: no utilizará grandes masas de tropas, sino que lo integrarán un número limitado de mujeres y hombres muy bien equipados, con armamento de última generación y apoyados por tecnología punta, preparados para aparecer en cualquier parte del mundo en un periodo muy corto de tiempo y asegurar una posición estratégica el tiempo necesario para la llegada de refuerzos.

Se trata de la Fuerza de Respuesta de la OTAN, el cuerpo armado con el que la organización nacida para defender a los socios europeos de EEUU de la expansión del comunismo busca relanzar su rol geopolítico internacional, sin un objetivo definido desde su retirada de Afganistán. Se pondrá en acción por primera vez con unas gigantescas maniobras militares en la península ibérica e Italia que movilizarán a 36.000 militares en total, procedentes de más de 30 naciones. Por el personal y los sistemas de armas de los que harán uso, serán las maniobras más importantes de la Alianza desde la Guerra Fría.

El escenario central será España, donde 20.000 militares se pondrán a prueba en los Centros Nacionales de Adiestramiento de San Gregorio (Zaragoza) y Chinchilla (Albacete), el Campo de Maniobras y Tiro 'Álvarez de Sotomayor' (Almería), el Campo de Adiestramiento Anfibio de la Sierra del Retín (Cádiz) y en las bases aéreas de Albacete, Son San Joan (Palma de Mallorca), Torrejón y Zaragoza. Las Fuerzas Armadas participarán con 8.000 efectivos —la aportación más numerosa entre todos los participantes— 23 carros de combate, 93 blindados, 43 aeronaves (entre ellos 12 Eurofighter) y 13 buques de guerra.

El Gobierno no ha especificado el coste que tendrá para el Estado semejante despliegue de efectivos y material, a pesar de ser preguntado al respecto durante los recientes debates de los Presupuestos Generales del Estado por diputados del grupo de Izquierda Plural.

No debería extrañar el peso del Ejército español en las maniobras, denominadas 'Trident Juncture 2015'. El propio ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha reconocido que "probablemente sea el ejercicio más potente que ha hecho la OTAN" y que servirá para "dar visibilidad" a esta región, "como zona fundamental" para la Alianza Atlántica. No en vano, España será clave en el cambio de estrategia de la OTAN hacia un su ansiado rol de policía internacional: El principal centro de mando del nuevo ejército de despliegue rápido estará en el búnker que se está construyendo en la base aérea de Torrejón.

Además, los soldados españoles efectuarán el primer turno de la "punta de lanza" de este contingente. Será una fuerza especial movilizada en todo momento, "de muy alta disponibilidad" y compuesta por "unos 5.000 efectivos terrestres con apoyo aéreo y naval, que puede intervenir en cualquier teatro de operaciones en un plazo máximo de 48 horas", explica a este medio José Enrique de Ayala, ex Jefe de Estado Mayor del Cuerpo de Ejército Europeo.

Serán los soldados del cuartel de Bétera, en Valencia, los que hagan la primera guardia, durante 2016. "Su misión será enseñar bandera. Antes de una crisis escale y se produzca un conflicto mayor, aparecería ahí una fuerza de la OTAN para disuadir a cualquier posible agresor", detalla en este caso el militar retirado, miembro de del Consejo de Asuntos Europeos de la Fundación Alternativas.