En la capital griega, Atenas, miles de refugiados continúan desbordando a diario el Puerto del Pireo. RT ha estado en uno de los campamentos recogiendo los testimonios de los desplazados.
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© InternetLa tragedia continúa y Europa se niega a asumir la responsabilidad que le cabe por los desplazados
"Siria es un país sangriento. Guerra, guerra y guerra. No hay nada más y nunca acaba", dice Ahmed, uno de los refugiados que se encuentra en el Puerto del Pireo, en Atenas. Miles de personas llegan en 'ferry' desde la isla griega de Lesbos soportando un viaje de 14 horas. Sin embargo, para ellos Grecia es solo el primer paso en su largo camino en Europa. En la céntrica plaza Victoria de Atenas se concentran los traficantes ilegales que ofrecen a los refugiados todo tipo de transportes hacia el norte de Europa, como taxis ilegales, billetes de autocar o de tren. Las ONG estiman que hasta 30.000 personas estarían implicadas en el tráfico de refugiados en el continente. "Viene gente a cada rato y nos ofrecen llevarnos por 2.500 o 3.000 dólares a Alemania, a Austria, Noruega... Adonde queramos", declara uno de los refugiados.


Ante la llegada masiva de refugiados, el Gobierno de Atenas abrió su primer campo, Eleonas, que en el mes que lleva abierto ya ha alcanzado el máximo de capacidad, 750 personas, en su mayoría procedentes de Siria y Afganistán.
Anthi Karangeli, el responsable del campo, dice que "la mayor parte de los desplazados no quieren quedarse en Grecia, quieren marcharse, así que les explicamos que tenemos muchos tipos de solicitudes de asilo y les explicamos los detalles".

Eleonas tiene muchas historias increíbles que contar. La de Bahar es una de ellas. Solo tiene 19 años y viaja solo. Los talibanes mataron a su familia en un atentado terrorista. "Mi familia fue asesinada en Afganistán y desde entonces vivo tremendamente asustado. Yo era un chico normal, un estudiante, pero decidí salir cuando mi familia murió y por eso estoy solo. Allí solo queda guerra y terrorismo. En mi pueblo no hay nada más", dice.

Grecia es solo la primera parada de una aventura que se ha convertido en interminable. Europa es el destino de cientos de miles de personas que huyen de guerras infinitas. La solución está en los despachos de un continente que hasta el momento no ha querido ver ni mirar hacia estos campos atestados de vidas rotas.