Contrariamente a lo que se piensa de forma generalizada de que el cáncer es una cuestión de mala suerte en la vida, ahora un nuevo estudio realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Stony Brook en Nueva York ha demostrado justo lo opuesto. La investigación de este centro revela que el peso de los factores externos en el riesgo de que se desarrolle la enfermedad es de entre el 70 y el 90 por ciento, lo que viene, además, a contradecir a informes anteriores que sostenían que hasta dos tercios de los cánceres se producen a factores aleatorios.
Cancer cells
Concretamente, este análisis publicado en Nature viene a rechazar las conclusiones de otro, publicado a principios de año en Science. Los investigadores muestran que el tumor está más influenciado por factores extrínsecos o del entorno (como la exposición a la radiación ultravioleta) que intrínsecos (como los problemas que puedan surgir en la replicación del ADN), que es la teoría del estudio anterior.


Comentario: Esto es totalmente obvio para aquellos familiarizados con la toxicidad medio ambiental y el rol de una mala alimentación en el cáncer. El que la ciencia convencional publique esto hasta finales del año del 2015 resulta un tanto retrasado, pero al menos es bueno ver un indicio de cambio en el paradigma actual. Al menos ya no se verán tan desactualizados ante un público que cada vez es más consciente del rol de la toxicidad medio ambiental en la salud.


«Sus autores exponían que el cáncer está causado únicamente por factores internos, como las mutaciones de las células, y no externos. Nuestro estudio manifiesta justo lo contrario: que la mayoría de los tumores se deben a factores de riesgo del entorno», explicó ayer el autor principal del nuevo artículo e investigador en esta universidad, Sinc Yusuf Hannun.

Por el contrario, Cristian Tomasetti y Bert Vogelstein, investigadores norteamericanos, asumieron la idea de que la aparición de un cáncer depende del número de veces que las células humanas se dividen. Su investigación, publicada en enero de este año, venía a decir que cuantas más divisiones haya, mayor será la probabilidad de que puedan dar lugar a un tumor.

Según informó Yusuf, la conclusión principal de ese polémico trabajo es que los fallos acumulados en este proceso se debían simplemente a una cuestión de azar, o en sus propias palabras, a la mala suerte, con una posibilidad del 65 por ciento de que esto pudiese ocurrir.


Comentario: Una visión miope que no toma en cuenta el ser humano en su entorno.


Sin embargo, Hannun y su equipo han utilizado datos epidemiológicos y realizado análisis de mutaciones celulares, y los resultados obtenidos demuestran que los factores intrínsecos contribuyen en menos de entre un 10 y un 30 por ciento al desarrollo de este mal, una de las principales causas de mortandad en el planeta. Sin embargo, los factores externos constituyen entre el 70 y el 90 por ciento del riesgo de padecer esta enfermedad.

«Nuestro estudio prueba definitivamente que la mala suerte, es decir, las mutaciones aleatorias que ocurren de forma natural al dividirse las células, no es una explicación suficiente y contrastada para la aparición de un tumor. Por el contrario, los factores extrínsecos tienen una influencia predominante», apuntó el autor de este nuevo trabajo.

En este sentido, Yusuf Hannun consideró que la prevención es la pieza clave en la lucha contra el cáncer e insta a que la población, los Gobiernos y los donantes privados hagan de ello una prioridad.

También apuntó la importancia de que la investigación en este campo se centre en comprender cuáles son esos factores externos que influyen en la patogénesis de los tumores. Ello debe sumarse a un incremento en las medidas de prevención, según el autor.

«En el futuro queremos ampliar el modelo teórico de nuestro estudio para incorporar los efectos de las causas ambientales y entender el desarrollo del cáncer y sus riesgos, así como crear un modelo general que sirva para predecir cómo determinados sucesos en un período temprano pueden influir en el desarrollo posterior del tumor», concluyó el experto estadounidense.