Chapo y Peña Nieto
Joaquín Guzmán y Enrique Peña Nieto
El pasado 8 de enero el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció en Twitter la recaptura de Joaquín Guzmán Loera "El Chapo", luego de fugarse a mediados de 2015. Guzmán es el líder del Cártel de Sinaloa y uno de los hombres más buscados del mundo. En México, la opinión pública hizo de inmediato la conexión entre la recaptura y la situación económica y de derechos humanos para explicar el por qué se daba el arresto en ese momento. ¿Será cierto?

Hagamos un recuento de cómo se encuentra México al momento del tuit "misión cumplida" del presidente para ampliar el contexto y analizar la relevancia de este "golpe al narcotráfico".

La economía


La situación económica en México -así como la del mundo- tiene frente a sí un oscuro panorama que ha sonado la alarma a propios y extraños. A los políticos se les acabaron los discursos optimistas por las reformas estructurales que con bombo y platillo fueron inicialmente anunciadas como el buque insignia de esta administración.

Iniciando el año el precio del crudo mexicano llegó a su nivel más bajo desde abril del 2003, 21.50 dólares por barril, teniendo caídas estrepitosas y llegando a bajar hasta 6.6% en una sola semana. Desde el inicio del sexenio de Peña Nieto en 2012 ha habido un desplome del 78.35% y la picada no parece detenerse aún, provocando reajustes en materia hacendaria, así como llamamientos a "ajustarse el cinturón" que caen como un balde de agua fría para los mexicanos.

Adicionalmente, el enorme empuje de las reformas en México llevó a que el año pasado se aprobara la reforma energética, la cual tiene como principio clave el fin de la responsabilidad total de los hidrocarburos por parte de Petróleos Mexicanos (PEMEX), para abrir paso a la inversión y el saqueo total por parte de empresas extranjeras sobre el crudo nacional. Esto tiene como consecuencia la transferencia de esta riqueza al extranjero.

Por otro lado, el peso, junto a otras monedas emergentes en Latinoamérica y en otras partes del mundo, continúa en declive debido a un "dólar fuerte". El peso está a merced de las tasas de interés definidas por la Fed norteamericana, así como de otras variables temporales y relevantes en su momento para explicar la caída. Tal es la inestabilidad en China o los bajos precios del petróleo. De cualquier modo, con Peña Nieto al frente el peso se ha depreciado en un 38.7% desde 2012 hasta la fecha.

Tan sólo en los primeros 5 días hábiles de 2016 el peso sufrió de nuevo una depreciación, esta vez del 4.03%. Es un golpe importante, considerando que llegó a venderse hasta en 18.20 pesos por dólar el 9 de enero. De esta manera llegó a máximos históricos que preocuparon hasta al gobernador del Banco Central de México. Los esfuerzos por tratar de contrarrestar la depreciación no sirvieron para proteger al peso de las influencias externas, teniendo que recurrir a las reservas internacionales. En su momento, las reservas fueron motivo de celebración debido a lo robustas que llegaron a ser, pero ahora han caído a su nivel más bajo en 21 años.

Derechos humanos

derechos humanos
© Bajo Palabra
Uno de los tantos problemas que sufre México en cuestiones de Derechos Humanos es el de las aprehensiones injustificadas, principalmente a líderes de movimientos sociales. En el 2013 la Organización de las Naciones Unidas, declaró que México encarcela a ciertas personas por cuestiones políticas y no porque realmente hayan cometido algún delito. Tan sólo en el mandato de Enrique Peña Nieto se han contabilizado cerca de 500 presos políticos, 241 provenientes del estado de Puebla.

Tal fue el caso de Librado Baños, líder comunitario que hace 20 años regresó a su pueblo originario de Pinotepa Nacional en el estado de Oaxaca para colaborar con diferentes movimientos sociales. Baños fue detenido el 25 de agosto del 2013 por defender un territorio que se les había retirado para otorgárselo a la cadena de tiendas departamentales Coppel. Hasta la fecha su caso no ha sido resuelto.

periodistas
En todo el mundo los periodistas han sido el blanco principal de los gobiernos cuando estos deciden hablar con la verdad. En los últimos 15 años han sido asesinados 103 periodistas y 25 han desaparecido en México, convirtiéndose en uno de los países más riesgosos para ejercer la libertad de expresión. El caso de Rubén Espinosa Becerril, Nadia Vera Pérez -también conocida por ser activista social- y dos mujeres más, fue uno de los más recientes. Rubén, fotoperiodista de Cuartoscuro y Proceso (una de las únicas revistas críticas que tiene el país), huyó junto con Vera Peréz del gobierno de Javier Duarte de Ochoa en Veracruz, político al que se le conoce por la represión que ejerce en su estado. En lo que lleva de su mandato se han contabilizado 13 periodistas asesinados. El multihomicidio sigue sin resolverse y después de varias indagatorias por parte de la policía, surgieron una serie de contradicciones en los reportes de las autoridades a cargo que no son congruentes con el suceso.

Ser mujer también es un riesgo en el país. Los feminicidios han ido en aumento. La Secretaría de Gobernación declaró el 28 de julio del año pasado a 11 municipios del Estado de México en alerta de género. Tan sólo en el año 2014 ocurrieron aproximadamente 27 feminicidios y en 2015 la cifra supuestamente descendió a 19. Sin embargo, los asesinatos en contra de mujeres en el Estado de México comenzaron mucho antes. Cuando Peña Nieto era gobernador de dicho estado, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos tenía contabilizadas 922 muertes, entre el 2005 y agosto del 2010. A esto asesinatos, el entonces gobernador del Estado de México hizo caso omiso.

feminicidios
Familiares de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez.
La crisis de seguridad en Juárez, ha suscitado que los asesinatos de forma sádica hacía mujeres desde el 2008 hasta la fecha lleve un conteo de 1,024 casos de mujeres asesinadas, de los cuales sólo 631 casos fueron investigados como feminidicios. Esto demuestra que la violencia de género sitúa a México dentro de los 25 países más peligrosos para mujeres en Latinoamérica. Muchos de los casos siguen abiertos, el modus operandi de estos asesinatos sádicos "sigue sin conocerse" y las autoridades se han hecho de la vista gorda.

El caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa fue un evento que tuvo eco en todo el mundo. Los jóvenes normalistas desaparecieron la noche del 26 de septiembre de 2014, en el estado de Guerrero (uno de los estados donde también rige la delincuencia, corrupción e impunidad, sin olvidar que dentro de la región se tienen grandes sembradíos de amapolas y una fuente importante de oro). Los estudiantes eran fervientes activistas sociales. Esa noche fueron interceptados y atacados por la policía federal. Los cuerpos supuestamente fueron encontrados dentro de fosas; incluso se llamó al equipo Argentino de Antropología Forense para identificarlos, mismo que determinó después que ninguno de los cuerpos pertenecía a los estudiantes. Se dijo que los jóvenes estaban en manos de los "Guerreros Unidos," un grupo de narcotraficantes. ¿Pero habrá sido esto más bien una salida fácil para el gobierno? Para ese entonces el alcalde de Iguala José Luis Abarca fue arrestado formalmente. La ONU también intervino y se dice que incluso el FBI formó parte de la investigación. Sin embargo, todos estos "esfuerzos" para rendir cuentas sobre qué ocurrió con los jóvenes no han tenido resolución.

Pese a todos estos sucesos el presidente Peña Nieto en la última Asamblea General de la ONU declaró que México está "comprometido" con los Derechos Humanos y la paz...

La imagen hacia afuera y hacia adentro


Las redes sociales no tardaron en estimar que la captura del capo pudo acelerarse o "coordinarse" debido a estos factores -la mala economía y la pésima imagen en derechos humanos. Pero también deben considerarse otros, como la percepción y popularidad del gobierno hacia afuera y hacia adentro. Por ejemplo, el reportaje del New York Times publicado el 4 de enero, describe al gobierno de Peña como "obstinadamente resistiéndose a tomar responsabilidad", y nombra los casos de la Casa Blanca, el segundo escape de "El Chapo" y el caso Ayotzinapa.

En aparente acción concertada, El Economista también arremetió el mismo día, declarando que la "Crisis en seguridad atenta contra popularidad de EPN". El artículo se enfocaba en el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Ya antes, este mismo periódico, termómetro de empresarios y líderes económicos del país, había hecho énfasis en la "extraña" impopularidad presente también entre los círculos de poder.

Esto no sugiere una correlación directa, es decir una respuesta, entre estos artículos y la captura del capo. Pero sí sugiere la percepción de ciertos círculos respecto al gobierno del estado mexicano.

ayotzinapa amsterdam
Marcha de apoyo a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, en Amsterdam.
Externamente, la percepción mundial en occidente sobre México se centra en la grave carencia en materia de derechos humanos. Múltiples muestras de apoyo en toda Europa, llamamientos del gobierno norteamericano y graves inconsistencias con la investigación, así como una incredulidad generalizada forzaron a las autoridades a reabrir el caso de Ayotzinapa cuando ya lo daban por cerrado. La penosa intervención de Peña Nieto en la ONU, como mencionamos arriba, no hizo nada por cambiar esta situación.

Internamente, desde el inicio de su gestión el actual gobierno ha estado rodeado de escándalos. Peña Nieto es a un presidente impopular, y vale la pena preguntarse ¿qué tanto? Aunque es innegable que las encuestadoras tienen vínculos con la política, es igualmente imposible negar su baja popularidad. Por ejemplo, una encuesta del mismo "El Economista" de 2014 ponía la popularidad del presidente en 51%. Pero para mediados de 2015, otra encuesta de un medio masivo posicionaba su popularidad en 34% entre la ciudadanía. Números muy bajos que, sin duda, provocarían preocupación en la residencia oficial de Los Pinos.

La recaptura

A raíz de la recaptura han surgido una serie de contradicciones:
  1. Peña Nieto informó que fue fruto de un trabajo de inteligencia de varios meses. Sin embargo, la Marina declaró que se llevó a cabo la captura por una "denuncia ciudadana" y una posterior "agresión" a los marinos. Luego, la Secretaría de Marina corrigió y dijo que había hecho el pronunciamiento para que el capo "se confiara" y pensara que se había librado del acoso militar.
  2. No se llevó a cabo la detención en octubre ni en los meses inmediatos posteriores pese a que las autoridades sabían del encuentro del actor Sean Penn y la actriz Kate del Castillo con el capo. Es más, ni siquiera se les interrogó. Después dijeron que era "cuestión de tiempo" y que los mensajes recientemente revelados entre la actriz y el capo habían "ayudado" a su ubicación y detención.
  3. Se menciona en algunas versiones que Guzmán Loera fue aprehendido en un motel. Pero otras dicen que huyó por las alcantarillas, robó dos autos y después fue detenido por la policía federal en un retén.
  4. Otras fuentes dicen que el gobierno pudo rastrear al abogado de "El Chapo" y así fue como lo localizaron.
Pareciera que la narrativa inicial, llena de preguntas, se corrige y se cuadra a posteriori. ¿Dónde hemos visto esto antes?

La relevancia


El arresto le cae de perlas a un gobierno emproblemado en muchos frentes. Su timing fue preciso. Falto de credibilidad hacia adentro y afuera y expuesto a cuestiones fuera de su control, algo tenía que hacer. No pestañeó en usar a su brazo mediático de predilección, Televisa, para montar un verdadero espectáculo digno de Hollywood, que ni siquiera Obama montó cuando "atrapó" a bin Laden. Cual verdadera película de acción, nos presentaron 15 minutos del operativo con el que supuestamente se perseguía a Guzmán. Grabado con las GoPro de los marinos, el video muestra la balacera en primera persona cuando los militares tomaban un edificio. Este nivel de cercanía con los sucesos en la búsqueda de criminales es algo nunca visto públicamente en México.


Como ya hemos apuntado en otro artículo, la captura del capo - al igual que su escape - no representa más que un golpe mediático puesto que, como el mismo detenido afirmó en la entrevista con Rolling Stone, "el tráfico depende de muchas personas". En otras palabras, aparte de su organización, el tráfico depende del trabajo conjunto de bancos, agencias de inteligencia, vendedores de armas, altos funcionarios de la policía y los cuerpos militares, miembros del gobierno y de la alta política. Esto hace del capo una figura, un símbolo, más que un eje central. Si esto fuera serio, ¿no habría un desmantelamiento integral del cártel? ¿No habría una persecución concertada de quienes hacen posible el lavado de dinero - o sea las empresas y bancos?

Y aun no siendo más que una "victoria" para su imagen, el aferramiento a este "logro" representa algo muy pequeño en el panorama amplio de la "guerra contra el narcotráfico". Tampoco ayudará a cambiar las cosas a nivel macroeconómico ni de derechos humanos; no hace falta más que ver la situación global para saber lo que le espera a México, y al mundo.