Washington atraviesa una crisis en dos frentes: el externo, con su pérdida de poder, y el interno, con sus problemas económicos.El analista y exasesor económico de Ronald Reagan,
Paul Craig Roberts, delineó en su nuevo
artículo la situación que atraviesa EE.UU. y que parece llevarlo hacia el definitivo fin de su hegemonía. Desde el plano internacional, el especialista aseguró que cada vez más países
estarán dispuestos a acudir a una alianza con Rusia y China para hacer frente a la amenaza de Washington.
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De esa manera, intentarán evitar ser desmantelados, como ocurrió con Yugoslavia y se repitió en este siglo con lo que el autor definió como
un "fraude" en la política internacional, las incursiones que destruyeron Afganistán, Irak, Somalia y Libia, y que estuvieron a punto de repetirse en Irán y Siria, con la denominada 'lucha contra el terrorismo', si no fuera por la intervención del presidente ruso,
Vladímir Putin.
El frente económicoRoberts, en su artículo 'El siglo XXI: una era de fraude', describió el otro elemento en decadencia de EE.UU. como es el frente económico. Mientras los sectores de poder envían su producción y beneficios a países como China o la India, los ingresos de las familias de clase media sufren una caída de varios años. Incluso, detalló que
la mitad de las personas de 25 años viven con padres o abuelos ante la imposibilidad de encontrar trabajos que les permitan independizarse.Sin embargo, esta y otras falencias son disimuladas con la complicidad de los medios de comunicación, que apuestan a instalar la fantasía de la recuperación económica,
al igual que las agencias oficiales de estadística que mienten, por ejemplo, sobre la inflación y el desempleo. Hay más problemas: la corrupción que regula el sector financiero, el Tesoro y la Reserva Federal.
Esta última, convertida en una herramienta de un pequeño número de bancos, tuvo éxito al crear la ilusión de una recuperación económica registrada desde 2009. ¿Cómo lo hizo?
A través de la impresión de miles de millones de dólares que no se volcaron a la economía sino a los activos financieros.Debido a esta ilusión sustentada desde el Gobierno y los medios, pocos americanos entendieron que no existe recuperación económica y que podrían ser golpeados por una nueva recesión. Por eso, el autor expresó que "el consumidor está agotado, abrumado por la deuda y por la falta de aumento de sus ingresos",
mientras que la "política económica apunta a salvar a un puñado de bancos, no a la economía de EE.UU.".Todo esto se completa con la caída de la producción industrial y su desviación hacia los servicios con la consiguiente menor inversión en salarios.
Un panorama difícil de revertirNo está claro, según Roberts, si EE.UU. podrá aplicar una nueva regulación del sistema financiero y repatriar sus capitales para hacer revivir su economía. En especial, porque el Gobierno, controlado por intereses económicos corruptos,
no se preocupa por las necesidades de la población y solo protege las ganancias de Wall Street. "Hoy, el capitalismo de EE.UU. hace su dinero vendiendo la economía estadounidense y a la gente que dependen de ella", aseguró.
Frente a esta conjunción de factores, para el analista, a menos que EE.UU. destruya al mundo en una guerra nuclear, al caer junto a sus Estados vasallos -como los europeos, Canadá, Japón y Australia- se configurará un nuevo mundo, en el que el Occidente corrupto será solo un componente insignificante.
Y lo consiguen porque las gentes siguen miopes, viendo la realidad completamente desnfocada. No hay mas que leer las noticias o artículos como éste: 'mareando la prediz' para no llegar a n inguna parte.
El problema es que hay un diseño de genocidio contra la Humanidad (lo ha habido siempre) y, o reaccionamos (olvidando lo que nos separa) trabajando por la vida personaly común, o perecemos.
Porque lo que ocurre en USA o lo que esta ocurriendo en Europa, aunque pudiera parecer diferente, es lo mismo: el desarrollo de un plan criminal global.
Han destruido a las personas (que, además, se han dejado destruir: todo hay que decirlo), las han separado (y ellas se han separado) y las han confrontado (y ellas se han confrontado en competitividad y hasta a muerte en las guerras: porque, ¿para qué necesitamos las guerras, para que necesitamos los ejercitos?). Separados, estamos perdidos.
Y además nos han impuesto el dinero: mientras las personas insistan en dejar de ser personas y prefieran su involución a monos down, nunca podrán entender que el dinero es la 'conditione sine qua non' para esclavizar a las gentes.
Mientras las gentes no despierten, entonen su 'mea culpa' y reacciones en consecunecia (desde su mente, su pensamiento, hasta la acción), no hay nada que hacer que no sea morir y desaparecer como genero humano.
Bueno, quizás puedan sobrevivir (habria mejor que decir 'sobremorir') unos cuantos como esclavos-máquinas.
Hay que destruir todo y hacerlo nuevo.