Hace unos años tenía grabada en mi mente una frase que repetía muy a menudo: "la depresión será la epidemia del siglo XXI". No sé muy bien por qué lo decía, pero siempre coincidía en un momento de estrés cuando debía lidiar con adolescentes con actidud narcisista que estaban acostumbrados a salirse con la suya. Acostumbraba, en estos casos, a añadir la coletilla: "la depresión la vivirán todos estos jóvenes que hoy viven como si la vida fuera de color de rosa, que se darán de frente con la cruda realidad".Hoy día, unos años después, leo en muchos medios que el consumo de antidepresivos ha aumentado mucho en los últimos años, en una sociedad cada vez más medicalizada. Para ser más exactos:
en 10 años la población española ha triplicado el consumo de pastillas antidepresivas. También leo que la Organización Mundial de la Salud considera ya
la depresión como una epidemia del siglo XXI. Entre un 10% y un 20% de la población sufrirá depresión a lo largo de su vida.
Expectativas frente a realidadY la OMS indica que el principal motivo se debe a un
desequilibrio entre aspiraciones y realidad, entre expectativas y oportunidades reales. Ello provoca el sentimiendo de
decepción y fracaso por la búsqueda incesante de ideales inalcanzables.
Estas cifras se centran en sociedades desarrolladas en que predomina una gran cantidad de población con un nivel socioeconómico que les permite vivir más o menos bien. Pero, ¿por qué esto ocurre en un entorno en el que aparentemente tenemos mucho al alcance de nuestra mano?
No tiene sentido achacar la aparición de una depresión a un solo motivo. Con toda seguridad
la enfermedad se debe al conjunto de varios factores, desde la pérdida de un ser querido al estrés que ni notamos, pasando por la soledad o los problemas económicos a los que podemos estar sometidos en determinados momentos.
La sociedad de hoy se caracteriza no sólo por un aumento de la calidad de vida de las personas. Esta mejora ha conllevado a la vez dosis elevadas de
competitividad,
rivalidad,
cambios tecnológicos,
rapidez de la información, etc., lo que provoca
niveles muy elevados de tensión.
Hoy también
vivimos (nos hacen vivir) obsesionados con la perfección que nos transmiten los medios de comunicación: belleza externa, riqueza, familia perfecta, etc. La imagen del "ideal" nos persigue de forma constante. Así pues, se desarrollan
niveles elevados de inseguridad y frustración.
Farmacéuticas y depresiónFrente al imparable avance de los casos de depresión y ansiedad,
los laboratorios farmacéuticos se frotan las manos. Ya he comentado antes que el consumo de antidepresivos ha aumentado de forma vertiginosa en los últimos años. Se ofrecen como
solución rápida a los síntomas depresivos.
En un ambiente estresante en el que todo fluye tan rápido, pararse a pensar y a analizar nuestros problemas acontece un esfuerzo en muchas ocasiones demasiado engorroso que no nos permitirá hacer frente a los quehaceres diarios. Porque una pastillita es más efectiva y rápida que un tratamiento a largo plazo con un psicólogo o incluso ejercicios de relajación.
Y lo peor de todo es que
estas pastillas atacan al síntoma, no al origen de la enfermedad. Además de en muchos casos ser adictivas y provocar problemas a largo plazo, van a dejar que la afección quede arrinconada en alguna parte de nuestro cerebro, esperando para volver a aparecer cuando un condicionante externo de nuestra vida nos vuelva a afectar demasiado.
Comentario: La depresión no se debe tomar como algo negativo, como bien decía el Dr. Dabrowski, puede ser un paso importante para una mejor vida.
Como bien lo dice el artículo, en muchas ocasiones es mucho más fácil evadir el problema real y tomar medicamentos, insistimos que ésta no es la solución. Si bien la depresión puede ser algo difícil, es mucho más efectivo llegar al fondo del problema para poder tener una vida plena. Recomendamos al lector que se informe bien acerca de los medicamentos que son recetados para tratar cualquier trastorno mental ya que los doctores no les dirán los efectos secundarios que éstos puedan tener.
El camino de la vida en muchas ocasiones no es fácil, pero si evadimos nuestros sentimientos reales las cosas solo se pondrán peor. La sociedad enferma en la que vivimos actualmente en donde todos estamos condicionados a ser y actuar de una determinada manera, nos pasa la factura después, porque realmente no estamos haciendo las cosas que nos hacen felices.
Es importante darnos cuenta quiénes somos realmente, qué queremos y hacia dónde vamos con una mente abierta y sin prejuicios, viendo siempre las dos caras de la moneda, poniendo todo en equilibro y así aspirar no solamente a
ser algo, sino a ser felices y empáticos con nuestro entorno.
(Recomendamos también el programa de respiraciones Éiriu Eólas para un mejor control del estrés y ansiedad)
Lea también los siguientes artículos sobre la depresión:
Comentario: La depresión no se debe tomar como algo negativo, como bien decía el Dr. Dabrowski, puede ser un paso importante para una mejor vida.
Como bien lo dice el artículo, en muchas ocasiones es mucho más fácil evadir el problema real y tomar medicamentos, insistimos que ésta no es la solución. Si bien la depresión puede ser algo difícil, es mucho más efectivo llegar al fondo del problema para poder tener una vida plena. Recomendamos al lector que se informe bien acerca de los medicamentos que son recetados para tratar cualquier trastorno mental ya que los doctores no les dirán los efectos secundarios que éstos puedan tener.
El camino de la vida en muchas ocasiones no es fácil, pero si evadimos nuestros sentimientos reales las cosas solo se pondrán peor. La sociedad enferma en la que vivimos actualmente en donde todos estamos condicionados a ser y actuar de una determinada manera, nos pasa la factura después, porque realmente no estamos haciendo las cosas que nos hacen felices.
Es importante darnos cuenta quiénes somos realmente, qué queremos y hacia dónde vamos con una mente abierta y sin prejuicios, viendo siempre las dos caras de la moneda, poniendo todo en equilibro y así aspirar no solamente a ser algo, sino a ser felices y empáticos con nuestro entorno.
(Recomendamos también el programa de respiraciones Éiriu Eólas para un mejor control del estrés y ansiedad)
Lea también los siguientes artículos sobre la depresión: