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© Getty ImagesEl pan y las pastas tienen gluten en abundancia
Sarah Cooper era una nueva mamá en sus veintitantos, ocupada entre su familia y su carrera como ingeniera cuando todo se detuvo en su vida.

De repente, perdió toda su energía, desarrolló acné y comenzó a padecer problemas gastrointestinales: hinchazón, diarrea, calambres y estreñimiento. Sus médicos, pensando que algo faltaba a su dieta, le recetaron varias vitaminas, pero ninguna ayudó, de acuerdo con su historia publicada en Health.com.

Después de años de tratamientos fallidos, la suerte de Cooper cambió. Consultó a un médico que sospechó que sufría de enfermedad celiaca, un trastorno autoinmune que puede presentarse a cualquier edad y es causado por una intolerancia al gluten.

El gluten es una proteína encontrada en trigo, cebada y centeno, y en un sinnúmero de productos alimenticios como el pan y la pasta, que contienen estos granos. Gradualmente daña los intestinos de las personas con enfermedad celiaca; evita la absorción de vitaminas y minerales y desencadena una serie de problemas de salud relacionados, que pueden incluir fatiga y daños en la piel, explica Health.com.

Cooper resultó negativa para le enfermedad celiaca, pero el médico le recomendó probar con una dieta libre de gluten, de cualquier modo. "En una semana tras eliminar el gluten, me empecé a sentir marcadamente mejor", dijo Cooper, ahora de 36 años, a Health.com. "No fue un proceso gradual; fue (inmediato) casi como cruzar una calle". La mayoría de los médicos se ha dado cuenta de que algunas personas que no tienen enfermedad celiaca pueden beneficiarse de las dietas libres de (o bajas en) gluten.

De hecho, los expertos ahora creen que la enfermedad celiaca representa solamente un extremo del amplio espectro de la intolerancia al gluten que incluye a millones de personas con menos severas - pero problemáticas - reacciones a esa proteína, señaló el portal. Aunque la enfermedad celiaca afecta a aproximadamente al 1% de la población, los expertos estiman que alrededor de 10% tiene una condición relacionada y pobremente comprendida conocida como intolerancia al gluten no celiaca (NCGI, por sus siglas en inglés) o sensibilidad al gluten.

La intolerancia al gluten de cualquier tipo - incluyendo a la enfermedad celiaca - a menudo no es diagnosticada o es mal diagnosticada debido a que se manifiesta en muchos y confusos modos que pueden desconcertar a los médicos, señala Health.com. Las personas con la enfermedad celiaca y sensibilidad al gluten usualmente sufren de dolores de estómago, gases y diarrea, al igual que las personas que sufren del síndrome de colon irritable.

Los pacientes celiacos también pueden desarrollar dolores de cabeza, hormigueos, fatiga, dolor muscular, erupciones cutáneas, dolor en las articulaciones y otros síntomas, debido a que el ataque autoinmune a la raíz de la enfermedad gradualmente erosiona las paredes del intestino, provocando una baja absorción de hierro, ácido fólico y otros nutrientes que afectan todo, desde la energía hasta la función cerebral, explica Health.com.

Las personas con sensibilidad al gluten algunas veces experimentan estos síntomas también, aunque es menos clara la causa.

La enfermedad celiaca puede ser diagnosticada usando un proceso de dos pasos: Los médicos analizan la sangre de los pacientes para detectar la presencia de anticuerpos atacantes del intestino que se activan con el gluten, y, si estos análisis resultan positivos, ordenan una biopsia (o una serie de biopsias) para buscar daños intestinales; cualquier evidencia de ella confirma el diagnóstico, indica Health.com.

La sensibilidad al gluten, por el otro lado, es un área gris que "carece de cualquier análisis médico definitivo", dice Daniel Leffler, médico y profesor asistente de medicina en la Universidad de Harvard. La gente que está en este grupo, exhibe los síntomas clásicos de la enfermedad celiaca pero no tiene daño intestinal detectable, y sus análisis resultan negativos para ciertos anticuerpos clave.

¿Qué cantidad de gluten es la correcta?

Las personas con enfermedad celiaca deben comprometerse a llevar una dieta absolutamente libre de gluten, ya que comer la proteína puede, con el paso del tiempo, aumentar el riesgo de la persona de osteoporosis, infertilidad y ciertos tipos de cáncer, además de empeorar los síntomas a corto plazo, señala Health.

Algunos expertos dicen que las personas en el extremo menos severo deben sentirse cómodos comiendo todo el gluten que puedan manejar sin sentirse enfermos.

Libre de gluten no significa 'saludable'

Si sospechas que tu cuerpo no puede tolerar el gluten, lo primero que debes hacer es examinarte por enfermedad celiaca. Si el resultado es negativo, intenta con una dieta libre de gluten durante una semana para ver si te sientes mejor, aconseja Leffler. Cortar el gluten es la forma más confiable de determinar si eres, en efecto, sensitivo a esa proteína. Y si eres sensible, es el único tratamiento, señala Health.

Sin embargo, Leffler enfatiza que debes conseguir ayuda de un nutriólogo para asegurarte de evitar las fuentes ocultas de gluten (como la salsa de soya o los aderezos de ensalada), y que no pierdas las vitaminas que proveen los productos de trigo. Aunque se dice que celebridades como Oprah Winfrey y Gwyneth Patrow han dejado el gluten para 'desintoxicarse', no existe nada inherente a la salud en una dieta libre de gluten, señala Health.

Si planeas eliminar el gluten de tu dieta, selecciona más frutas y vegetales, carne magra, y granos naturalmente libres de gluten como el arroz integral, quinua, alforfón, en lugar de simplemente comprar los productos preempacados etiquetados como 'libres de gluten', indica Dee Sandquist, una dietista registrada y vocera de la Asociación Dietética Americana.