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España es el tercer país más defraudador en el ranking de economías sumergidas de la UE-15, con un 23,3% de su PIB, según un informe publicado por los técnicos de Hacienda (Gestha) que también señala la "poca ambición" del Ministerio de Economía y Hacienda en la lucha contra el fraude, ya que "dedica el 80% de la plantilla a la comprobación e investigación de los pequeños fraudes e irregularidades de autónomos, pequeñas empresas y de algún trabajador que haya olvidado alguna partida en su declaración", mientras que el 71% de la evasión la cometen las grandes fortunas y las grandes empresas.

El colectivo de técnicos ha valorado "parcialmente" de forma positiva las previsiones de la Agencia Tributaria de recaudar 10.400 millones de euros este año por actuaciones de prevención y lucha contra el fraude, al considerar que esa cifra supone "dejar impune" el 88,4% de la evasión fiscal anual. Esta "impunidad en la evasión fiscal" ha ayudado a consolidar los comportamientos defraudatorios, a la vez que ha apuntado que la tasa de la economía sumergida española se ha cuadriplicado entre 1998 y 2008.

Por último, Gestha añade que "la caída de las denuncias en los delitos contra la Hacienda Pública en los últimos años demuestran la actitud tímida de la Agencia Tributaria", por lo que insta al Ministerio a elaborar un estudio oficial sobre economía sumergida, a fomentar la creación de una base de datos compartida entre administraciones y a atribuir mayores competencias a los técnicos.

A mediados del mes pasado, el sindicato publicó un documento en el que llamaba a los partidos políticos en campaña electoral a "reducir el fraude fiscal y la economía sumergida" como "medida vital e imprescindible para superar la crisis";

"Incrementar los ingresos fiscales. Impulsar el crecimiento económico. Crear puestos de trabajo y reducir el desempleo. Alcanzar la estabilidad presupuestaria y reducir el déficit público. Todo ello, sin necesidad de aumentar los impuestos y exigir nuevos sacrificios a los españoles".

En este otro informe, se llamaba la atención sobre el principal problema de la economía española: "el profundo descenso de los ingresos tributarios" y el fraude fiscal: "entre los años 2007 y 2010 los ingresos tributarios se han visto reducidos en 41.140 millones". De acuerdo con las estimaciones de Friedrich Schneider -experto investigador en fraude fiscal- sobre el año 2009 para España "la erradicación completa de la economía sumergida supondría un aumento del PIB de dicho año superior a 200.000 millones de euros".