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Conforme se intensifica la crisis de deuda de la euro zona, al menos dos bancos globales han adelantado esfuerzos para instalar sistemas tecnológicos de respaldo que puedan manejar transacciones las antiguas divisas del continente, como dracmas, escudos y liras.

No obstante, los bancos descubrieron que esto no es nada fácil en un mundo financiero que está tratando tanto de exhibir confianza en el debilitado euro, como de estar preparado en caso de su desaparición.

Los gerentes de tecnología de dichos bancos contactaron a Swift, un consorcio belga que administra la red usada en transacciones financieras, dijeron fuentes al tanto. Las entidades querían el soporte técnico de la firma y los códigos de divisas que serían necesarios para establecer los sistemas de respaldo.

Pero Swift se abstuvo suministrar la información necesaria para los planes de contingencia, incluyendo si los viejos códigos podrían ser usados en el sistema, dijeron personas al tanto de la situación. Esto se debe en parte a que los ejecutivos de la firma temen que el dar a conocer esa información alimente las dudas y la inestabilidad en la zona euro, dijeron estas personas.

Este es un revés relativamente menor para los bancos, en momentos en que estudian planes de reacción en caso de varias posibilidades: desde acuerdos de préstamos hasta la seguridad del personal de sus sucursales en caso de que algún país abandone el euro.

También ilustra los obstáculos que los políticos, los bancos y las empresas en Europa enfrentan mientras intentan prepararse para una disolución de la zona euro y a la vez tratan de calmar los temores del mercado.

"Tan pronto como empiezan a establecer planes de contingencia... puede convertirse en algo previsible", dijo Alastair Newton, analista de Nomura PLC. "Pero si las cosas salen mal y usted no tienen un plan listo, tendrá problemas".

Los planes de este tipo se siguen trazando incluso mientras la idea de una desintegración de la zona euro sigue siendo mal vista. La semana pasada, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo que las especulaciones sobre la muerte del euro son "morbosas".

De todas formas, gobierno, firmas financieras y otras empresas han acelerado discretamente sus planes en las últimas semanas para prepararse para el peor de los escenarios.

La Autoridad de Servicios Financieros, la agencia de vigilancia bancaria del Reino Unido, ha enviado cartas a los principales bancos del país preguntando sobre sus niveles de preparación, y un diálogo similar ha empezado en las últimas semanas entre los bancos y los reguladores en Estados Unidos, dijeron fuentes al tanto de la situación.

La Oficina de Extranjería del Reino Unido ha empezado a trazar planes de contingencia para evacuar a residentes británicos en España y Portugal en caso de un desplome del sector bancario en esos países, dijeron fuentes al tanto. Mostrando cautela para no crear pánico, un vocero no dio detalles y sólo dijo que la agencia siempre se prepara para este tipo de escenarios.

En otra señal del creciente nerviosismo, algunas empresas con operaciones en Grecia y en la parte suroriental de Europa han empezado a retirar efectivo de entidades griegas casi de forma diaria (comparado al intervalo usual de dos semanas) como precaución frente a una pérdida repentina de valor si las divisas son revividas, dijo un banquero al tanto de las transacciones de las compañías.

Preparar sus sistemas para que manejen los códigos de las viejas monedas europeas es una forma que tienen los bancos para protegerse de interrupciones significativas de las transacciones en caso de que algún país deje la zona euro de repente.

Las monedas tienen códigos de tres letras, como USD para los dólares estadounidenses, que los bancos usan en una amplia variedad de transacciones, desde operaciones complejas de banca de inversión hasta la transferencia básica de dinero. Los códigos son determinados por la Organización Internacional de Estándares con sede en Ginebra y usados por Swift, que es una cooperativa que formatea y envía órdenes de pagos para unas 10.000 firmas en más de 200 países.

Una pregunta que tienen los bancos, y que no han podido clarificar, es si los códigos de las monedas ya desaparecidas, como GRD para el dracma griego, serán válidos en el actual sistema de Swift.

Un vocero de Swift dijo que la empresa está lista para adoptar las medidas necesarias para mantener la normalidad de las operaciones, pero que no era apropiado "comentar sobre asuntos específicamente asociados con la zona euro".

Si una nueva moneda surge, es manejada por una agencia de mantenimiento afiliada con la Organización Internacional de Estándares. Un vocero de dicha agencia, SIX Interbank Clearing Ltd., dijo que la entidad tiene varios proyectos que observan de cerca "escenarios graves", pero que los planes de contingencia para dichos contextos han permanecido hasta ahora confidenciales.

Una vez que un banco sepa cuál es el código, es relativamente simple instalar un programa para la nueva moneda, de acuerdo con expertos en tecnología. El banco debe después ajustar su infraestructura para el volumen esperado y asegurarse de que la información para los bancos de la contraparte sea correcta. Posteriormente, los sistemas deben ser modificados y probados, dijo un ejecutivo tecnológico de un banco en Londres, un proceso que dura entre una y dos semanas.