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Durante la toma del bastión rebelde en el barrio de Baba Amro, en Homs, el ejército sirio hizo más de 1 500 prisioneros, en su mayoría extranjeros. Entre estos últimos hay una docena de franceses que reclamaron la categoría de prisioneros de guerra dando a conocer sus identidades, sus grados militares y las unidades a las que pertenecen. Entre los prisioneros franceses se encuentra un coronel del servicio de transmisiones de la DGSE [La Dirección General de la Seguridad Exterior, es la agencia de inteligencia exterior de Francia. NdT.].

Al armar a la Legión Wahhabita y proporcionarle información proveniente de medios de vigilancia satelital, Francia ha emprendido una guerra secreta contra el ejército sirio, conflicto que en 10 meses de combates ya ha dejado más de 3 000 muertos entre los militares sirios y más de 1 500 bajas fatales entre la población civil.

Parte de esta información fue revelada el lunes 13 de febrero de 2012, a través del canal 1 de la televisión rusa, por el periodista francés Thierry Meyssan y, posteriormente, en un artículo publicado el martes 14 en el diario Komsomolskaïa Pravda y en un video de Voltaire Network TV.

Francia ha pedido ayuda a la Federación Rusa para negociar con Siria la liberación de los prisioneros de guerra.

La Red Voltaire no ha encontrado elementos que permitan confirmar las afirmaciones según las cuales 120 franceses habrían sido hechos prisioneros en Zabadani. Este rumor parece ser una simple exageración de los datos informados a través de nuestra Red y parece totalmente infundado.

La Red Voltaire se pregunta, por otro lado, de dónde salen los artículos de enviados especiales en Homs que varios diarios franceses han venido publicado en estos últimos días. A pesar de que hace ya una semana que el ejército sirio recuperó el control del barrio rebelde y en momentos en que sólo subsisten allí esporádicos combates urbanos de muy poca intensidad, esos reporteros siguen describiendo una revolución ficticia, escondiendo así la verdad a sus lectores y dando a Alain Juppé la posibilidad de negociar en secreto la devolución de los prisioneros de guerra franceses.

El 17 de febrero de 2012, Nicolas Sarkozy y David Cameron firmaban una declaración común que afirma: «Francia y el Reino Unido subrayan que las personas responsables de los actos de violencia en toda Siria no deben dudar que llegará el día en que tengan que responder por sus actos. Francia y el Reino Unido reafirman su determinación de hacer que se recojan debidamente elementos probatorios sobre los crímenes con el fin de que las personas que ordenaron o cometieron atrocidades tengan que rendir cuentas.»

A falta de obligaciones establecidas a través de tratados pertinentes, la guerra del presidente Sarkozy y su gobierno constituye un acto sin precedente en la historia de la V República Francesa ya que viola el artículo 35 de la Constitución de Francia y constituye un crimen que cae dentro de la jurisdicción de la Alta Corte (artículo 68).