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El valenciano Vicente Cárcel desvela un documento secreto donde el futuro Papa Pío XII muestra su proximidad con los "defensores del orden y la civilización cristiana" pese a la neutralidad oficial del Vaticano.

Las pesquisas del historiador y sacerdote valenciano, Vicente Cárcel Ortí, en los documentos desclasificados del Archivo Secreto del Vaticano siguen dando sus frutos. Cárcel revela en un artículo publicado en "L'Osservatore Romano" la posición del "número dos" de la Santa sede en 1936, y futuro Pio XII, el secretario de Estado Eugenio Pacelli, quien expresó sus "simpatías" hacia quienes defendían en ese momento "los principios del orden y de la civilización cristiana". Así se lee en la correspondencia que a finales de 1936 mantuvieron el enlace de los sublevados con la Santa Sede, el almirante Antonio Magaz, marqués de Magaz, que ya había sido embajador de Alfonso XIII ante el Vaticano, y el futuro Papa Pío XII.

En el artículo de Vicente Cárcel, titulado "La autonomía de "L'Osservatore Romano"", el historiador valenciano revela las quejas del Marqués de Magaz, en una carta del 19 de noviembre de 1936, por el trato que había recibido a nivel político y denunciaba la actitud de algunos periódicos católicos italianos y del mismo "L'Osservatore Romano". El enviado de Franco se lamenta de que el Vaticano "sin duda ofuscado por la tendencia socialdemócrata y separatista de su periódico oficioso".

Posteriormente, el cardenal Pacelli respondió en una carta el 28 de noviembre de 1936 donde expresaba la posición del Vaticano en la que subraya que "es evidente que las simpatías de la Santa Sede no pueden estar sino con quienes defienden los grandes principios del orden y de la civilización cristiana".

Pacelli revela, además, el doble lenguaje del Vaticano respecto a la Guerra Civil española ya que apuntaba que un posicionamiento demasiado claro podría poner en peligro vidas humanas. "Si en su actitud externa, la Santa Sede ha debido observar su habitual prudencia, ha sido para poder salvar, en la medida de lo posible, vidas inocentes, que de otro modo habrían sido sacrificadas por quienes las tenían en su poder", indica.

En la misiva el cardenal Pacelli expresa que "la secretaría de Estado no puede ser considerada responsable de lo que publican los diarios que no son órganos de la Santa Sede y ni siquiera de cuanto publica "L'Osservatore Romano" en su parte no oficial", lo que lleva a Cárcel Ortí a defender la "autonomía" del diario oficial del Vaticano en su artículo. El Vaticano demoró el reconocimiento oficial del gobierno de Burgos hasta mayo de 1938.