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Las lluvias torrenciales en la región montañosa del sudeste de Brasil dejaron al menos 335 muertos por deslizamientos de tierra, una tragedia que se repite periódicamente en el país y que por primera vez afronta la flamante presidenta Dilma Roussef.

En concreto, en los pueblos montañosos de Nueva Friburgo, Teresopolis y Petropolis el número de muertos confirmados son 155, 146 y 34, respectivamente, según informan los medios brasileños.

Los equipos de rescate enviaron helicópteros para buscar a los supervivientes en la remota región serrana, al norte de Río de Janeiro, cuyo estado volvió a ser el más afectado después de que el año pasado las lluvias de esta estación causaran también decenas de muertos en localidades de la periferia de la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos del 2016.

En esta ocasión, las lluvias se produjeron en Teresópolis, una ciudad de 180.000 habitantes enclavada en una zona montañosa a unos 90 kilómetros de Río.

"Es la mayor catástrofe en la historia de la ciudad", fundada en 1891, sostuvo el ministro estatal de Medio Ambiente, Carlos Minc.

"No hubo distinción entre pobres y ricos. Se vinieron todas las casas abajo", ha dicho a la prensa local una mujer que logró escapar del derrumbe en la ladera de un cerro en Teresópolis.

Rescate complejo

Además, en el estado vecino de Sao Paulo, el martes se registraron 13 muertos y todavía hay poblaciones enteras bajo el agua.

Al margen de los fallecidos, hay varias decenas de desaparecidos en Teresópolis, aunque esta cifra también puede aumentar ya que hay áreas que permanecen completamente incomunicadas.

Las imágenes de televisión, tomadas desde helicópteros, mostraban desde barrios enteros sepultados por el lodo, del que asomaban apenas los techos de algunas viviendas, hasta vecinos aislados que pedían socorro agitando prendas blancas.

Las autoridades del estado pidieron ayuda a las Fuerzas Armadas para llegar a algunas zonas de la catástrofe, la primera que afronta Dilma Rousseff, que accedió a la presidencia de Brasil a comienzos de este mes.

La mandataria se comprometió a enviar "toda la ayuda disponible", ha desbloqueado ya unos 700 millones de reales (más de 400 millones de dólares), y visitará este jueves la zona, según han informado a Efe fuentes oficiales.

El año pasado, en el mismo mes de enero, al menos 75 personas murieron en derrumbes ocurridos en diversas zonas del estado de Río de Janeiro, incluidas varias de las que ahora han vuelto a ser sepultadas por el lodo, añade la agencia.

En el año 2010 casi 500 personas murieron por las lluvias en esta potencia emergente, según un recuento del diario Estado de Sao Paulo.