Imagen
© Reuters
Los combates en el este de Libia pueden haber desplazado a decenas de miles de personas e interrumpido gravemente los servicios básicos y el suministro de alimentos, dijo el miércoles la ONU.

El organismo mundial indicó también en un informe que existía un elevado nivel de incertidumbre sobre la actual situación humanitaria en Libia, donde el fin de semana comenzaron a producirse bombardeos aéreos occidentales.

Más de 335.600 personas han huido de Libia, principalmente a Túnez y Egipto, desde que comenzó la crisis.

"La situación de los civiles en y en torno a Ajdabiya, Misrata y otros lugares donde continúan activos los combates sigue siendo una preocupación grave", dijo la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Al menos 45 personas, incluyendo civiles y niños, murieron en combate en la localidad occidental de Misrata, tomada por los rebeldes, el lunes y el martes, y 189 más resultaron heridos, dijo OCHA.

El organismo citó a las fuerzas rebeldes al asegurar que la situación en Misrata era crítica "ya que no hay agua, combustible o electricidad". Las personas que están en localidades que están siendo atacadas pueden necesitar suministros ya que los servicios y las líneas de distribución de comida se han interrumpido, según el informe, realizado por OCHA y otras agencias de ayuda de la ONU.

"Las necesidades médicas en Libia están creciendo debido a los recientes combates y se ven exacerbadas por la escasez de personal médico". "Hay informaciones no confirmadas de que hay además 80.000 desplazados dentro de Libia", dijo.

Varios organismos de ayuda dijeron el martes que los libios carecen cada vez más de acceso a atención médica y a medicamentos básicos, y que los precios de los alimentos se están disparando a medida que el conflicto se prolonga. El líder libio, Muamar Gadafi, dijo que las potencias occidentales que estaban atacando Libia terminarán en el cubo de basura de la historia, mientras sus tropas repelían a los rebeldes pese a cuatro noches de ataques aéreos.

Mientras que las fuerzas aéreas occidentales han impedido volar a los aviones de Gadafi y han expulsado a sus fuerzas de las afueras del bastión rebelde de Bengasi, los insurrectos, desorganizados y mal equipados, no han logrado sacar provecho sobre el terreno.

ACNUR, el alto comisionado de la ONU para los refugiados, también informó de casos de inmigrantes subsaharianas que estaban siendo violadas y secuestradas por libios y de asesinatos a manos de los rebeldes de nigerianos sospechosos de participar en el conflicto como mercenarios de Gadafi.