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El gobierno italiano liderado por Silvio Berlusconi ha anunciado este lunes que el impuesto de "solidaridad" a los contribuyentes más ricos previsto en el plan de ajuste para equilibrar sus cuentas será anulado.

El magnate de las comunicaciones y jefe de gobierno italiano, que había aceptado a mediados de agosto introducir ese impuesto a pesar de que no estaba de acuerdo, ha decidido sustituirlo con medidas para "la lucha contra la evasión fiscal", según ha indicado el gobierno en un comunicado.

La decisión ha sido tomada al término de una reunión entre Silvio Berlusconi y su aliado de la Liga Norte, Umberto Bossi. Los dos líderes políticos han decidido, en cambio, que los parlamentarios van a contribuir con una tasa de solidaridad.

Las modificaciones al plan de austeridad fueron tomadas para aliviar el clima político entre la mayoría conservadora, fuertemente dividida por las medidas.

El gobierno proyecta recuperar 45.000 millones de euros en el 2012 y 2013 con el fin de lograr el equilibrio fiscal en el 2013.

El jefe de gobierno italiano había anunciado la aplicación de un "impuesto de solidaridad" a los más ricos y decidido reducir "los costos de la política", una exigencia de la opinión pública indignada por los privilegios de los parlamentarios y ediles.

Para cumplir con la segunda medida propuso reformar la constitución para reducir el número de parlamentarios, cerca de mil, a la mitad y suprimir las provincias, lo que ha generado fuertes protestas.