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Ráfagas de viento de más de 110 kilómetros por hora (70 millas por hora) impulsaron una tormenta de arena que azotó el lunes las llanuras del sur de Texas.

El polvo que se levantó por las brisas occidentales que anteceden a un poderoso frente frío restringió la visibilidad en Lubbock a unos 8 kilómetros (5 millas) durante toda la tarde, dijo Matt Ziebell, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional.

Eso no fue nada en comparación con la nube de polvo de más de 2.400 metros (8.000 pies) de alto que cruzó la ciudad un poco antes de las 6 de la tarde, dejando la visibilidad entre cero y 400 metros (un cuarto de milla), dijo Ziebell.

Ráfagas de vientos del norte de casi 120 kilómetros por hora (74 millas por hora) empezaron a formar la nube de polvo a unos 160 kilómetros (100 millas) al norte de Lubbock alrededor de las 4:30 de la tarde, agregó.

"Pasó de la luz a la oscuridad en un momento", dijo Alma Williams, quien atiende una tienda en Lubbock. "Nunca había visto algo como esto. De verdad me espantó".


El portavoz de la ciudad de Lubbock, Jeff McKito, dijo que manejaba hacia su casa cuando pegó la tormenta. "Fue espectacular. Todo se volvió oscuro", dijo.

Los controladores aéreos en el Aeropuerto Internacional de Lubbock tuvieron que evacuar la torre y dirigir el tráfico aéreo desde un centro de respaldo a los pies de la torre de control, dijo McKito.

No se reportaron heridos.

La nube de polvo es otra consecuencia de la persistente sequía que se vive en el oeste de Texas, dijo Ziebell.