Traducido del portugués al español por SOTT.net

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Más de 200 políticos, intelectuales, activistas, artistas, gente del arte y la cultura firmaron un manifiesto, el pasado 26 de octubre, para llamar la atención sobre las acciones hostiles de Washington, con el objetivo de impedir la reelección de la presidenta Dilma Rousseff. El documento se ha compartido en las redes sociales. Dice que un posible ascenso al poder de Aécio Neves, del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña), que representa los intereses de los magnates, causará un daño irreparable al país y removerá los obstáculos que hoy impiden la interferencia directa en los asuntos internos del país. Neves desempeñará el papel de instrumento obediente en manos del gobierno de Estados Unidos. Washington está haciendo todo lo posible para lograr que Neves sea electo. Algunas cosas sólo se hacen discretamente; otras son acciones completamente clandestinas.

Se están movilizando todos los recursos publicitarios y de información de la CIA para apoyar a Neves. Cerca de 80 millones de brasileños tienen acceso a Internet, 150 millones son usuarios de teléfonos móviles. Los servicios especiales de EE.UU. conocen muy bien las numerosas técnicas para desestabilizar países. Recientemente, el país fue escenario de "protestas" contra la Copa del Mundo, lo que demuestra que hay fuerzas ya desplegadas en Brasil, listas para ser activadas en el escenario de una "revolución de color" en cualquier momento.

En Brasil no existe ninguna restricción sobre el funcionamiento de las organizaciones no gubernamentales (ONG), y muchas de las ONG que operan en Brasil tienen vínculos directos con el personal de la embajada y los consulados de los Estados Unidos, como con los operadores de la United States Agency for International Development [Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional], USAID. La inteligencia humana se usa para desacreditar las políticas del gobierno de Dilma Rousseff. Esparcen mentiras y desinformación, que pintan al gobierno como ineficaz e ineficiente, por todos los medios disponibles. "Expertos" de la televisión predicen el colapso nacional en el caso de que la actual presidenta sea reelecta. Distribuyen resultados dudosos de "encuestas de intención de voto" que sólo confunden a la gente y complican aún más cualquier visión objetiva de la realidad.

La prensa, utilizada como vehículo de propaganda dedicada a la distribución de "información" de investigaciones que realizan las mismas empresas de noticias, o encomiendan a otras empresas, repiten sin descanso la frase "empate técnico", que da mucho lugar a la manipulación, falsificación y distorsión de los hechos, de los cuales la CIA se sirve para empujar el "liderazgo" en las investigaciones del candidato cuya elección es más importante para EE.UU..

Hace unos años, el mismo fenómeno se observó en México. Enrique Peña Nieto, candidato apoyado por Estados Unidos, se oponía a López Obrador, candidato de las clases populares y partidario de Hugo Chávez. La manipulación y los chanchullos para otorgar la victoria a Peña fueron importantes y a gran escala, y muchos mexicanos todavía dudan de su victoria en las urnas, pero Washington declaró que las elecciones habían sido transparentes y honestas.

Rubens Antonio Barbosa, jefe de asesores para asuntos internacionales de Aécio Neves, es el candidato virtual para el puesto de Ministro de Relaciones Exteriores. Muchos partidarios de Rousseff lo ven como el principal agente de la CIA en Brasil, para influir en el resultado de las elecciones. Barbosa fue embajador de Brasil en Washington, [y autor publicado por el Instituto Milenio] y presidente del Consejo Superior de Comercio Exterior de la Federación de Industrias del Estado de San Paulo. De acuerdo con su orientación pro-estadounidense, habla de "despolitizar la política exterior" y de que Brasil "reconsidere sus prioridades estratégicas en relación con EE.UU. y China."

Tras el pico del escándalo de espionaje, cuando se reveló que la CIa había estado espidando los teléfonos de la presidenta Rousseff, de los miembros del gabinete, comandantes militares y los servicios especiales, y después de que el presidente Obama se negara a pedir una disculpa formal, Brasil pasó a fortalecer sus relaciones con China, su mayor socio comercial desde el gobierno del ex presidente Lula da Silva. Ahora, Barbosa dice que en el caso de que Neves llegue a ser electo, EE.UU. volverá a ocupar la posición correcta (es decir, dominante) en las prioridades de la política exterior de Brasil.

Una de las expresiones más frecuentemente utilizadas por Barbosa ofrece una pista sobre lo que sería la política exterior de Brasil en un eventual gobierno del que éste participaría. Barbosa dijo que la protección de los intereses nacionales ya no será pasiva. Bolivia nacionalizó dos refinerías de Petrobras y el gobierno brasileño no hizo nada para proteger los intereses de Brasil. Neves y Barbosa prometen dar acceso a las compañías petroleras estadounidenses para extraer petróleo de la cuenca continental. El equipo de Neves dice que la política será "pragmática" y absolutamente diferente del enfoque ideológico típico del Partido de los Trabajadores. Y que se "corregirá" la posición de Brasil en temas como la relación con el Mercosur (Mercado Común del Sur, bloque sub-regional), con los BRICS y otros grupos internacionales.

Washington ha realizado muchos esfuerzos en la preparación de las elecciones en Brasil; ahora llega la etapa final. El Departamento de Estado y los Servicios Especiales enviaron docenas de personal experimentado que ha trabajado en varias de estas operaciones, en todo el mundo.

Por ejemplo, Liliana Ayalde, actual embajadora de EE.UU. en Brasil, hizo "un buen trabajo" en Paraguay al contener la propagación de la "ideología populista." Ahora le toca el turno a Brasil.

Los principales agentes de la conspiración contra la presidenta Dilma son empleados de la embajada y consulados de Estados Unidos en Brasil: Alexis Ludwig (asesor político), Paloma Gonsalez (sección económica oficial), Samantha Carl-Yoder (Jefe de Sección Econ / Pol.) Kathryn Hoffman (secretaria política, Consulado General de EE.UU. en San Paulo) y Amy Radetsky (Cónsul Jefe de Asuntos Políticos y Económicos, Consulado General de los EE.UU. en Río de Janeiro).

Basta con mirar el currículo Radetsky para entender que Washington se preparó para una "situación no estándar" en Brasil. En el Departamento de Estado, fue responsable de la supervisión de los eventos en Brasil, para evaluar cómo afectaban las relaciones bilaterales y delinear las políticas de este país. Fue quien supervisaba todos los mensajes que salían de la embajada estadounidense en Brasilia. Poco después, se dirigió a un equipo especial del Departamento de Estado para supervisar el surgimiento y desarrollo de las situaciones de crisis en la región y preparar informes sobre la situación dirigidos al secretario de Estado John Kerry. ¡Ahora fue enviado a Río! ¿Qué crisis habrá traído a Radetsky a Brasil?

El intelectual y político venezolano, Eleazar Díaz Rangel dice que una posible derrota de Dilma sería "un desastre". Los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff mejoraron la vida de decenas de millones en Brasil, que en el pasado vivían sin electricidad. El Partido de los Trabajadores ha iniciado cambios positivos drásticos en el continente sudamericano. Según Rangel, el gobierno de Obama ha movilizado todas las fuerzas de la oposición en Brasil y otros países de América Latina, todo el potencial de las empresas de prensa y agencias de información de Brasil, para evitar la reelección de la presidenta Dilma Rousseff. Se asignaron fondos para asegurar el apoyo al candidato Neves en la carrera presidencial. Círculos financieros y económicos estadounidenses influyentes están involucrados, para ayudar a que Neves sea electo.

¿Conseguirán los brasileños movilizarse, ellos mismos, y evitar el desastre, como lo llamó Eleazar Díaz Rangel? Lo sabremos en una semana.