Un científico de la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU.) sostiene que los agujeros negros no son mortíferos como sostiene la actual teoría del 'cortafuegos', sino creadores de hologramas imperfectos de aquellos objetos cósmicos que entran en contacto con ellos mismos. Por ejemplo, la Tierra.

El científico Samir Mathur, profesor de física de la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU.), sostiene que, tomando como base su teoría de bola de pelusa ('fuzzball'), los agujeros negros no tienen una superficie mortífera y destructiva sino que son creadores de hologramas imperfectos de todos aquellos objetos espaciales con los que entran en contacto sin dejar de existir como antes, informa 'The Daily Mail'.
Black Hole
© NASA | JPL-Caltech

Siguiedo esta propuesta, nuestro planeta podría haber entrado en contacto con un agujero negro y haberse creado un holograma imperfecto del mismo sin que nos hubiéramos dado cuenta. "Ellos ven a los agujeros negros no como asesinos, sino más bien como fotocopiadoras benignas", afirma el investigador Pam Gorder de la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU.).

Esta hipótesis, que alimenta la posibilidad de que el Universo sea en realidad un holograma, se alejaría de la actual teoría y corriente principal que sostiene que los agujeros negros tienen 'cortafuegos' ('firewall') que provocan que todo objeto que entre en contacto con ellos sea destruido.

En 2003 Mathur formuló por primera vez su teoría, que se basa en la de cuerdas y sostiene que los agujeros negros son en realidad 'bolas' de cuerdas cósmicas enredadas. Según el científico, cada agujero negro es un producto único resultante de la materia con la que acaba encontrándose teniendo en cuenta que el material no cae dentro de estos cuerpos sino sobre ellos.