Hablemos hoy de la sincronicidad, o de esos eventos que el destino parece tejer para nosotros por alguna extraña finalidad. ¿Te ha ocurrido alguna vez? Ir de viaje a un país extranjero y que alguien te llame poderosamente la atención, para, dos años después, encontrarte con esa misma persona al entrar en una librería en tu propia ciudad. ¿Por qué no? Y qué ocurre con esas ocasiones en que hay una palabra que no deja de aparecer y rondar en tu mente, cuando de pronto, ves un cartel publicitario donde aparece ese mismo término.

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© Kevin Dooley
¿Qué es lo que ocurre? ¿Quién teje en realidad los hilos invisibles de eso que Carl Gustav Jung acuñó como sincronicidad? Hablemos hoy de ello, pidiéndote además tu colaboración. Si eres una de esas personas que ha experimentado en primera persona una maravillosa "casualidad" o "sincronicidad" del destino, no olvides dejarnos tu comentario para relatarla. ¡Nos encantará conocerla!

Sincronicidades, momentos mágicos

A menudo, suele llamarse a la sincronicidad "momentos mágicos", algo poco aceptado por la ciencia, sin duda, acostumbrada las leyes físicas y la cuantificación de los datos. Generalmente, suele decirse que es necesario saber diferenciar entre casualidad y causalidad. Si yo por ejemplo pierdo mi carnet de identidad en la estación del metro y al día siguiente uno de los operarios me lo devuelve, no ha sido en absoluto una sincronicidad, sino la fotografía del documento en sí y el interés de esa persona por tomarse la molestia en observar a los viajeros que diariamente frecuentan la estación.

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© Landa Grazioli
Es decir, en ocasiones ocurren cosas que nosotros no propiciamos, y que a su vez, no son simples hechos casuales. Gustav Jung hablaba de la simultaneidad de dos sucesos relacionados por algún tipo de razón, pero que a su vez, ocurren de modo "acausal", es decir, sin que existe una "causa concreta" que lo propicie. Además, para el famoso psiquiatra suizo, la sincronicidad podría deberse a estos relevantes factores:
  • El poder de las emociones y de la "psique".
  • La unión de un escenario con un cerebro vivo (en la actualidad esto vendría contextualizado por la física cuántica).
  • La existencia de un inconsciente colectivo que nos mantendría unidos a todos de algún modo que no comprendemos, pero que a su vez, tiene mayor relevancia a través de los sueños y mediante los arquetipos. Es decir, la humanidad dispondría de un tipo de sabiduría común y universal, accesible solo de modo inconsciente.
  • Jung se basó también en parte de la filosofía oriental para validar sus ideas, ahí donde la causalidad se rige por una especie de predestinación o unión sensorial de la que todos formamos parte.
¿Cómo ser conscientes de las sincronicidades?

Según Jung, para acceder a ese inconsciente colectivo o esa sabiduría que todos tenemos pero a la que no le prestamos atención, deberíamos en primer lugar, ahondar en el mundo de nuestros sueños, en sus símbolos y arquetipos. A su vez, teorías "más espiritualistas" que aceptan conceptos como la predestinación y la causalidad, nos indican una serie de ideas que nos pueden acercar un poco más a estas ideas:
  • Las personas deberíamos ser más conscientes del "aquí y ahora", y además, ser más receptivos ante todo lo que nos rodea, a nuestras emociones, a nuestras sensaciones... Solo así crearemos una apertura a la sincronicidad.
  • Hay personas que "sienten"que en algún momento dado algo repentino e importante va a ocurrir. Puede ser bueno o puede ser malo. Son pequeñas intuiciones que a menudo, vienen antes de que se suceda esa sincronicidad.
  • Una sincronicidad es algo siempre significativo y que no ocurre por azar, no hay nada que pueda explicarlo por muchas razones que busquemos. ¿Un ejemplo? Te levantas un día y no haces más que pensar en un amigo de tu infancia. Han pasado muchos años, tu vives en una ciudad diferente, sin embargo, justo cuando vas a coger el autobús, te sientas al lado de una persona que resulta ser ese amigo de la infancia. ¿De qué manera podríamos explicarlo?
  • Muchas personas dan relevancia al tema de los números. Días en que sin saber muy bien por qué, tenemos una cifra en la cabeza. ¿Son quizá mensajes que nos envía ese inconsciente colectivo que deberíamos aprender a interpretar?
  • Existen también las llamadas sincronicidades vinculadas y en cadena. ¿De qué se tratan? Básicamente de hechos no causales que se suceden uno tras otro. Son muy poco frecuentes pero quien los ha vivido explica que se obtiene un conocimiento más profundo sobre el sentido de la vida.
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© Craig
Para concluir, a día de hoy no existen teorías científicas, claras y concluyentes que nos permitan demostrar que el destino o la sincronicidad existan. Es una tendencia, una idea que algún que otro físico, como Wolfgang Pauli, uno de los fundadores de la física cuántica, intentó explicar en su momento. No obstante es una idea que siempre suele gustar y que te hemos traído en esta ocasión a modo de curiosidad, esperando como siempre que nos des tu opinión.