El cáncer, actualmente es tan común que afecta a uno de cada dos de nosotros y la mayoría se enfrenta a él en algún momento de su vida, ya sea personalmente o a través de algún amigo o familiar. Investigaciones convincentes indican que la respuesta a nuestra creciente epidemia de cáncer podría estar más cerca de lo que hemos imaginado, en la forma de una dieta cetogénica.

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Personalmente, creo que esta es una faceta completamente crucial en la prevención del cáncer y su tratamiento, para cualquier tipo de cáncer que se padezca, y con suerte, algún día será adoptada como la principal forma de tratamiento por la medicina convencional.

La dieta cetogénica pide eliminar los carbohidratos, a excepción de los vegetales sin almidón, y reemplazarlos con altas cantidades de grasas saludables y cantidad adecuada de proteína de alta calidad.

La premisa es que, dado que las células cancerígenas necesitan glucosa para desarrollarse y los carbohidratos se convierten en glucosa en el cuerpo, disminuir el nivel de glucosa en la sangre a través de la restricción de carbohidratos y proteína literalmente mata de hambre a las células del cáncer. Además, el consumo bajo de proteínas tiende a minimizar la vía mTOR que acelera la proliferación de las células y disminuye la cantidad de un aminoácido particular, la glutamina, la cual también es conocida por desarrollar ciertos cánceres.

Este tipo de alimentación es el que recomiendo para todas las personas, tengan cáncer o no, ya que ayuda a pasar de un modo de quema de carbohidratos a una de quema de grasa, lo cual le ayudará a optimizar su peso y a prevenir prácticamente todas las enfermedades degenerativas.

La Dieta Cetogénica - Un Excelente Acercamiento a la Prevención y al Tratamiento del Cáncer

El Dr. Dominic D'Agostino es profesor asistente en la University of South Florida College of Medicine.

Da cursos sobre farmacología molecular y fisiología, y participa en varios estudios que investigan los tratamientos metabólicos para los desórdenes neurológicos, como ataques epilépticos, Alzheimer, ALS y cáncer - todos los cuales están relacionados con el metabolismo.

Inició en este campo en el 2007 cuando la Oficina de Investigacion Naval financió su estudio sobre la relación de los ataques epilépticos con la toxicidad del oxígeno experimentada por los buzos de Navy SEAL, que utilizaban un dispositivo de respiración de circuito cerrado. En este momento, se encontró con la dieta cetogénica, la cual se ha confirmado como un tratamiento efectivo para la epilepsia y una variedad de trastornos convulsivos. "Me encontré con el trabajo de Thomas Seyfried", dice.
"Encontré una gran cantidad de evidencia que sugería que el cáncer era único de forma metabólica. Genéticamente, era muy heterogéneo. Hay una gran variedad de anomalías genéticas diferentes en las células de cáncer, pero una característica común era que tenían un fenotipo metabólico ubicuo, que era glucolisis aeróbica.

Incluso en la presencia de oxígeno, se mostró que las células cancerígenas seguían bombeando lactato, lo que sugiere que alimentan su metabolismo del exceso de consumo de glucosa.
Desde mi perspectiva, la única razón por la que las células cancerígenas bombearían lactato y obtendrían su energía de la glucosa, a un índice tan alto, sería porque están comprometidas metabólicamente por una deficiencia mitocondrial". Una cantidad creciente de investigaciones sugiere que la mayoría de los cánceres responden bastante bien a la cetosis terapéutica - un estado psicológico inducido durante un tiempo prolongado con baja glucosa. La cetosis nutricional involucra la restricción de carbohidratos para reducir la disponibilidad de glucosa. Restringir los carbohidratos también disminuye la producción de cuerpos cetogénicos del hígado.

Casi todas las células normales tienen la flexibilidad para adaptarse fácilmente al uso de cuerpos cetónicos como combustible, en vez de glucosa, pero las células cancerígenas no tienen esta flexibilidad metabólica. Por lo tanto, mueren efectivamente de hambre mientras que el resto de las células funcionan aún mejor que antes. Otro Componente Clave para la Prevención y el Tratamiento del Cáncer: Restricción Calórica
Cuando se restringen los carbohidratos, se evita alcanzar el máximo de azúcar e insulina en la sangre y de IGF-1. Estos aumentos favorecen bastante la inflamación y pueden activar oncogénes (genes que contribuyen a la conversión de una célula normal a una cancerígena) y mejorar la proliferación de las células de cáncer y el proceso metastásico.

Pero hay un punto clave: mientras que la restricción calórica reduce estos aumentos, no tendrá un mayor impacto en los niveles básicos de glucosa en la sangre, a menos de que también se restrinjan las calorías y el consumo de proteína. Para la prevención y el tratamiento del cáncer, la restricción de carbohidratos debe estar combinada con una restricción de calorías y una restricción moderada de proteínas, para "matar" efectivamente a las células cancerígenas a falta de su combustible preferido (glucosa y glutamina).

"Pienso que la dieta cetogénica es una muy buena estrategia para que la restricción calórica sea tolerable", dice el Dr. D'Agostino. "Porque cuando el cerebro desea azúcar en particular, y, digamos por ejemplo, usted inicia una dieta de restricción calórica, pero es alta en carbohidratos, aún hay fluctuación en la glucosa de la sangre. Su cerebro atraviesa estos periodos intermitentes de carencia de glucosa y a usted le da mucha hambre. No es una sensación agradable.

La cetosis nutricional, la cual ocurre con la restricción de carbohidratos y mejora con la restricción calórica, logra un cambio fisiológico forzado, de un metabolismo basado en la glucosa, a un metabolismo de ácidos grasos y cetona. Cuando el cuerpo está, digamos, adaptado a la cetona, el metabolismo de energía del cerebro es más estable y el estado de ánimo también se estabiliza.

Podría tomar algunas semanas para adaptarse fisiológicamente a esto. Pero la cetosis nutricional puede mantenerse y sustentarse con la restricción de carbohidratos y mejorar con la restricción calórica.

La cantidad total de calorías debe restringirse, así como la proteína. La proteína es gluconeogénica. Hay aminoácidos gluconeogénicos en la proteína. Si, por ejemplo, si su consumo diario de proteína es de dos o tres gramos por kilo, probablemente se introducirá a través de la vía gluconeogenética y contribuirá a la glutaminolisis. Será difícil vaciar las reservas de glucógeno, necesarios para crear la cetogénesis al hígado".
¿Cuál Es la Cantidad Recomendable de Proteína?

En resumen, para mantener y sostener la cetosis nutricional, se deben disminuir los carbohidratos y la proteína. Pero, ¿qué cantidad de proteína es suficiente, o demasiada?

Como menciona anteriormente el Dr. D'Agostino, consumir dos o tres gramos de proteína por kilogramo de peso corporal - lo que es entre 100 y 300 gramos de proteína al día, para algunas personas - es una sobrecarga enorme. Sin embargo, muchos fisicoculturistas consumen esta cantidad y también muchas personas que no son atletas.

La industria del fisicoculturismo ha promovido la idea de que se necesitan toneladas de proteína para desarrollar músculo, pero, según explica el Dr. D'Agostino, si restringe la proteína y reemplaza la proteína perdida y los carbohidratos con grasas saludables, la elevación de cetonas en la sangre tendrá un efecto anticatabólico o moderado en proteinas.
"Le ayudará a mantener la masa corporal magra y el desempeño físico durante un déficit calórico. Es por esto que la dieta cetogénica es una estrategia efectiva para perder peso y mantener el músculo, especialmente si se complementa con ejercicio o algún tipo de actividad física", dice.
Sin embargo, se debe considerar la meta final. El propósito de un fisicoculturista al embarcarse en una dieta cetogénica es diferente al de alguien que tiene cáncer o un trastorno convulsivo. En el último caso, deberá ser más estricto al reducir la proteína para lograr y mantener la cetosis.

Personalmente, me intriga el concepto que promueve uno de mis mentores, el Dr. Ron Rosedale, quien aboga por la restricción de proteina a un gramo por kilo de masa corporal magra. Generalmente, para alguien como yo, eso es alrededor de 50 a 70 gramos de proteína al día.

La razón por la que promueve tanto esto es debido al efecto estimulante de la proteína (específicamente los aminoácidos de cadena ramificada) en el objetivo de la rapamicina en los mamíferos (mTOR) - una vía que parece ser altamente responsable de la patología vista en el crecimiento del cáncer.

Cuando se reduce la proteína a sólo lo que el cuerpo necesita, mTOR se mantiene inhibido, lo cual ayuda a reducir las probabilidades del crecimiento cancerígeno.
"Estoy de acuerdo en que mTOR es una señal importante una vez que se tiene cáncer", dice el Dr. D'Agostino. "El aminoácido leucina es un activador poderoso de la vía mTOR, y estimula la síntesis de la proteína músculo esquelética. Ahora, si una persona saludable consume bolos de leucina [un aminoácido de cadena ramificada], digamos, cinco gramos un par de veces al día, lo cual hacen muchos fisiculturistas y atletas, ¿puede esto ayudar al desarrollo del cáncer?

Esta es una pregunta interesante que he estado investigando. Estamos a punto de iniciar un estudio donde administramos grandes cantidades de aminoácidos de cadena ramificada en un modelo metastásico de cáncer.

En mi opinión, los aminoácidos de cadena ramificada, que activan mTOR, no son contraproducentes en una persona saludable. No incrementan la susceptibilidad al cáncer e incluso pueden prevenir el desgaste del músculo (por ejemplo, caquexia) relacionado con el cáncer".
La 'Carne' de la Dieta Cetogénica - GRASAS

La mayoría de las personas que siguen una dieta cetogénica inadvertidamente restringen sus calorías sin obtener los beneficios metabólicos del déficit de calorías, el cual involucra una reducción de glucosa en la sangre, insulina y triglicéridos. La razón de esto es que no reemplazan los carbohidratos (ni la proteína) que han eliminado con altas y suficientes cantidades de grasas saludables.
"Paradójicamente, cuando se consume más grasa, la grasa de la sangre disminuye, debido al déficit de calorías, y el HDL [llamado colesterol 'bueno'] aumenta. Casi todas la personas que he visto que llevan una dieta cetogénica alta en grasas tienen mejores niveles de HDL", dice el Dr. D'Agostino.
Ahora, cuando decimos que aumentan la grasa, no hablamos de la grasa común que consume la gente, la cual es principalmente aceites vegetales altamente procesados y que están llenos de grasas omega-6, o las grasas trans que encontramos en las papas fritas y en las donas. Hablamos de grasas de alta calidad como aguacate, mantequilla, aceite de coco, nueces de macadamia y aceitunas.

Este tipo de grasas, las cuales el Dr. Rosedale considera metabólicamente neutras, debido a que no tienden a desencadenar señales hormonales como leptina, insulina o la vía mTOR.
"Creo que pueden utilizarse muchas de estas grasas para reemplazar la proteína. Y las grasas hacen que se ahorre mucha proteína, reduciendo la necesidad de ésta", dice el Dr. D'Agostino.
Tenga en cuenta que mientras que la dieta cetogénica tradicional le indica comer bastantes productos lácteos, éstos pueden ser problemáticos y podrían evitar muchos de los beneficios de salud que se obtienen de una dieta cetogénica como la descrita por D'Agostino y Seyfried. La lactosa es un azúcar hecho de galactosa y glucosa que se encuentra en la leche, y representa entre el 2 y el 8 por ciento del peso de la leche.

Estos azúcares adicionales pueden ser problemáticos si desea perder peso o tratar el cáncer, aunque provengan de fuentes orgánicas sin procesar. La grasa de los lácteos es aceptable (por ejemplo, la crema agría, mantequilla, etc.), pero los alimentos altos en proteína o en lactosa deben evitarse o minimizarse.

Por Qué Deseamos Transformarnos En Quemadores de Grasa

El cuerpo puede quemar dos tipos de combustible: grasa y carbohidratos. Según mi cálculo, sospecho que el 99 por ciento de las personas que viven en Estados Unidos se han adaptado a quemar carbohidratos como su combustible principal. Es importante entender que si el cuerpo está adaptado a quemar carbohidratos, se es bastante inflexible, en cuanto al metabolismo.

Sin fracasar , el cuerpo pedirá comida a gritos cada dos o tres horas. Sin embargo, este tipo de punzadas de hambre desaparecen cuando el cuerpo se adapta a la grasa. Entonces, se puede pasar todo el día sin sentir hambre, ya que se tiene mucha más grasa que glucosa para quemar como combustible.

Entonces, ¿cómo se logra el cambio metabólico?

En mi experiencia, el ayuno intermitente, cuando se restringe gradualmente el periodo de tiempo durante el cual se consumen alimentos a alrededor de seis u ocho horas al día, es una de las formas más efectivas para hacer esta transición.
"Creo que desde un punto de vista práctico, la pregunta importante es: ¿qué es lo que seguirá la persona? Desde mi perspectiva, el mayor obstáculo es que lo hagan; que cumplan con una estrategia alimenticia que hará que la restricción calórica sea viable y posible. Y, como sabe, la restricción calórica, una alimentación alta en grasa y el ayuno intermitente es una forma de lograrlo", dice el Dr. D'Agostino.
Sin embargo, no es lo ideal para todos. Como regla general, se contraindica el ayuno intermitente si:
  • Es un atleta avanzado
  • Está embarazada
  • Padece de estrés suprarrenal
  • Tiene un bajo índice de masa corporal (< 19)
El Tratamiento Hiperbárico Funciona Sinérgicamente con la Dieta Cetónica Contra el Cáncer

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El Dr. D'Agostino publicó recientemente un ensayo en la revista PLoO One, titulado "The Ketogenic Diet and Hyperbaric Oxygen Therapy Prolong Survival in Mice with Systemic Metastatic Cancer".1 (La Dieta Cetogénica y la Terapia Hiperbárica de Oxígeno Prolongan la Sobrevivencia de Ratones con Cáncer Metastásico Sistémico). La mayoría de las personas que mueren de cáncer es debido a un proceso metastásico, y no a un tumor.

No hay tratamiento o cura para el cáncer metastásico. El equipo del Dr. D'Agostino ha demostrado que la dieta cetogénica por sí misma puede extender la sobrevivencia de los modelos animales con cáncer metastásico, pero recientes investigaciones han demostrado que, al combinarse con la terapia hiperbárica de oxígeno, tres veces a la semana, se obtiene un efecto significativamente mayor.2
"El crecimiento del tumor se reduce significativamente, disminuye el tamaño del tumor y la vida se prolonga significativamente cuando se logra la cetosis terapéutica a través de la dieta cetogénica en combinación con el tratamiento hiperbárico de oxígeno", dice.

"Los tumores se desarrollan en un ambiente con poco oxígeno. Conforme crece el tumor, excede su capacidad de suministrar oxígeno al centro del tumor. El nivel bajo de oxígeno, llamado hipoxia, activa a los oncogénes; genes que promueven el cáncer. Activa cosas como el HIF-1-alpha y VEGF. La señal del IGF-1 aumenta. El tratamiento hiperbárico de oxígeno puede revertir intermitentemente la hipoxia del tumor. Al hacer esto, puede eliminar la oncogénesis. Se han publicado reportes al respecto.

... [E]l tumor se desarrolla en un ambiente bajo en oxígeno y está adaptado a éste. Cuando satura el tumor con oxígeno, debido a que la mitocondria está dañada, produce grandes cantidades de radicales libres de oxígeno en la forma de anión superóxido. Este aumento de radicales libres inducido a través del oxígeno puede ocasionar que el tumor se elimine a sí mismo".

Cómo Determinar Si Está En Estado de Cetosis


Para determinar si se está en estado de cetosis, puede comprar medidores de cetona y glucosa en la sangre. Los puede encontrar en la mayoría de las farmacias. También están disponibles en Amazon.com. El Dr. D'Agostino recomienda el Precision Xtra de Abbott Labs. Sus tiras para el examen de cetona se llaman Precision Xtra. Las tiras para el medidor de glucosa generalmente cuestan 50 centavos cada una, mientras que las tiras de cetona se encuentran entre $3 y $6 cada una.
"Otra opción es el medidor CardioChek. Este es un medidor interesante, porque puede medir la glucosa, las cetonas, HDL, LDL, triglicéridos y varias cosas más".
Al medir la glucosa y las cetonas, se puede monitorear su respuesta a una intervención nutricional y luego ajustar sus calorías e índices de macronutrientes para lograr que el cuerpo llegue a lo que el Dr. D'Agostino llama la "zona metabólica". La zona metabólica se define como una hipoglucemia (55-75 mg/dl) con un alto índice de cetonas en la sangre (>2 mM).
"Si puede lograr una hipoglucemia a través de la restricción de carbohidratos y calorías y elevar simultáneamente las cetonas en la sangre, hace que la hipoglucemia sea tolerable", explica. "Las cetonas reemplazan la glucosa como la principal fuente de energía para el cerebro. Básicamente, si pudiera mantener una cetosis terapéutica con una dieta cetónica adecuadamente balanceada, mantendría optimizado el metabolismo del cerebro y se previenen las fluctuaciones en el estado de ánimo y en los niveles de energía."
Conforme se implementa la dieta cetogénica, puede revisar sus niveles de glucosa y cetonas una vez a la semana, en caso de que las tiras para las pruebas sean demasiado costosas como para examinarse más frecuentemente. Generalmente, si la glucosa en la sangre se mantiene en 75 o menos con la restricción calórica, hay bastantes probabilidades de que esté en una cetosis nutricional, que es lo que queremos lograr.

Si está en cetosis, según la evidencia de cetonas en su orina, probablemente ha logrado vaciar la reservas de glucógeno en el hígado. Esto significa que mantiene un bajo índice de glucosa en la sangre, lo cual es bueno. Lo que impulsa la cetogénesis hepática son los bajos niveles de de glucosa en la sangre y los bajos niveles de glucógeno en el hígado, lo que significa que se ha vaciado el glucógeno de su cuerpo.

El cuerpo no generará las cetonas adecuadas (>2 mM) ni se filtrarán a su orina a menos de que haya logrado ese nivel de agotamiento de glucógeno. Así que recuerde, cuando sus niveles de cetonas en la sangre estén a 1-3 mili molar (mM) será un buen biomarcador de cetosis nutricional.

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Más Información

Aunque el Dr. D'Agostino no trata pacientes, tiene bastantes recursos que ofrecer a cualquier persona que le interese saber más. Si usted tiene cáncer, puede llevarle esta información a su oncólogo para que la revise. Para todas las demás personas, la dieta cetogénica es una excelente forma de optimizar su salud y prevenir enfermedades crónicas de todo tipo. He aquí algunos libros y páginas de internet útiles donde puede obtener más información:
  • KetogenicDietResource.com.3 Un amigo del Dr. D'Agostino mantiene esta página. Aquí también puede encontrar un manual de la dieta cetogénica para pacientes con cáncer llamada Fight Cancer with a Ketogenic Diet (Combata al cáncer con una dieta cetogénica)
  • La página del Dr. D'Agostino KetoNutrition.org4 contiene una gran variedad de recursos terapéuticos para pacientes
  • Miriam Kalamian, EdM, MS, CNS ofrece servicios de consulta de dietas cetogénicas para pacientes con cáncer. Si desea información, vea dietarytherapies.com5
  • El libro, Cancer as a Metabolic Disease: Origin, Management, and Prevention of Cancer (El Cáncer como una Enfermedad Metabólica: El Origen, Manejo y Prevención del Cáncer) de Thomas Seyfried
  • >
  • El libro, The Cantin Ketogenic Diet: For Cancer, Type I Diabetes & Other Ailments (La dieta cetogénica de Cantin: para el cáncer, diabetes tipo 1 y otros males) de Elaine Cantin, describe específicamente una dieta cetogénica sin lácteos
Y, por último, pero no por menos importante, ketoresearchchem.com6 es un recurso para científicos interesados en las investigaciones sobre la cetona. Tenga en cuenta que los suplementos de cetona que se ofrecen son estrictamente para su investigación y NO están disponibles para su venta a los pacientes con cáncer.

La Dieta Cetogénica para la Salud Óptima y la Prevención de Enfermedades

Creo firmemente que la dieta cetogénica puede ser una estrategia tremendamente benéfica para optimizar su salud y prevenir las enfermedades y como plan de tratamiento, incluso para el cáncer. Actualmente, es una línea principal de tratamiento bien establecida en contra de muchos trastornos convulsivos.

La mayoría de las células del cuerpo tienen la flexibilidad metabólica para utilizar grasa o azúcar como combustible, pero las células cancerígenas no pueden utilizar grasa (cetonas) para sobrevivir - necesitan glucosa y un ambiente bajo en oxígeno.

En la década de los 30, el Dr. Otto Warbung recibió el Premio Nobel por descubrir que el azúcar es el principal combustible de las células cancerígenas.

El "Efecto Warburg" en las células cancerígenas es la base de la tomografía por posición de positrones (18-FDG PET), una técnica médica de escaneo para ver el cáncer. Los oncólogos han ignorado esta información vital durante más de 80 años y no la utilizan de forma terapéutica, lo que, en mi opinión, es una negligencia reprobable... Así que muchas personas sufren sin necesidad, ya que no tienen acceso a esta simple estrategia terapéutica nutricional, la cual, en pocas palabras, aprovecha la diferencia metabólica intrínseca entre las células sanas y las cancerígenas.

El cuerpo tiene un depósito limitado de azúcar, almacenado en forma de glucógeno, generalmente en los músculos y el hígado. Estos depósitos de glucógeno se vacían en 12 horas más o menos, y cuando esto sucede el cuerpo tiene que comenzar a quemar grasa. Esto es parte de lo que hace que el ayuno intermitente sea tan benéfico, pues al no comer durante 12 a 18 horas o más cada día, el cuerpo cambia a la modalidad de quemar grasa.

Mientras que el hambre frecuente es el problema más grande de la mayoría de las personas que dependen de la quema de carbohidratos para obtener energía, las personas que queman grasa pueden pasar todo el día, o varios días, si es necesario, sin alimentos, ya que la mayoría de nosotros tenemos suficiente grasa para utilizar como combustible.

Mientras que la mayoría de las personas aún pueden consumir algunos carbohidratos, en conjunto con una cantidad moderada de proteína de alta calidad, aquellas personas con cáncer deben ser mucho más estrictas. Los pacientes con cáncer necesitan combinar una dieta cetogénica con la restricción de calorías para lograr vaciar su almacenamiento glucosa, lo cual matará efectivamente de hambre a las células cancerígenas.

Investigaciones recientes tambien muestran que añadir un tratamiento hiperbárico de oxígeno reducirá dramáticamente el crecimiento del cáncer y reducirá los tumores. En definitiva, no puedo encontrar ninguna desventaja de comer de esta manera, por lo que lo recomiendo ampliamente para todas las personas.