Detrás de estas fotografías de familias, cuántos caminos, dramas y cuántos pasos para llegar finalmente a un muro.


La ONG Save the Children y el fotógrafo Pedro Armestre recopilan imágenes y testimonios de familias sirias a ambos lados de la frontera
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© Pedro Armestre

"Aún se despiertan asustados por el ruido de las bombas"
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© Pedro Armestre (Save the Children)
Souleiman y Fatya tuvieron que dejar Siria en compañía de sus hijos Jamal, de 8 años, Almas, de 6, Merna, de 5 y Rajaf, de dos años. La familia permanece en Nador (Marruecos) a la espera de una oportunidad para poder pasar a Melilla. Desde que salieron de Siria, hace un año, los niños no han vuelto a pisar una escuela. Sus padres cuentan cómo los pequeños han vivido el viaje, atravesando Turquía, Argelia y Marruecos, con miedos y tristeza. "Todavía se despiertan asustados por el ruido de las bombas", cuentan. La ONG Save the Children exige al Gobierno español que tome un papel activo en la crisis de refugiados y facilite el acceso de estas familias que se encuentran bloqueadas en Marruecos a través de la expedición de visados humanitarios en el consulado español de Nador.

"Escogimos la ruta de Melilla por miedo a cruzar el mar hasta Turquía"
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© Pedro Armestre (Save the Children)
"Escogimos la ruta de la frontera sur hasta Melilla porque teníamos miedo de cruzar con los niños el mar entre Turquía y Grecia". Adlah Alahmad, de 25 años, y su marido Mohammed Amin Shiz, de 31 años, sobreviven en Nador (Marruecos) con sus dos hijas, Fatima, de 7 años, y Yasir, de 6 años. La familia huyó de Siria perdiendo todos sus bienes y ahora esperan poder entrar en Melilla. Para poder cruzar el control, las mafias se aprovechan de la desesperación de los sirios y les ofrecen pasaportes marroquíes al precio de 1.000 euros. Diversas familias han explicado a Save the Children cómo están endeudadas y han tenido que elegir quién pasa primero de sus miembros a Melilla, dejando a otros en Nador.

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© Pedro Armestre (Save the Children)
"Estamos arruinados"

Khlam tiene 31 años y es de Kobani (Siria). Esta mujer permanece en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti) de Melilla junto a sus dos hijos, Mohammed, de 4 años y medio, y Rokach, de un año y dos meses. Su marido está en Nador (Marruecos) buscando trabajo. "Nos hemos quedado sin dinero, lo hemos gastado todo en el viaje, estamos arruinados", explica esta mujer. En total, esta familia ha gastado ya más de 10.000 euros desde que salieron de Siria hace un año y medio. Save the Children denuncia que muchas de estas familias se han visto forzadas a separarse porque, en el momento del cierre del paso fronterizo entre Marruecos y España, unos miembros se han quedado en un lado o en el otro

Dos años desde que salieron de Siria


Mohammed posa con sus tres hijos (Rasia, Yaser y Chams) de 11, 10 y 9 años en Nador (Marruecos). Esta familia siria espera en esta ciudad fronteriza la oportunidad para cruzar a Melilla. La madre, Fátima, ya está en la ciudad autónoma. Han ido pasando de manera escalonada y previo pago a las mafias que operan en Marruecos. Hace dos años que salieron de Latakia (Siria) y quieren llegar a Bélgica.Save the Children denuncia que no hay políticas específicas para defender los derechos de los niños refugiados, los que más están sufriendo esta crisis.
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© Pedro Armestre (Save the Children)

"En España solo queremos estar de paso"

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© Pedro Armestre (Save the Children)
"Mi mujer, Yomana, ya está en Melilla. Ha sido la primera en cruzar la frontera. Ahora nos toca a Mohammed, mi hijo, y a mí", explica Nidal en Nador (Marruecos). Este hombre, comerciante, tuvo que abandonar Siria. "En España solo queremos estar de paso, nuestra intención es empezar una nueva vida en Alemania", continúa. Un millar de sirios esperan en Nador y Beni Enzar para poder pasar a Melilla, la mayoría de ellos son niños.

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© Pedro Armestre (Save the Children)
Escogieron la ruta de la frontera sur por ser la más barata

Hamami, de 46 años, y su marido, Mansour, de 48, forman un matrimonio palestino que hace dos años tuvieron que huir de Latakia (Siria). Tienen dos hijos más, mayores de edad, uno está en Alemania y otra en un campo de refugiados en Jordania. Escogieron la ruta de la frontera sur por ser la más barata. Han gastado en torno a 6.000 euros desde que salieron de su país, hace un año. En Melilla están con su hijo Abdelkarim, de 12 años.

"Buscamos un futuro para nuestros hijos, lejos de las bombas"

Batuja y Faruk son hermanos y refugiados sirios. El marido de ella está en Turquía muy enfermo y la mujer de él en Siria, sin poder salir. Los hermanos y sus hijos de corta edad permanecen en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti) de Melilla. "Nosotros emprendimos los primeros el viaje, queremos reunirnos todos en algún lugar de Europa. Solo buscamos un futuro para nuestros hijos, lejos de las bombas. Escogimos la ruta de la frontera sur de Europa por ser la más barata. El camino ha sido muy penoso, nos han tratado muy mal".
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© Pedro Armestre (Save the Children)
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© Pedro Armestre (Save the Children)
"Nuestra hija nació en Marruecos, de camino a España"

"Nuestra hija nació en Marruecos, de camino a España", cuentan Mohammed, de 25 años, y Rania, de 19 años. "Salimos hace dos años de Siria porque las bombas destrozaron nuestra casa. Hemos perdido a muchos familiares. Si no hubiese sido por la guerra, jamás hubiésemos huído, allí vivíamos bien".

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© Pedro Armestre (Save the Children)

"Lo hemos perdido todo, estamos durmiendo en un parque"

Ridchuan, herido de la guerra en Siria, su mujer Nadia y su hijo Mohammed, es otra de las familias sirias que permanecen en Nador (Marruecos). Salieron de Siria hace dos años. "Yo trabajaba como comerciante. Lo hemos perdido todo, y ahora estamos durmiendo en un parque. Apenas tenemos recursos para dar de comer a nuestro hijo".