Ximena Moro recibió dos dosis de la vacuna del VPH en noviembre del 2012 y mayo de 2013 y a partir de ese momento comenzó su calvario y el de su familia. A la joven le fue diagnosticada miositis, una inflamación de los músculos que se usan para mover el cuerpo y parece ser que no recibió tratamiento adecuado, según ha relatado la familia y allegados.
En un comunicado de prensa difundido por Alicia Capilla, la presidenta de AAVP, se indica:
Su muerte nos indigna por varios motivos. En primer lugar, porque Ximena ha padecido efectos adversos que no se han vinculado con la vacuna del VPH [así lo cuentan en un comunicado desde la asociación de afectadas por esta vacuna en México], a pesar de estar recogidos en la ficha técnica y en las base de datos de notificaciones de reacciones adversas de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y VAERS (sistema norteamericano de notificaciones de reacciones adversas a las vacunas).La AAVP ha trabajado durante muchos años recopilando información de jóvenes afectadas para que se investiguen sus casos y en los últimos meses la ha trasladado a la EMA. A pesar de ello
En segundo lugar, porque nos consta que la secretaria de Salud de México tenía constancia de este caso al igual que la Agencia Europea del Medicamento. La AAVP envió a la EMA el pasado 19 de octubre una base de datos de más de 300 casos de jóvenes afectadas de España, Colombia, Francia y México que han sufrido efectos adversos tras recibir las vacunas del papiloma.
En tercer lugar, porque la madre de Ximena nos envió los datos de su hija para que su caso se investigara, así como otras muchas madres lo han hecho, quedando registrado como 'caso 6′ en la base de datos de afectadas Mexicanas, pero es evidente que NO ha servido para nada".
la única respuesta que hemos obtenido es que el beneficio riesgo de la vacuna sigue siendo favorable. Pero es evidente que el riesgo existe y que el balance beneficio riesgo siempre será favorable mientras no se quieran reconocer las reacciones adversas que se producen y que paradójicamente ya están registradas en las fichas técnicas así como en las bases de datos de las agencias de farmacovigilancia", argumenta Capilla.El caso de Ximena no es un caso aislado, otras muchas familias están viviendo este mismo calvario y viven aterradas pensando que su hija puede ser la próxima víctima. Pero esto parece no interesar a las autoridades sanitarias, como hemos denunciado, la Agencia Europea NO investiga las al menos 352 notificaciones de posibles muertes notificadas en relación con las vacunas del papiloma.
Los gobiernos de numerosos países - incluso el español- son enfáticos en negar que la vacuna esté produciendo los síntomas que estas jóvenes padecen, declarando que todo se debe a enfermedades psicogénicas y sociogénicas, que desde el punto de vista de las numerosas asociaciones de afectadas que hay en todo el mundo (Dinamarca, Escocia, Inglaterra, Chile, por no citar las de países ya mencioandos) es completamente insostenible.
Desgraciadamente ha muerto otra niña más y nos preguntamos cuántas más tendrán que hacerlo y cuántas más tendrán que padecer sus graves efectos adversos antes de que las autoridades sanitarias reconozcan lo que está sucediendo y se investigue con rigor científico el porqué de estos efectos. Su muerte podría haberse evitado si las autoridades sanitarias hubieran actuado con la debida diligencia y cautela.Los gobiernos, las agencias reguladoras, parte de la comunidad médica y científica (otra lo lleva advirtiendo desde el principio), están negando lo imposible protegiendo así los intereses comerciales de GlaxoSmithKline, laboratorio que produce la marca de la vacuna Cervarix y Sanofi Pasteur, Merck, Sharp & Dohme (MSD), fabricante de Gardasil.
Por ello, la AAVP solicita a las autoridades sanitarias, políticas y a los médicos responsabilidad, empatía con las familias afectadas e investigación para que NO HAYAN MÁS VÍCTIMAS", concluye el comunicado.
Como explica Capilla, dos son las estrategias para retrasar la toma de decisiones en este asunto que podrían dar al traste con esta inmunización:
-Negar que las vacunas del papiloma causan daños y en ocasiones mortales para así evitar investigarlos. Por la experiencia que estamos teniendo en el Bufete Almodóvar & Jara en las causas que llevamos por este asunto en los tribunales de Justicia españoles los laboratorios van en esa línea, lo que para nosotros supone un FRAUDE CIENTÍFICO.
-Achacar las "quejas" de las afectadas a "problemas psicológicos", que se inventan los daños vaya, para desviar la atención de la opinión pública.
Descanse en paz Ximena y que los tribunales de Justicia sepan estar a la altura para entender lo que se ha convertido en uno de los mayores escándalos sanitarios de la historia, con el agravante de su soterramiento por el poder.
Comentario: La falta de empatía hacia las víctimas y el más bien culparles de los graves efectos adversos asociados a esta vacuna es un comportamiento psicopático. Lamentablemente esta es la norma en los sistemas sanitarios que protegen a los intereses corporativos por encima de cualquier principio ético y moral hacia los pacientes. El "prima non nocere" ("Lo primero es no hacer daño") es violado descaradamente una y otra vez.
Para más información, vea:
Exclusiva SOTT: Los orígenes de la vacuna del VPH - Un caso de corrupción en la ciencia