Helicópteros estadounidenses Sikorsky y Apache desplegados en el campo petrolífero Al-Omar en Deir Ezzor, en el este de Siria.
Los ataques se han producido mientras llegó un convoy de camiones con equipos militares y logísticos a la referida base estadounidense.
Al Ekhbariya ha dicho que las fuerzas de ocupación estadounidenses han respondido al ataque con fuego de artillería y proyectiles de mortero.
Todavía se desconocen los responsables del ataque y no se han revelado más detalles al respecto.
El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) anunció el jueves que 25 camiones estadounidenses se trasladaron de la localidad de Al-Basira, en Deir Ezzor, al campo de Al-Omar.
También indicó que esa operación se realizó en medio de ejercicios de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU. que supuestamente lucha contra la banda terrorista EIIL (Daesh, en árabe), y las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
A mediados de octubre, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, había informado el comienzo de la retirada de 1000 tropas estadounidenses del norte de Siria. No obstante, el presidente Donald Trump dio a conocer un poco más tarde su decisión de mantener un número de efectivos en el este de Siria cerca de los yacimientos petroleros, supuestamente para protegerlos.
Esta medida de Washington ha desatado una ola de rechazos y críticas no solo por parte del Gobierno de Siria, sino de otros países del mundo, entre ellos Rusia e Irán, que advierten que Washington, escudándose en la presencia del grupo terrorista EIIL, permanece en el territorio sirio para robar su petróleo
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