Mientras que EEUU tiene 37 bases militares establecidas en Oriente Medio y administra al menos 70 unidades móviles, no dispone de una estrategia específica o determinada que podría implementar en esta región, opina el decano del Instituto de Estudios Estratégicos de Teherán, Saadallah Zarei.
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Zarei declaró en una entrevista al medio de comunicación Asia Times que se quedó perplejo al observar la conducta contradictoria que la Administración Trump había mostrado respecto a la población chií que habita en la región.

Según el politólogo, el comportamiento de Washington hacia la población chií de Bahréin y sus derechos, hacia la de Yemen y Cachemira y hacia la del Líbano (...) no está clara y nadie sabe qué piensan los estadounidenses sobre ella y cómo actuarán en el futuro. EEUU no elaboró una política específica en relación a las democracias de Turquía e Irán. Tampoco aplica una particular estrategia respecto a las democracias de Irak y el Líbano.

"Washington está hablando sobre la democracia como un valor estadounidense y está tratando de generalizar su concepto, pero vemos que en esta región [Oriente Medio] los mejores amigos de EEUU son países cuyos sistemas políticos no preven la celebración de elecciones", aseveró Zarei.


Comentario: Creer que lo único que quiere EEUU es imponer su concepto de democracia a países "subdesarrollados", es bastante ingenuo. EEUU solo habla de democracia como un frente para justificar intervenciones ilegales en países no alineados, o con recursos de interés.


El politólogo opina que la estrategia que EEUU aplica en Oriente Medio no es coherente y esta es la principal causa de sus fracasos. Al contrario, según Zarei, la política implementada por la República Islámica de Irán en la citada región es mucho más coherente.


Comentario: Pero se vuelve coherente cuando notas que la política externa de EEUU (e Israel) aplicada a naciones "inconvenientes", se basa en el caos y la desestabilización para cumplir con sus propios objetivos.


"Nosotros tenemos principios específicos, amigos y capacidades. Además, tenemos una comprensión coherente sobre quiénes son nuestros enemigos y sabemos a dónde tenemos que llegar en los próximos 20 años. Por eso estamos tratando de usar nuestras capacidades de una manera cautelosa y hacemos nuestro trabajo de forma gradual", recalcó el interlocutor del medio.

Zarei subrayó que este trabajo no tiene nada que ver con un plan que implique amenazas a la Media luna chií, tal y como lo intuyó una vez -en 2004- el rey Abdalá de Jordania. La media luna chií es la región con forma de medialuna de Oriente Medio donde la mayoría de la población es chií o tiene al menos una fuerte minoría chií.

"Este trabajo es un tipo de golpe que Irán está preparándose para asestar contra la indeterminada estrategia de EEUU", enfatizó el politólogo.

Además, Zarei agregó que Oriente Medio no es la única región en que EEUU aplica una política incoherente. Lo mismo puede decirse sobre Afganistán, que se encuentra en Asia. Otra demanda que la Administración Trump presentó a Teherán es el llamamiento a que el país persa deje de apoyar al movimiento Talibán.

A este respecto, el politólogo recordó la incesante guerra que EEUU libra en Afganistán y que ha generado más de un millón de refugiados. Muchos de estos refugiados viven actualmente en Irán.

"Lo que realmente ocurre es que las autoridades iraníes con pocos recursos apoyan a los pequeños grupos localizados en el oeste de Afganistán, alrededor de la ciudad de Herat, estos grupos incluyen a gente que mantiene vínculos ligeros con los talibanes", recalcó el decano iraní