USA Democracy
© Blue Moon of ShanghaiTraducción: Si no vienes a la democracia, la democracia vendrá a ti.
Esta es una lista de todas las "democracias" que EE.UU. ha instalado en otros países a lo largo de los años:
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Esa es toda la lista. Puedes ver que está en blanco. ¿Pero cómo puede ser eso? Todos sabemos que EE.UU. ha liberado a docenas de naciones de sus malvados y represivos gobiernos, e instalado amorosas democracias donde la gente vivió feliz para siempre, inundada de libertades y abrumada de derechos humanos. Lo sabemos porque lo hemos leído y oído cientos, o quizá miles, de veces. Está en todos los libros de historia de Estados Unidos. Lo hemos visto en muchas películas e incluso lo hemos leído en cómics cuando éramos niños. Tiene que ser cierto. Entonces, ¿por qué la lista está vacía? ¿Cómo puede ser? Lamentablemente, la lista está vacía porque todo lo que nos contaron era mentira. A menudo se dice que si cuentas una mentira cinco veces, la mayoría de la gente se la creerá; Estados Unidos en tanto que "defensor de la democracia" es una de esas mentiras.

En Occidente, hemos estado sometidos durante muchas décadas a un incesante bombardeo de declaraciones altisonantes sobre Estados Unidos "salvando al mundo del comunismo" y promoviendo la democracia y la libertad a través del mundo. Pero eso no ha sido más que una eficaz campaña de propaganda dirigida a los desinformados y los ingenuos, ya que incluso una mirada casual a los hechos sobre el terreno revela algo muy diferente. De hecho, en lugar de promover la democracia y la libertad, lo que ocurre es lo inverso. Estados Unidos, más bien, ha estado promoviendo dictaduras y servidumbre, y con gran éxito durante 60 ó 70 años. A continuación presentamos una lista de 42 países en los que Estados Unidos no sólo instaló y financió a un dictador brutal, sino que a menudo y repetidamente envió armas y tropas para sofocar rebeliones y revoluciones locales contra esos amistosos dictadores instalados.

Por mucho que se hable de promover la democracia y la libertad, no hay ningún caso, NINGÚN caso, en el que Estados Unidos haya derrocado una dictadura y la haya sustituido por algún tipo de gobierno benévolo, democracia electoral o de otro tipo. Puede que usted conozca las declaraciones del general de división Smedley Butler, quien afirmó que durante sus 33 años como marine estadounidense, funcionó simplemente como "un gángster para el capitalismo" y que todas las guerras eran guerras de banqueros. Sobre el tema de la instalación de democracias en el mundo por parte del gobierno de EEUU, el propio Butler negó que tal cosa hubiera ocurrido nunca, y dijo además: "EEUU ha destruido rutinariamente la democracia en todo el planeta mientras sus líderes afirmaban estar difundiendo la democracia."

Pero si Estados Unidos no instaló la "democracia" en todos esos lugares, ¿qué hizo? Bueno, mientras predicaba la democracia, la libertad y los derechos humanos en casa, el gobierno de EE.UU. en realidad corría por todo el mundo instalando dictaduras - cerca de 50, según el último recuento. No sólo eso, mientras se jactaban en casa de defender la democracia, la CIA y el ejército estaban en realidad socavando y destruyendo democracias que funcionaban y sustituyéndolas por dictaduras. Hay muchos países en los que el ejército estadounidense y/o la CIA financiaron y dirigieron revoluciones para deponer democracias electorales e instalar a un dictador, a menudo asesinando al presidente en ejercicio: Bolivia, Brasil, Haití, España, Filipinas, Zaire, Guatemala, Irán, Grecia, Chile, Fiyi, Nicaragua, Indonesia, El Congo.

Irán es uno de los más evidentes, donde la CIA organizó el derrocamiento del amado líder de una democracia electoral que funcionaba perfectamente e instaló al sha Reza Pahlavi como uno de los dictadores más brutales de la historia moderna. En el año 2000, la Secretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright declaró: "En 1953, Estados Unidos desempeñó un papel importante en la orquestación del derrocamiento del popular primer ministro de Irán, Mohammed Mossadegh. El golpe fue claramente un revés para el desarrollo político de Irán. Y es fácil ver ahora por qué muchos iraníes siguen resintiendo esta intervención de Estados Unidos en sus asuntos internos". Sí. No es broma.

Está Nicaragua, donde Estados Unidos inició una revolución e instaló a Somoza, un hombre verdaderamente brutal. Cuando la población finalmente se levantó en armas (palas y horcas, en realidad), y derrocó a Somoza y formó su propio gobierno democrático con elecciones adecuadas, EE.UU. emprendió una de las guerras secretas más despiadadas de la historia contra ese pobre país. El propósito declarado era "hacer gritar la economía", y Reagan lo consiguió con creces. El nivel de vida en Nicaragua cayó un 90%; cientos de miles murieron de pobreza y hambre, o simplemente fueron masacrados por rebeldes militares financiados por Estados Unidos. Ese fue su castigo por desalojar a su amo estadounidense, y esa historia se ha repetido a menudo. No falta documentación sobre "escuadrones de la muerte" entrenados y financiados por la CIA en América Central y del Sur.

Otro ejemplo típico de la reverencia estadounidense por la santidad de la democracia es Grecia, donde en 1967 el gobierno estadounidense organizó un golpe militar respaldado por la CIA dos días antes de las elecciones del país. El gobierno de Papandreu había sido elegido en 1964 con el primer (y creo que único) gobierno mayoritario de la historia griega, pero no era lo suficientemente complaciente con las empresas estadounidenses y los banqueros europeos, y tuvo que irse. Para EEUU, Grecia no era más que otra propiedad subdesarrollada que saquear. Cuando el embajador griego se quejó al presidente Johnson de que la acción militar y de la CIA estadounidense era contraria al parlamento griego y violaba la constitución griega, la respuesta de Johnson fue decir "Que le f*llen a vuestro parlamento y que le f*llen a vuestra constitución". Añadió que las corporaciones estadounidenses tenían planes de inversión para Grecia, y que "Si su primer ministro me da cualquier charla sobre democracia, parlamento y constituciones, él, su democracia, su parlamento y su constitución no durarán mucho". Y de hecho, Estados Unidos no sólo destruyó el sistema de gobierno electoral griego, sino que obligó a la nueva dictadura militar a aprobar leyes que ilegalizaban cualquier otra forma de gobierno. Eso es democracia, al estilo estadounidense.
Meeting of Generals
© Lobelog.comLos altos mandos militares iraníes Hasan Toofanian y Bahram Ariana con algunos oficiales israelíes en el cuartel general de las Fuerzas de Defensa de Israel en 1975 (Estado de Israel vía Wikimedia Commons). - Fuente
En Filipinas, el presidente estadounidense Lyndon Johnson hizo que la CIA se encargara de que Ferdinand Marcos asumiera el poder como dictador-marioneta, un hombre cuya carrera política comenzó a los 21 años por asesinar al hombre que había derrotado a su padre en unas elecciones locales. En Irán, con el apoyo del presidente estadounidense Eisenhower, la CIA derrocó al gobierno electo del Dr. Mohammad Mossadegh e instaló al sha Reza Pahlavi como dictador. Con el apoyo de la CIA, obligó a todo el mundo a unirse a su partido o ir a la cárcel. Miles de personas fueron encarceladas o asesinadas. Sus agentes asaltaron una escuela religiosa y arrojaron a cientos de estudiantes desde el tejado. La agencia de policía secreta del sha, SAVAK, fue creada en 1957 y dirigida por la CIA y el Mossad israelí en todos los niveles del funcionamiento diario, incluida la elección y organización del personal, la selección y funcionamiento del equipo y la dirección de los agentes. Los métodos de tortura incluían descargas eléctricas, latigazos, palizas, introducción de cristales rotos y vertido de agua hirviendo en el recto, atado de pesas a los testículos y extracción de dientes y uñas. Bajo el Shah, Irán se convirtió en un devoto aliado de Estados Unidos y en una base para operaciones de espionaje en la frontera de la Unión Soviética.
Bagram military prison
© Motherjones.comUna toma aérea del centro de detención de Parwan en 2009 (también conocido como la prisión militar de Bagram). Fuente
Aquí es donde vas si te opones a la "democracia" al estilo estadounidense, la instalación secreta de tortura "black-ops" de Bagram en Afganistán. Nadie sale nunca de aquí sin una apreciación adecuada de la democracia y la libertad. De hecho, nadie se va nunca de aquí.

En Indonesia, Suharto fue uno de los dictadores más brutales de la historia. El presidente estadounidense Johnson autorizó un golpe de Estado organizado por la CIA que llevó a Suharto al poder en 1965, apoyando su gobierno durante 32 años. Suharto continuó con sus salvajes atrocidades bajo el apoyo de siete presidentes estadounidenses: Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, Bush padre y Clinton. Poblaciones enteras de pueblos y aldeas fueron conducidas en manada a localidades centrales y masacradas. Bajo la dirección de la CIA, más de tres millones de personas fueron asesinadas a machetazos, en la mayor y más salvaje matanza de la historia política moderna. Pero Indonesia era ahora un lugar seguro para ser saqueado por las multinacionales estadounidenses.

En Pakistán, Muhammad Zia-ul-Haq, apoyado por Estados Unidos y la CIA, ejecutó a su predecesor electo, Zulfikar Ali Bhutto, en 1979, y en 1984 Pakistán suministraba el 70% de la heroína de alta calidad del mundo. Ese mismo año, George Bush se dirigió a un grupo de funcionarios pakistaníes y elogió al gobierno del presidente Zia por su programa antidroga. Henry Kissinger calificó a Pakistán de "Estado de primera línea que defiende a los pueblos libres de todo el mundo", a pesar de su historial de narcotráfico y tortura de disidentes. Bajo Zia, Pakistán fue el mayor receptor de ayuda estadounidense, más de la mitad de la cual se destinó a armamento. Pero como los títeres estadounidenses sólo son "presidentes vitalicios", Zia murió en un misterioso accidente aéreo (provocado por la CIA) en 1988. Siguiendo en Pakistán, otro "activo" político y dictador respaldado por Estados Unidos, Khan, inició una campaña masiva de genocidio contra musulmanes, hindúes, intelectuales bengalíes, estudiantes y activistas políticos. Mientras el presidente Nixon miraba hacia otro lado, tres millones de personas fueron asesinadas en pocos meses junto con otras 400.000 mujeres que fueron violadas. América Central y del Sur no estaban mejor en ningún aspecto, con los Somozas en Nicaragua y una larga lista de asesinos patológicos similares.

EE.UU. ha interferido constantemente en los asuntos internos de Haití durante más de 100 años, derrocando gobiernos electos y sustituyéndolos por dictadores, invadiendo Haití seis o siete veces para apoderarse de los ingresos del gobierno en nombre de lo que ahora es Citibank. En más de una ocasión, los marines estadounidenses invadieron el país, irrumpieron en el banco central de la nación y robaron todo su dinero, incluidos todos los depósitos de oro de Haití. Cuando Haití se negó a entregar sus bancos al Citibank y sus ferrocarriles a una compañía estadounidense, EE.UU. lanzó una invasión masiva durante la cual reescribió la constitución de Haití, entregó casi toda la industria a empresas estadounidenses, disolvió el ejército del país y lo sustituyó por una fuerza de policía militar estadounidense, masacró a decenas de miles de civiles y esclavizó a cientos de miles de otros para construir un ferrocarril que llevaría los recursos de Haití a los barcos estadounidenses. Estados Unidos dirigió el país como una dictadura militar durante décadas y reprimió con saña toda resistencia local. En los libros de historia y la propaganda del gobierno estadounidense, el ejército sólo estaba allí "para mantener el orden durante las amenazas de insurrección" y, por supuesto, "para proteger los intereses estadounidenses".
Guatemalan President Efrain Rios Montt
© Photo by Robert Nickelsberg/Getty ImagesEl presidente guatemalteco Efraín Ríos Montt habla durante una rueda de prensa, Ciudad de Guatemala, Guatemala, enero de 1983.
La CIA organizó el derrocamiento del gobierno electo de Guatemala para instalar a Ríos Montt, otro asesino patológico financiado por Estados Unidos, y le apoyó durante 40 años de escuadrones de la muerte entrenados y patrocinados por la CIA. Ríos Montt se especializó en torturas, desapariciones, ejecuciones masivas y una crueldad inimaginable, que causó más de 200.000 víctimas. Este fue uno de los acontecimientos más inhumanos de todo el siglo XX, en gran parte patrocinado por el presidente estadounidense Reagan. Y no sólo patrocinado, sino alabado; Ríos Montt asistió a la toma de posesión presidencial de Reagan y fue uno de sus buenos amigos. Pero el dictador apoyado por EEUU había entregado prácticamente toda su nación a los banqueros judíos y a las corporaciones estadounidenses. En aquella época, tan sólo los Rockefeller poseían más del 40% de la tierra cultivable de Guatemala, así como toda la red ferroviaria y el sistema telegráfico, y también el único puerto del país. Anteriormente, cuando EE.UU. estaba preparando su invasión de Guatemala, muchos de los documentos de planificación llegaron a manos del gobierno guatemalteco, que los publicó en los medios de comunicación y exigió explicaciones a EE.UU.. Por supuesto, el Departamento de Estado afirmó que las acusaciones eran "ridículas", y añadió además: "La política de Estados Unidos es la de no interferir en los asuntos internos de otras naciones. Esta política ha sido reafirmada en repetidas ocasiones". Y la revista Time, siempre servicial, afirmó que esos documentos no eran más que un complot ruso para avergonzar a Estados Unidos. Y entonces la CIA continuó con sus planes de asesinato y derrocamiento como si nunca hubiera pasado nada. Los estadounidenses no se avergüenzan fácilmente.

En Perú, el pueblo eligió un gobierno socialista que amenazaba el control casi total de los intereses comerciales que recibían del dictador instalado por EEUU. Estados Unidos envió inmediatamente a la CIA con un enorme arsenal de armas y financiación, organizó el derrocamiento del gobierno y el nombramiento de un nuevo dictador que abolió inmediatamente todos los derechos civiles y reinstauró el libre mercado al estilo estadounidense, permitiendo a las multinacionales estadounidenses seguir saqueando libremente los recursos de la nación.
Transfer of Getúlio Vargas’ body
© WikipediaTraslado del cuerpo de Getúlio Vargas desde Río de Janeiro para su entierro en su ciudad natal, São Borja, Rio Grande do Sul, 26 de agosto de 1954. Archivo Nacional. Fuente
En Brasil, el pueblo sustituyó a un dictador títere estadounidense que protegía los intereses comerciales de Estados Unidos por un hombre que inició un programa de reforma y desarrollo, incluida la nacionalización de la enorme industria petrolera brasileña, eliminando así el monopolio de empresas estadounidenses como la Standard Oil, propiedad de Rockefeller. Rápidamente fue asesinado por la CIA y se nombró a un nuevo dictador títere de Estados Unidos que volvió a abrir Brasil a la explotación sin restricciones de las corporaciones estadounidenses. En Colombia, un nuevo presidente planeó una reforma agraria y empresarial que amenazaba los monopolios criminales de la élite empresarial y bancaria estadounidense, lo que provocó de inmediato la violencia inspirada por la CIA, escuadrones de la muerte y cientos de miles de muertes de civiles. La CIA sigue negándose a hacer públicos sus miles de documentos sobre estas cuestiones, alegando intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.

En El Salvador, el gobierno estadounidense organizó y fomentó la matanza masiva de civiles para intentar mantener en el poder a su brutal dictador, y celebró repetidamente elecciones falsas con fraude electoral masivo. Los ciudadanos que celebraban protestas o huelgas eran asesinados abiertamente. El presidente estadounidense Reagan proporcionó fondos ilimitados, armas y otros tipos de ayuda y entrenamiento militar que incluían la temida "Escuela de las Américas", donde todos los dictadores títeres estadounidenses y su personal aprendían las últimas técnicas del manual de la CIA sobre represión y tortura de civiles. En una breve campaña, más de 75.000 civiles fueron masacrados por los escuadrones de la muerte entrenados por la CIA, que se convertirían en omnipresentes en las Américas. Todo cambio social se paralizó mientras las corporaciones estadounidenses mantenían su libertad sin trabas para saquear los recursos de la nación. En una ocasión, cuando los ciudadanos lograron una revolución y se deshicieron del dictador nombrado por Estados Unidos, este país lanzó una invasión militar para sofocar la rebelión y reinstalar al dictador. De nuevo, democracia al estilo estadounidense. Y, por supuesto, los libros de historia estadounidenses mencionan el hecho como el envío del ejército estadounidense "para proteger los intereses estadounidenses durante la inestabilidad política".

En 1970, Salvador Allende había sido elegido presidente de Chile en unas elecciones limpias reconocidas universalmente, aunque Estados Unidos desplegó un inmenso esfuerzo para que las elecciones fueran declaradas nulas o "inconstitucionales". Edward Korry, embajador estadounidense en Chile, informó a Henry Kissinger que "una vez que Allende llegue al poder, haremos todo lo que esté en nuestra mano para condenar a Chile y a los chilenos a la mayor privación y pobreza". Cuando eso fracasó, Nixon exigió a la CIA que organizara inmediatamente un golpe de Estado para sustituir al nuevo presidente de Chile. La CIA asesinó a Allende e instaló a Augusto Pinochet como dictador títere para gobernar, aterrorizar, torturar y masacrar a sus compatriotas en grandes cantidades, con el fin de que Chile fuera cómodo para las multinacionales estadounidenses que saqueaban su cobre y otros recursos.

En muchos países, el gobierno estadounidense fomentó revoluciones contra democracias que funcionaban legítimamente con el fin de instalar a un dictador que fuera más complaciente con los intereses comerciales de Estados Unidos -y es el comercio y la subyugación, no la libertad, lo que ha sido la ideología impulsora de la política exterior estadounidense, una ideología que ha sido consistente durante muchas décadas. Por lo general, a un país obediente y complaciente con los intereses de la política exterior estadounidense se le permitirá sobrevivir. Pero aquellos países que actúen fuera de ese marco, que de hecho actúen en su propio interés y no en el de Estados Unidos, se convertirán rápidamente en candidatos a un "cambio de régimen", precedido de voluminosos ataques mediáticos para influir en la opinión pública estadounidense en contra de esa nación. En los viejos tiempos, solían ser condenados como comunistas; hoy son "terroristas", pero todo lo demás es lo mismo. Estados Unidos lleva más de un siglo promoviendo con gran éxito dictaduras, pobreza, miseria y servidumbre, y no sólo ha derrocado gobiernos, sino que a menudo y en repetidas ocasiones ha enviado armas y tropas para sofocar rebeliones y revoluciones locales contra los dictadores instalados.

Estados Unidos ha demostrado en repetidas ocasiones que no le importa mucho qué tipo de gobierno esté en el poder, siempre y cuando sea susceptible de control y dé rienda suelta a las corporaciones estadounidenses. Así ha sido desde el día en que, hace más de 100 años, Estados Unidos envió a su armada a apoderarse de Hawái para que los familiares de Bob Dole pudieran hacerse con el control de las plantaciones de caña de azúcar y piña. Fue cierto con los hermanos Dulles y la United Fruit Company en Centroamérica, y ha continuado hasta hoy en Afganistán, Irak y Libia. Según el pensamiento estadounidense, los dos mejores tipos de gobierno son: 1) dictadores que tú instalas y controlas (Suharto, Somoza, Shah Reza Pahlavi) y 2) democracias en las que puedes influir, intimidar, subvertir y controlar (Reino Unido, Canadá, Australia, Austria, Bélgica, Ucrania, Rumania, República Checa). El peor tipo es el sistema de partido único de China, que no se presta fácilmente a la intromisión y la subversión externas.

Toda la cháchara estadounidense sobre la democracia no es más que hipocresía patriotera para las masas. En lugar de difundir la democracia y la libertad, Estados Unidos siempre ha propagado el miedo, la represión y la muerte, sembrando la disidencia y derrocando gobiernos legítimos, una realidad tergiversada por los medios de comunicación para etiquetar a las víctimas con la culpa por su opresión. Estados Unidos predica la democracia, pero derroca democracias e instala, financia y apoya dictaduras por docenas. Como de costumbre, la hipocresía estadounidense en su máxima expresión.

En su largo empeño por obtener el control mundial para sus amos, Estados Unidos eliminó sistemáticamente, con sigilo o por la fuerza militar, a muchos gobiernos que funcionaban aceptablemente, sólo para sustituirlos por dictadores salvajes pero sumisos. Cualquier país que quisiera desarrollar su economía protegiendo las industrias locales, desarrollando sus propios recursos naturales, redistribuyendo la tierra a los pobres, iniciando programas de asistencia sanitaria, educación y seguridad social, era tachado de "comunista" o "socialista" y casi siempre derrocado. Y en toda esta "promoción de la democracia y la libertad" en todo el mundo, incontables millones han muerto a manos de las tropas estadounidenses, con la ayuda de la CIA y la planificación militar estadounidense, o al menos con el permiso tácito del gobierno estadounidense. La estimación de muertes más comúnmente aceptada a manos de los estadounidenses es de 30 millones, con literalmente cientos de millones reducidos a la pobreza, la miseria y la emigración.

Y no se trata sólo de las muertes, sino de la brutalidad y la tortura, gran parte de ellas realizadas con entrenamiento específico recibido de la CIA -que ha estado activa en métodos de tortura durante al menos los últimos 60 años. Abu Ghraib y Guantánamo no son noticia; lo que ocurre es que Estados Unidos ya no puede controlar la difusión de la información como antes. Incluso los detalles de los espantosos e inhumanos manuales de tortura de la CIA se han hecho públicos, al igual que las noticias sobre la infame "Escuela de las Américas", la única universidad del mundo dedicada a enseñar las sutilezas de la tortura y la represión de la población civil. En toda esta promoción mundial de la democracia y la libertad, incontables millones de personas han muerto a manos de las tropas estadounidenses. Las acciones estadounidenses en Irak, Irán, Afganistán, Nicaragua, Congo, Vietnam, Chile, Angola y una panoplia de países de todo el mundo han provocado directa o indirectamente la muerte de decenas de millones de personas. "Como ejemplo, la CIA conspiró con las fuerzas coloniales belgas en el asesinato de Patrice Lumumba, el líder del Congo elegido democráticamente pero ampliamente pro-soviético, lo que condujo al ascenso de un brutal dictador y finalmente a una serie de guerras civiles y hambrunas que mataron aproximadamente a 5 millones de personas."

En la mayoría de los casos, Estados Unidos derrocó gobiernos con el propósito de instalar a un dictador que fuera más complaciente con los intereses comerciales de Estados Unidos, y es el comercio, no la libertad, la ideología que ha impulsado la política exterior estadounidense, una ideología que ha sido consistente durante muchas décadas. Un país obediente y conforme con los intereses de la política exterior estadounidense podrá sobrevivir, pero los países que actúen fuera de ese marco, que de hecho actúen en su propio interés y no en el de Estados Unidos, se convertirán rápidamente en candidatos a un "cambio de régimen", precedido de voluminosos ataques mediáticos para influir en la opinión pública estadounidense en contra de esa nación. Antes se les condenaba como comunistas; hoy son "terroristas", pero todo lo demás es lo mismo. Cualquier país que quisiera desarrollar su economía protegiendo las industrias locales, redistribuyendo la tierra a los pobres, iniciando programas de asistencia sanitaria, educación y seguridad social, casi siempre era derrocado porque amenazaba los beneficios de las corporaciones y bancos estadounidenses.

No es ningún secreto que el imperialismo estadounidense ha producido enormes beneficios y crecimiento económico para Estados Unidos mientras ha mantenido empobrecidos a esos países durante más de un siglo. De hecho, una de las principales causas de la supremacía económica actual de EEUU es precisamente su activa colonización militar y política de gran parte del mundo -el auténtico saqueo de tantos países, garantizado por la instalación de tantas brutales dictaduras militares- y todo ello bajo el pretexto propagandístico de proteger la democracia y la libertad en el mundo.
Flags of Countries
© Blue Moon of Shanghai
Todo esto explica por qué Estados Unidos ha figurado durante tanto tiempo como la nación más odiada del mundo. El expresidente estadounidense Jimmy Carter dijo: "Enviamos marines al Líbano, y sólo hay que ir al Líbano, a Siria o a Jordania para ser testigo de primera mano del intenso odio de mucha gente hacia Estados Unidos porque bombardeamos y destruímos y matamos sin piedad a aldeanos totalmente inocentes -mujeres y niños y granjeros y amas de casa- en esos pueblos de los alrededores de Beirut. Como resultado de ello, nos convertimos en una especie de Satán en las mentes de aquellos que están profundamente resentidos". Y no sólo en Líbano, Siria y Jordania; Estados Unidos es amargamente odiado en todo Oriente Medio, África, Asia y América Central y del Sur. Hoy en día hay pocas partes del mundo donde los estadounidenses son bienvenidos como pueblo, y por muy buenas razones.

Dictaduras apoyadas por Estados Unidos

Estados Unidos siempre ha sentido un gran afecto por los dictadores represivos, los tiranos y los presidentes títere corruptos, a los que ha ayudado, apoyado y recompensado generosamente por su lealtad a los intereses estadounidenses. Estos hombres suelen ascender al poder mediante sangrientos golpes de Estado respaldados por la CIA, y gobiernan mediante el terror y la tortura. Sus tropas reciben armas, entrenamiento y asesoramiento de la CIA y otras agencias estadounidenses. Es el apoyo militar estadounidense lo que garantiza su permanencia en el poder, y el hecho de que proporcionen libre acceso a las corporaciones estadounidenses para explotar los recursos de sus países. En ninguna ocasión se ha responsabilizado en modo alguno al gobierno estadounidense por instalar, apoyar y proteger a algunos de los peores violadores de los derechos humanos del mundo.

A lo largo de los años, Estados Unidos ha instalado, financiado y apoyado con dinero y armas a unos 50 dictadores sangrientos. En muchos de esos casos, Estados Unidos derrocó hipócritamente una democracia para instalar a uno de sus propios dictadores, que sería más flexible a la política exterior estadounidense. También hay muchos casos en los que la población de un país se rebeló y derrocó al dictador instalado por EE.UU., tras lo cual EE.UU. envió sus buques de guerra para sofocar la revolución y volver a instalar a su dictador en el poder. La República Dominicana viene a la mente como uno de los episodios más vergonzosos de la historia de Estados Unidos. Peor aún, Estados Unidos ha enviado a menudo escuadrones de la CIA para asesinar a líderes elegidos democráticamente que querían eliminar el colonialismo y liberar a su país del control estadounidense.

A continuación figura una lista incompleta de naciones en las que Estados Unidos ha derrocado a un gobierno para instaurar una dictadura que fuera controlable y permitiera a las multinacionales estadounidenses saquear libremente los recursos, sin restricciones de conciencia o morales, y con una asombrosa e hipócrita falta de preocupación por la "libertad" o los "derechos humanos". Estas son las naciones que se convirtieron en colonias militares subyugadas de EEUU; financiadas, entrenadas y controladas por el gobierno de EEUU, la CIA y el Departamento de Estado. Esto es sólo un acto de una obra de teatro continua que ha estado en escena durante más de un siglo, y todos estos son hechos de la historia, que nadie discute, ni siquiera el Departamento de Estado de EEUU. Estados Unidos no sólo instaló, sino que en cada caso protegió, tanto política como militarmente, y Siapoyó con armas, dinero y entrenamiento militar, a las dictaduras corruptas de:

Abacha, General Sani — — — — — — — — — -Nigeria
Amin, Idi — — — — — — — — — — — — — — — Uganda
Banzer, Colonel Hugo — — — — — — — — — -Bolivia
Batista , Fulgencio — — — — — — — — — — — Cuba
Bolkiah, Sir Hassanal — — — — — — — — — -Brunei
Botha, P.W. — — — — — — — — — — — — — Sudáfrica
Branco, General Humberto — — — — — — — Brasil
Cedras, Raoul — — — — — — — — — — — — -Haití
Cerezo, Vinicio — — — — — — — — — — — -Guatemala
Chiang Kai-Shek — — — — — — — — — — — Taiwán
Cordova, Roberto Suazo — — — — — — — — Honduras
Cristiani, Alfredo — — — — — — — — — — -El Salvador
Diem, Ngo Dihn — — — — — — — — — — — Vietnam
Doe, General Samuel — — — — — — — — — -Liberia
Duvalier, Francois — — — — — — — — — — -Haití
Duvalier, Jean Claude — — — — — — — — — -Haití
Fahd bin'Abdul-'Aziz, King — — — — — — — Arabia Saudí
Franco, General Francisco — — — — — — — -España
Hitler, Adolf — — — — — — — — — — — — — Alemania
Hussan II — — — — — — — — — — — — — — -Marruecos
Marcos, Ferdinand — — — — — — — — — — -Filipinas
Martinez, General Maximiliano Hernandez — El Salvador
Mobutu Sese Seko — — — — — — — — — — -Zaire
Noriega, General Manuel — — — — — — — — Panamá
Ozal, Turgut — — — — — — — — — — — — -Turquía
Pahlevi, Shah Mohammed Reza — — — — — Irán
Papadopoulos, George — — — — — — — — -Grecia
Park Chung Hee — — — — — — — — — — — Corea del Sur
Pinochet, General Augusto — — — — — — — Chile
Pol Pot — — — — — — — — — — — — — — — Camboya
Rabuka, General Sitiveni — — — — — — — — Fiyi
Montt, General Efrain Rios — — — — — — — Guatemala
Selassie, Halie — — — — — — — — — — — — Etiopía
Salazar, Antonio de Oliveira — — — — — — -Portugal
Somoza, Anastasio Jr. — — — — — — — — -Nicaragua
Somoza, Anastasio, Sr. — — — — — — — — -Nicaragua
Smith, Ian — — — — — — — — — — — — — -Rhodesia
Stroessner, Alfredo — — — — — — — — — -Paraguay
Suharto, General — — — — — — — — — — — Indonesia
Trujillo, Rafael Leonidas — — — — — — — -República Dominicana
Videla, General Jorge Rafael — — — — — — Argentina
Zia Ul-Haq, Mohammed — — — — — — — -Pakistán

He aquí algunos países en los que el ejército estadounidense y/o la CIA financiaron y dirigieron revoluciones para deponer democracias electorales e instalar a un dictador, en varios casos asesinando al presidente en ejercicio: Bolivia, Brasil, Haití, España, Filipinas, Zaire, Guatemala, Irán, Grecia, Chile, Fiyi, Nicaragua, Indonesia, El Congo.