El Ejército israelí empleó todos los métodos no letales para poner fin a las protestas en la frontera con la Franja de Gaza, aunque sin resultado alguno, declaró el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, al intervenir en el centro de investigaciones Police Exchange en Londres.
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© Sputnik / Ahmed Abed
"No son manifestantes pacíficos sino miembros de Hamás (...), empleamos cañones de agua, gas lacrimógeno pero nada dio resultado", dijo Netanyahu al comentar los acontecimientos en la frontera con Gaza.


Comentario: "Así que decidimos asesinarlos, incluidos doctores y periodistas"


Lo último que queremos, dijo, es violencia.


Comentario: Tal vez lo que Israel busca no es violencia, tal vez lo que busca es el humillante asesinato de personas indefensas que protestan las condicione inhumanas en las que el régimen sionista las mantiene. Tal vez va más allá de simple violencia, tal vez es una sed de sangre la que Israel tiene de manera perpetua.


Desde el 30 de marzo, la frontera entre Gaza e Israel es escenario de las multitudinarias protestas palestinas de la Marcha del Retorno que hasta ahora se saldaron con más de un centenar de palestinos muertos por disparos de militares israelíes y unos 13.300 heridos.

Israel sostiene que sus acciones son defensivas, pese a las críticas internacionales por la desproporción de su respuesta.

Las relaciones entre Israel y Palestina entraron en una nueva crisis tras el reconocimiento en diciembre pasado de la ciudad de Jerusalén como capital de Israel por el presidente de EEUU, Donald Trump.

La decisión de Trump fue condenada por la mayoría de los países musulmanes y generó críticas de otros Estados e instituciones internacionales que consideran menos viable ahora cualquier perspectiva de paz en Oriente Medio.

Israel considera que Jerusalén, incluidos los barrios orientales que reclaman los palestinos, es su capital "única e indivisible".