En resumen, mientras que en Caracas la tensión sigue siendo muy alta, la mayoría del gobierno de coalición italiano desistió de optar en conjunto por uno de los sectores venezolanos, en sintonía con las divisiones en la comunidad internacional.
Un escenario en que dos grandes potencias como Estados Unidos Y Rusia está asumiendo posturas diametralmente opuestas en relación a la legitimidad del Ejecutivo comandado por Maduro.
"Sigo los desarrollos en Venezuela y expreso mi fuerte preocupación por los riesgos de una escalada de violencia.
Estamos cerca del pueblo venezolano y al lado de la colectividad italiana en el país. Auspicio una salida democrática que respete la libertad de expresión y la la voluntad popular", escribió el premier italiano, Giuseppe Conte en Twitter.
Poco más tarde se conoció la posición del Movimiento Cinco Estrellas, expresada por el subsecretario de Relaciones Exteriores, Manlio Di Stefano, que aprovechó la ocasión para reavivar el contrapunto que mantienen con el gobierno francés del presidente Emmanuel Macron:
"El principio de no injerencia es sagrado. Cualquiera sea la visión de las cosas, sobre Maduro, el chavismo o las relaciones políticas con América Latina, cualquiera sea el cambio en Venezula tiene que darse en un contexto político, democrático y no violento. Macron ignora esta obviedad, toma posición discordante con la UE, que pedía una salida política, no el reconocimiento de un presidente autoproclamado", dijo Di Stefano.
Salvini, en cambio, dio una posición clara y neta, por una vez más cercana a Washington que a Moscú: "Estoy con el pueblo venezolano y contra los regímenes como el de Maduro, basados en violencia, miedo y hambre. Cuanto antes caiga, sin más enfrentamientos, mejor será".
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