Traducido por el equipo de SOTT.net en español

Los ciudadanos del Reino Unido se preparan para un "gran verano británico" debido al progreso del programa de vacunación del Reino Unido. Sin embargo, unos contratos gubernamentales publicados en secreto revelan que la prometida hoja de ruta para salir del bloqueo podría ser en realidad una pista falsa.
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© REUTERS/Toby MelvilleLa policía detiene a un manifestante durante una protesta contra el cierre "Unite for Freedom", en Londres, Gran Bretaña, el 24 de abril de 2021.
El 26 de abril, el gobierno del Reino Unido publicó una licitación en busca de 60 nuevos "comisarios de Covid" en el distrito de Hertfordshire. El contrato, ofrecido a proveedores de "servicios de seguridad pública, orden público [y] seguridad social obligatoria", está previsto para julio de 2021 hasta enero de 2022, y tiene un coste de 3 millones de libras.

Los comisarios se introdujeron en octubre de 2020 para ayudar a las empresas a gestionar las colas, garantizar el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social, recordar a la gente que se cubra la cara cuando sea necesario y limpiar regularmente las superficies que se tocan con frecuencia. Sin embargo, como ha reconocido la cadena estatal británica, en realidad no tienen ningún mandato legal para hacer cumplir las normas. Los funcionarios se limitan a "esperar" que faciliten al menos un poco la vida a las autoridades (como la policía) realmente investidas de tales poderes.


Comentario: Puede que sus acciones no sean legales, pero eso no impide que intenten castigar a la gente: Se retira un tercio de los cargos por cierres en el Reino Unido, el tribunal dictamina que los ciudadanos no están obligados a dar detalles a la policía


Según la nueva licitación, se espera que estas personas (utilizando "un enfoque dirigido por inteligencia") "proporcionen apoyo práctico para asistir y fomentar el cumplimiento", ayuden a "introducir medidas para asistir al público y a las empresas a conocer y comprender la normativa y las orientaciones", y difundan las orientaciones por Covid-19, "incluso cuando existan restricciones locales adicionales".

Aunque la descripción del puesto suena como algo que cabe esperar en la era Covid, el momento en el que se produce puede hacer que se levanten algunas cejas. Según la hoja de ruta oficial de Whitehall, debido al "éxito" del programa nacional de vacunación de Londres, "no antes del 21 de junio, el gobierno espera estar en condiciones de eliminar todos los límites legales al contacto social".


Comentario: "No antes del 21 de junio", lo que significa que la fecha en que se eliminen, si es que lo hacen, podría ser mucho, mucho más tarde. Aun así, el gobierno se ha salido con la suya en tantas ocasiones que es más que capaz de cambiar las reglas a su antojo, y se encontrará con poca resistencia. Hace sólo dos meses Bojo decía al público que tenía un plan "irreversible" para salir del bloqueo.


En marzo, el secretario de Sanidad, Matt Hancock, se mostraba "más optimista que nunca" ante la inminencia de un "gran verano británico". No mucho después, el Secretario de Transportes, Grant Shapps, dijo a bombo y platillo que "por primera vez, la gente puede empezar a pensar en visitar a sus seres queridos en el extranjero, o quizás en unas vacaciones de verano". No se dijo a dónde podrían dirigirse los británicos, ni qué trabas a su libertad tendrían que afrontar a su regreso, ni cuánto añadirían las restricciones (como las pruebas de PCR) a sus facturas de su viaje.

El hecho de que un "gran verano británico" no estuviese en camino, en contra de las declaraciones oficiales, se insinuó en cualquier caso a mediados de abril, cuando la Asociación de Festivales Independientes, que representa aproximadamente el 40% del calendario de festivales del país, reveló que más del 90% de sus miembros no podían convocar eventos en 2021 sin un seguro respaldado por el Estado, que sigue sin llegar.

Sin embargo, un documento en el que se afirma que los comisarios de Covid deberán "fomentar el cumplimiento" entre los miembros del público hasta el inicio del próximo año parece ser la primera confirmación en blanco y negro, procedente directamente del gobierno británico. La oferta da a entender lo que los ministros no han querido admitir hasta ahora: la pandemia mundial aún no ha terminado, los cierres resultantes son probables y la vida de los ciudadanos seguirá viéndose afectada negativamente mucho más allá del futuro inmediato.

Un periodo de incertidumbre aún mayor se insinúa con más fuerza en una licitación separada para una "campaña de información pública sobre Covid" en Irlanda del Norte, que pide "un contratista de publicidad para desarrollar y seguir ofreciendo una campaña publicitaria multimedia sobre la Covid-19". Publicado no mucho después de la profecía munificente de Hancock, el contrato tiene una duración de dos años a partir de abril de 2021 y un coste de 2 millones de libras.


Comentario: El gobierno del Reino Unido ha pagado a los anunciantes más de 100 millones de libras para que los medios de comunicación impulsen su propaganda de coronavirus.


A estas alturas, los residentes del Reino Unido deberían estar completamente acostumbrados a las previsiones ministeriales optimistas con respecto a la Covid que sólo conducen a la decepción. Cuando el país entró por primera vez en confinamiento en marzo de 2020, Johnson prometió que sólo duraría tres semanas.

Ese periodo de confinamiento terminó finalmente cuatro meses después, y el Primer Ministro desveló sus planes para devolver el país a la "normalidad" en Navidad. En noviembre se volvió a imponer "temporalmente" un encierro de cuatro semanas, se relajaron las normas para las fiestas de fin de año y se volvieron a imponer parcialmente, antes de que se aplicara de nuevo un encierro total en enero.

Desde entonces, Johnson ha alegado que los cierres, y no las vacunas, son la fuerza impulsora clave detrás de la gran reducción de víctimas y casos de Covid en el país, y "la mayoría de la opinión científica" sigue siendo "firmemente" de la opinión de que "habrá otra ola de Covid en algún momento de este año". Evidentemente, ahora no es el momento de reservar vacaciones ni de esperar que la "normalidad" (sea lo que sea lo que signifique a estas alturas) vuelva a inundar el país en breve.
Kit Klarenberg, periodista de investigación que explora el papel de los servicios de inteligencia en la configuración de la política y las percepciones. Síguelo en Twitter @KitKlarenberg