Traducido por el equipo de SOTT.net

La CIA está inmersa en una "carrera infinita" con China en lo que respecta a la IA y otras tecnologías punteras, según el Director de Tecnología de la agencia, Nand Mulchandani, que esbozó una estrategia que da prioridad a la destreza tecnológica como elemento crucial para la seguridad nacional.
AI Race
En su intervención en el Foro Hill & Valley, celebrado esta semana en Washington, Mulchandani dejó claro que la agencia está persiguiendo agresivamente avances en inteligencia artificial (IA) para reforzar las capacidades ofensivas y defensivas, informa el Washington Times.

"Estamos tratando de transformar todas y cada una de las actividades de la agencia", declaró, subrayando la profundidad del compromiso de la CIA con la integración de la IA en sus operaciones básicas. El impulso de la agencia incluye el desarrollo de grandes modelos lingüísticos, sofisticados algoritmos que son la columna vertebral de las herramientas de IA generativa, con el objetivo de mejorar todo, desde las operaciones sobre el terreno hasta las funciones analíticas y de apoyo.

Este giro estratégico se produce en un momento en que se intensifica la rivalidad geopolítica con China. El PCCh ha expresado en repetidas ocasiones su ambición de dominar la esfera de la IA, lo que plantearía profundos retos e implicaciones para la dinámica de poder mundial. Mulchandani subrayó la necesidad de replantearse el concepto de esta competición como una "carrera", sugiriendo que considerarla como algo que tiene un final definitivo es un paso en falso. "Se trata de una carrera infinita. No se va a detener. Va a continuar", explicó, enmarcando el escenario como una lucha continua por la superioridad tecnológica.

Las implicaciones de este cambio son profundas. Si el despliegue de estas nuevas herramientas se extiende a la guerra, pondrá a prueba la posición de Estados Unidos en el terreno tecnológico, una situación que Mulchandani espera que nunca llegue a materializarse. Mulchandani predice que el próximo gran conflicto será "principalmente una guerra de software", impulsada por la IA, que cambiará la naturaleza de la guerra de depender del hardware a depender del software.

Las preocupaciones no son sólo teóricas. En la Stanford's Hoover Institution, Herbert Lin, de la Stanford Emerging Technology Review, destacó el cambio en el liderazgo tecnológico mundial, con Estados Unidos perdiendo su supremacía en ciertas áreas clave como la IA. Lin señaló la necesidad crítica de una sólida cantera de talentos y una visión estratégica, especialmente en campos como la biotecnología, para mantener la competitividad.

Además, la CIA desconfía especialmente de la vigilancia técnica ubicua (UTS) impulsada por la IA, que amenaza el secreto de las operaciones de inteligencia estadounidenses. En respuesta, la agencia está llevando a cabo un trabajo de infraestructura fundacional, que Mulchandani describió como el "trabajo de alcantarillado y fontanería" necesario para navegar por la revolución de la IA. Esto implica una adaptación constante a los rápidos cambios tecnológicos, garantizando que la CIA siga siendo ágil en sus tácticas tecnológicas.

"Hablamos de UTS, que es básicamente algo que nos está matando en el campo en términos de competitividad, ya sabes, biometría, cámaras de vídeo", dijo. "Otra de las grandes cuestiones que están estudiando es cómo darles la vuelta y continuar con esas operaciones ante la cantidad de inteligencia artificial que se nos echa encima. Así que, dirección por dirección, estamos repensando, remodelando cada parte de lo que la CIA necesita hacer de cara a utilizarla y desplegarla."

La urgencia de estas iniciativas encuentra eco en la petición gubernamental más amplia de colaboración desde Silicon Valley. El llamamiento del Presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a tecnólogos y capitalistas de riesgo en el foro para que guíen y ayuden al gobierno subraya el papel fundamental de las asociaciones público-privadas en la navegación por el laberinto tecnológico.

Mientras Estados Unidos y China prosiguen su implacable búsqueda del dominio tecnológico, la narrativa es clara: no se trata de una carrera de velocidad con una línea de meta, sino de un maratón sin fin, que define el futuro del poder mundial, la seguridad y la innovación tecnológica.

Big Mike ruega

No, no ese Big Mike... El Presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (republicano de Los Ángeles), que imploró a los tecnólogos y capitalistas de riesgo presentes en el foro que ayudaran al gobierno en todo lo que pudieran.

"No hay muchas industrias, ni muchos líderes y expertos, a los que pidamos abiertamente consejo, pero yo lo estoy haciendo hoy aquí", dijo Johnson."Porque muchas de las personas de buena voluntad que están aquí, que quieren hacer lo correcto, podrían utilizar algunos de sus consejos en el camino para asegurarse de que no pisamos ninguna mina terrestre que no vemos. Creo que ustedes tienen una visión mucho mejor que la nuestra".