Quedamos en un café de Moscú, y me lo encuentro leyendo. Luego me contará que fue la literatura de Tolstói, esa "Rusia imaginaria", la que, en buena parte, le atrajo y le agarró a este país. Pedimos un café y la conversación se alarga. Fuera hace frío.
Primera y obligada pregunta: ¿cómo ven los rusos lo que está pasando en Catalunya?
Están sorprendidísimos cuando ven por televisión las imágenes de las manifestaciones masivas en Barcelona que -al menos en lo que se refiere a la puesta en escena y al furor nacionalista- les recuerdan a las de la revolución naranja en Ucrania. Si hay un lugar que los rusos consideran el Paraíso en la Tierra es la Costa Brava y Barcelona. Una amiga rusa que tiene una nieta en Barcelona -y que estos días anda muy preocupada por ella- me decía el otro día: "¿Pero qué les falta?". A los rusos, que están curados de espanto de revoluciones, inestabilidad y separatismo, les desorienta que pase esto en España, un rincón del planeta donde les encantaría vivir.
Comentario: Aun así, los rumores propagandistas no cesan: Rusia insta a España a que presente pruebas de la supuesta injerencia de Moscú en Cataluña
Ahora entrando en la revolución de 1917: en los días que he pasado en Moscú me ha dado la sensación que el gobierno no daba casi relevancia al centenario. ¿Por qué?
He leído en algunos periódicos que el ejemplo de la revolución no les interesa, y que se intentan desmarcar por el riesgo de alentar otra revuelta similar. Y yo me pregunto: ¿a qué gobierno de qué país del mundo le interesa una revolución? Una revolución es sangrienta, trastoca el orden social, político, económico, moral... Es lógico que no se celebre más el 7 de noviembre -hasta 1991 fue la mayor fiesta nacional- ya que la Rusia de hoy es descaradamente poscomunista. Cuando mis amigos vienen a Moscú y me dicen que les interesa el tema soviético, que les enseñe 'cosas comunistas', les digo que han venido al país equivocado, y les compro un billete de metro para que vean los mosaicos de Lenin. En cualquier caso, los rusos mantienen una memoria histórica bastante menos histérica que, por ejemplo, España.
Comentario: A muchos les interesan las revoluciones, pero en nuestro mundo, suelen ser fuerzas extranjeras que se interesan en sembrar el caos en tierras ajenas. El caso de Ucrania es tan sólo un ejemplo, pero hay muchos más:
"Golpes exportados": EE.UU. y su papel en medio siglo de "revoluciones"
Medios chinos: EE.UU. exporta "revoluciones de colores" a Hong Kong
Putin luchando contra las "revoluciones de colores" como herramientas geopolíticas (Vídeo)
Vea también:
Comentario: Esto llega a establecer un precedente extremadamente peligroso. Los invitamos a ver: