Es necesario aprender la lección de las revoluciones de colores en otros países para no repetirlas, aseguró el presidente ruso, Vladímir Putin, durante su intervención ante el Consejo de Seguridad Ruso.

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"En el mundo actual el extremismo se utiliza como una herramienta geopolítica y de redistribución de las esferas de influencia. Nosotros vemos las consecuencias trágicas que ha traído la ola de las así llamadas 'revoluciones de colores', las turbulencias que han experimentado y que ahora están viviendo los pueblos en estos países donde se realizaron experimentos irresponsables de una latente injerencia externa en sus vidas", dijo el jefe de Estado durante una reunión del Consejo de Seguridad ruso.

Según el mandatario, "para nosotros es una lección y una advertencia. Tenemos la obligación de hacer todo lo necesario para que esto jamás ocurra en Rusia", agregó Putin.


El presidente además advirtió que la ideología del extremismo está tomando fuerza en el mundo virtual, y que por tanto la estrategia de lucha contra el extremismo debe ser un documento fundamental con base en el cual deberán trabajar todas las ramas del Estado.

"El proyecto de esta estrategia se ha elaborado teniendo en cuenta los retos a los que se enfrenta Rusia. Este documento está destinado para un uso a largo plazo y debe ser la base de todas las ramas y los niveles del Gobierno", dijo el jefe de Estado en la reunión del Consejo.

En su opinión, "una de las tareas más importantes es la creación de un ambiente de rechazo social, de fortalecimiento de la inmunidad de los civiles ante la propagación de ideas radicales y extremistas".