Nunca llueve a gusto de todos. Y más cuando lo que cae del cielo no es agua sino granizo. El final del mes de marzo y el inicio de este abril ha estado protagonizado, en su lado negativo, por una sucesión de tormentas que han dañado hasta ahora 2.192,99 hectáreas de cultivo en Extremadura.
Granizo caído en Feria el pasado día 1. La tormenta afectó a campos de olivos y almendros.
© HoyGranizo caído en Feria el pasado día 1. La tormenta afectó a campos de olivos y almendros.
Ese es el dato provisional ofrecido ayer por Agroseguro a HOY, aunque esa cifra se va a incrementar en los próximos días, no por la previsión de nuevos fenómenos tormentosos, algo descartado según los meteorólogos, sino porque todavía no han llegado todos los partes de siniestro por parte de los agricultores.

Las tormentas de diversa intensidad y repartidas casi por cualquier comarca extremeña, se iniciaron en el último fin de semana de marzo. En la primera semana de abril se recrudecieron en algunos puntos de la región como en Feria, Navalvillar de Pela, Castuera o Siruela. La consecuencia directa del pedrisco es que una parte relevante de los frutales han sido dañados. De hecho, de esas casi 2.200 hectáreas en las que el granizo ha hecho acto de presencia, 1.806,49 son de frutales, el 82,4% de total de la superficie siniestrada. La comarca más golpeada es las Vegas Altas del Guadiana.

Pendiente de valorar

«Es imposible cuantificar el posible daño. Todavía están los peritos haciendo una primera valoración y, en todo caso, el daño se va a valorar realmente cuando empiece la cosecha», aventura Jesús Cano, responsable de Agroseguro en Extremadura. Agroseguro es el sistema español de seguros agrarios formado por 22 compañías que se reparten los riesgos de las pólizas.

«Estábamos en la época del aclareo de los frutales. Realmente no se sabe cómo se han visto afectados. Me han contado casos diferentes en distintas parcelas. Lo que sí es cierto es que hubiera sido peor si el pedrisco cae a final de este mes o a principios de mayo», indica Miguel Ángel Gómez, gerente de la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex). «Es una lástima. Con lo bien que eran recibidas estas lluvias...», finaliza Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE.

El informe provisional de Agroseguro indica que agricultores y ganaderos de 34 términos municipales han enviado ya su parte de siniestro. Madrigalejo, Don Benito y Talarrubias, por este orden, son los que presentan más hectáreas en las que ha caído granizo. En Madrigalejo la cifra provisional de hectáreas son 518,06, todas de frutales; en Don Benito, 450,9, de las que 317,65 son de frutales, y en Talarrubias, 177,08, exclusivamente de cultivos frutícolas. Acedera (108 hectáreas), Villanueva de la Serena (90,36) y Medellín (con 78 hectáreas de frutales y 21,1 de frutos secos) completan el listado de municipios donde el pedrisco ha sido protagonista.

Desde Agroseguro se reseña que, hasta que el granizo se ha presentado, se aventuraba una excepcional campaña en el frutal. Tanto que algunos agricultores habían ampliado su línea de aseguramiento a través del llamado seguro complementario, que permite ampliar el número de kilos asegurados inicialmente al detectar una mayor producción. «Eso es así porque el cuajado y la maduración del fruto ha sido en este año muy buena», confirma Gómez.

Desde UPA-UCE se insiste en que Agroseguro debe rectificar su criterio a la hora de valorar los daños por sequía en pastos. «A pesar de las últimas lluvias, estamos en un año seco pero Agroseguro, según su fórmula, considera que en enero y febrero no ha habido sequía cuando es evidente que sí. Eso debe contemplarse en el seguro en pastos», explica Huertas.