Imagine que vive en la mejor democracia del mundo y usted tiene que nombrar a un estado totalitario; seguramente lo primero que vendrá a su mente será China. Imagine que tiene que señalar cuáles son los rasgos esenciales de esa pesadilla orwelliana. Seguramente usted mencionará el control total de la población, la vigilancia de lo que cada ciudadano dice y hace, la censura y el control de la información, la implantación de un estado donde los derechos están severamente cercenados, ... en fin, todas esas cosas de las que acusan a China.
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Ahora imagine cómo se sentiría si los gobernantes de ese supuesto paraíso de la libertad donde usted cree que vive sienten que están perdiendo la carrera económica y tecnológica contra ese estado tirano, y que consideran que la única manera de ganar esa competencia es tomar todos esos rasgos totalitarios e implantarlos en su sociedad perfecta pero con mayor intensidad. Por último imagine que todo esto no es sólo un ejercicio mental y que podría ser realidad en un futuro no muy lejano...
Acompáñenos este sábado en nuestra tertulia semanal donde estaremos analizando esta aterradora posibilidad.
Comentario: Con esto ya tiene algo en común con los oligarcas que frecuentan el Foro de Davos o con multimillonarios sin escrúpulos como George Soros: