Mientras la opinión pública se mantiene pendiente de las cifras de progresión del coronavirus, los poderes ejecutivos sufren una profunda reorganización en la que los altos funcionarios de la salud prevalecen momentáneamente sobre los políticos. Pero, en la sombra, banqueros y militares se preparan en espera de su turno para confiscar el poder.El 1º de febrero, el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, instruyó al general Terrence J. O’Shaughnessy el inicio de una serie de preparativos. El 13 de febrero, el general declaraba ante la Comisión del Senado para las fuerzas armadas que se han iniciado preparativos para el peor escenario posible. En caso de catástrofe sanitaria, el plan de “Continuidad del Gobierno” convertiría al general O’Shaughnessy en el próximo dictador de Estados Unidos –en el sentido que ese término tenía en la Antigüedad.
Supremacía de la lógica administrativa sobre la lógica políticaNumerosos gobiernos de los países industrializados han respondido a la epidemia de Covid-19 decretando el confinamiento de la población.
Esa estrategia no tiene nada que ver con la medicina, que nunca practicó el aislamiento de las personas sanas. Se trata en realidad de administrar los medios médicos para evitar un flujo masivo de enfermos que desbordaría los hospitales. Son pocos los países industrializados que, como Suecia, han rechazado esa visión administrativa ante la epidemia. Esos países han optado por una acción de carácter médico y no practican el confinamiento generalizado.
La primera enseñanza que nos deja lo que está sucediendo es, por consiguiente, que en los países desarrollados la lógica administrativa prevalece sobre la experiencia médica.
Sin embargo, aun careciendo de competencias médicas, no dudo que milenios de experiencia médica y sanitaria tienen que ser más eficaces contra una enfermedad que las "recetas" burocráticas.
En todo caso, la observación del fenómeno actual permite comprobar que Suecia cuenta sólo 10 muertos por millón de habitantes mientras que Italia ya registra 166 fallecidos por cada millón de habitantes. Por supuesto, esto es sólo el principio de la epidemia y se trata de dos países muy diferentes. Pero es probable que Italia tenga que enfrentar una segunda oleada de contaminación y también una tercera mientras que
Suecia ya habrá adquirido un nivel de inmunización colectiva y estará protegida.
Comentario: La insolidaridad que los miembros de la UE están mostrando ante los países miembros más afectados por el coronavirus, como Italia y España, podría abrir los ojos a muchos sobre la verdadera naturaleza psicopática de esta unión. Y mientras, los supuestos enemigos de Europa como China o Rusia se comportan de manera muy diferente: