Traducido por el equipo de SOTT.net en españolEn 2011 es cuando los agentes de la Orden Occidental tramaron su plan maligno, también conocido como el Nuevo Orden Mundial: la fabricación de las revoluciones de colores, la 'primavera árabe'. Uno de los objetivos de este proyecto concernía la destrucción de la soberana Libia. Los motivos eran múltiples, pero se debió principalmente a que el líder libio Muamar el Gadafi había puesto en marcha una moneda respaldada por el oro llamada dinar de oro para poder comercializar los recursos de Oriente Medio y África en los mercados mundiales, un proyecto financiero al que todos los países árabes y la mayoría de los países africanos se habían inscrito en 2011. No hace falta decir que el arranque exhaustivo de lo que este dinar prometía habría supuesto El Fin de los banqueros de papel higiénico al mando de la mayor parte del mundo con su petrodólar estadounidense.
ARMADA NACIONAL LIBIA, TRÍPOLI, LIMPIANDO LA OCUPACIÓN TERRORISTA
La premisa de "intervención humanitaria" a la que recurrían los portavoces de la Orden Occidental en 2011 se basaba en "la necesidad de proteger a los inocentes civiles libios de un régimen opresivo". Fue una mentira total y absoluta para fomentar la invasión y destrucción de Libia, de modo tal que "la cabeza de la serpiente" del dinar de oro quedara seccionada, retrasando así de paso la integración económica panafricana y panárabe una o más generaciones. Mientras tanto, los matones del 'Califato de ISIS' se burlaron del plan realista de Gadafi respecto a la divisa respaldada por el oro e
intentaron producir masivos "dinares de oro" al estilo de las antiguas monedas islámicas (aunque en realidad el dólar estadounidense era el único que aceptaban como pago).
Pongamos esto en perspectiva:
Una enorme fuerza invasora que profesa proteger al pueblo libio causa la muerte o desaparición de una sexta parte de la población que constaba de 6,5 millones de habitantes, mientras que otros
dos millones de libios se ven obligados a vivir en el exilio para preservar sus vidas. Toda su infraestructura, la cual según los estándares occidentales estaba altamente desarrollada, queda destruida con cientos de miles de bombas cayendo en su país. Sin más dilación, plantas de energía y de tratamiento de agua, hospitales, universidades, carreteras, áreas agrícolas, hogares, entre otros, fueron borrados de la faz de la Tierra. Económicamente, la destrucción de Libia supone una cifra del orden de billones de dólares. Según nuestras estimaciones, la fuerza de ocupación de unos 250.000 mercenarios terroristas que fueron traídos a Libia en 2011 por la CIA, el Mossad, el MI6 y lacayos, fue colocada en Libia por "especialistas militares" occidentales para poder disfrutar de un botín de violaciones y saqueos, perpetuando así la desestabilización del país durante una década. Dichas fuerzas de ocupación disfrutaron del apoyo total en cuanto a suministros de armas, dinero y entrenamiento en los últimos 8 años, cortesía de los Estados Unidos, la ONU, la OTAN, el Reino Unido, Italia, Francia, Arabia Saudita, Qatar e Israel.
Comentario: Si la designación de Miquel Iceta ya era mala, la de Manuel Cruz va en la misma dirección, la de fragmentar España. Sigue viento en popa el proyecto de federalizar España para que Bruselas centralice toda la soberanía nacional. Vea también: