El 3,4% de los brasileños considera positivo el Gobierno de Michel Temer, según una encuesta divulgada por la Confederación Nacional del Transporte y el Instituto MDA.
© Sott.netLa popularidad de Michel Temer sigue descendiendo...
"La evaluación del Gobierno del presidente Michel Temer es positiva para el 3,4% de los entrevistados, frente al 75,6% de evaluación negativa; para el 18% la evaluación es regular y el 3% no supo opinar", según los resultados de la encuesta de opinión.
Respecto a las perspectivas sobre el futuro inmediato
la mayoría se muestra pesimista, a pesar de que los miembros del Gobierno resaltan constantemente que Brasil ya dejó atrás la recesión.
Para el 36% de los encuestados el desempleo será igual en los próximos seis meses o empeorará (35,4%), frente al 25,7% que cree que se crearán más puestos de trabajo. También son mayoría los que piensan que la renta mensual, la sanidad pública y la educación se quedarán como están (53,2%, 40,3% y 43,6%, respectivamente).
Los que auguran un estancamiento siempre son mayoría y van seguidos de los que creen que las cosas empeorarán excepto en el ámbito de la seguridad pública; aquí la mayoría (45,7%) cree que todavía hay margen para que empeore la situación.
Respecto a las intenciones de voto de cara a las elecciones de 2018 el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) es el favorito del 20,2% de los encuestados, seguido del ultraderechista Jair Bolsonaro (10,9%).
Lula es el primero en todas las posibilidades presentadas de primer turno (todas las opciones son hipotéticas porque aún no hay candidaturas firmes) y también lo es en un supuesto segundo turno. En el escenario más probable Lula vencería a Bolsonaro por un 40,5% de los votos frente al 28,5 del diputado conservador.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) manifestó reiteradamente su voluntad de ser candidato, pero podría verse impedido de concurrir a las elecciones si la Justicia le condena en segunda instancia debido a un caso de corrupción relacionado con la Operación Lava Jato.
Respecto a esta investigación, que en los últimos años destapó el peor escándalo de corrupción en la historia del país, el 78,5% de los brasileños se muestra a favor y el 54% cree que está beneficiando a Brasil.
Comentario: ¿Cuán legítimo puede ser un gobierno cuyo presidente no fue elegido por el pueblo y encima goza de la aceptación de una porción ínfima de la sociedad? Michel Temer llegó a la presidencia de Brasil tras un golpe de estado encubierto a Dilma Rousseff. Apenas pisó el Palacio del Altiplano (casa de gobierno) le estallaron en la cara no menos de una decena de serios escándalos de corrupción que lo involucraron directamente. Aún así, por más ridículamente insólito que parezca, no ha sido llevado a juicio político porque cuenta con un blindaje conformado por el propio congreso y algunos integrantes del poder judicial. Esto sugiere que en ambos ámbitos hay funcionarios corruptos que se prestan a este juego deshonesto, ya sea por afinidad, o por el miedo a un "carpetazo" debido a que tienen las manos sucias.
En Brasil no existe legalidad institucional ni legitimidad democrática. El gobierno es rechazado por la mayoría de los ciudadanos, los tres poderes están podridos hasta la médula, y todas las políticas adoptadas por el ejecutivo y ratificadas por el legislativo van en dirección diametralmente opuestas a los intereses del pueblo.
El pueblo brasileño debe estar muy atento, porque cuando el orden institucional decae, las fuerzas de antaño que irrumpieron otrora en los procesos democráticos, siempre estarán al acecho dispuestas a capitalizar el caos.
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General brasileño amenaza con intervenir militarmente al Gobierno.
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