El Reino Unido se niega a cooperar con Rusia sobre el caso Skripal porque podría tener algo que ocultar, advirtió el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

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"Si (los británicos) no quieren cooperar, esto significa que tienen algo que ocultar; reiteramos nuestro llamamiento a Londres a entablar un diálogo constructivo para establecer la verdad", dijo en una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El canciller ruso explicó que, a pesar de que Moscú ha propuesto varias veces al Reino Unido llevar a cabo una investigación conjunta de los hechos ocurridos en la ciudad británica de Salisbury -como lo requieren varios convenios internacionales, incluida la Convención sobre las Armas Químicas-, Londres "se empeña en eludir".

Lavrov señaló la ingenuidad de la posición del Reino Unido sobre el tema, calificándola de infantil.

Durante su discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, la primera ministra británica, Theresa May, volvió a acusar a Rusia de desestabilizar el mundo y haber usado armas químicas en Salisbury.

"No hemos escuchado nada nuevo, no es la primera vez que Theresa May lanza estas acusaciones, y cada vez afirma altivamente que ellos tienen pruebas contundentes, pero nunca las presentan a nadie", subrayó el jefe de la diplomacia rusa.

A principios de marzo, Serguéi Skripal, exoficial de inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia fueron atacados con una sustancia de efecto neuroparalizante en la ciudad de Salisbury.

Nada más abierta la investigación, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento de los Skripal y afirmó que la sustancia implicada fue supuestamente desarrollada por Rusia.

El pasado 5 de septiembre, la Fiscalía británica imputó a dos nacionales de Rusia en relación con lo ocurrido en Salisbury, Alexandr Petrov y Ruslán Boshírov.

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, afirmó que los dos sospechosos son oficiales del servicio ruso de inteligencia militar GRU y probablemente usaron identidades falsas.