De acuerdo con una trayectoria pronosticada por los analistas del Laboratorio de Clima Espacial Goddard, la CME (Eyección de Masa Coronal) llegará a Venus durante las últimas horas del 18 de enero. Debido a que Venus no tiene campo magnético global que lo proteja, el impacto va a erosionar parte de su atmósfera, en especifico de las nubes del planeta.

Por otra parte, el mismo análisis muestra que la CME puede dar un golpe oblicuo al campo magnético de la Tierra alrededor de 12:00 UTC - Tiempo Universal Coordinado- el próximo 19 de enero del 2012. El impacto podría causar actividad geomagnética y auroras alrededor del Círculo Polar Ártico.

Una de las tantas profecías que existen sobre el 2012 y el fin del mundo apunta a que una gran tormenta solar devastará la Tierra.