ankara blast
La escena de la explosión de Ankara, el 13 de marzo.
El viernes 11 de marzo, la embajada de Estados Unidos en Turquía advirtió a los ciudadanos estadounidenses de un "potencial complot para atacar edificios gubernamentales y viviendas en Turquía" en el barrio Bahcelievler de Ankara. Ayer, un coche bomba estalló a pocos kilómetros de distancia, cerca de los Ministerios de Justicia y del Interior, un palacio de justicia, y la antigua oficina del primer ministro; lo que resultó en la muerte de 37 personas y 125 heridos. Los tribunales turcos bloquearon el acceso a los medios de comunicación social con el fin de evitar que se comparta material de vídeo y de cobertura de la escena. Esto se produce menos de un mes después de otro bombardeo en Ankara, en el que murieron 29 personas, y casi inmediatamente después de que se transmitiera una entrevista con el ministro de exteriores ruso, Sergey Lavrov, en la que dijo que Rusia tenía pruebas de que las tropas turcas habían cruzado la frontera con Siria, y que "ya se han atrincherado a varios cientos de metros de la frontera de Siria". Estos eventos ocurren en la víspera de la reanudación de las conversaciones de paz, en Ginebra, sobre la guerra en Siria, y el anuncio de Putin de que Rusia podría comenzar a retirar sus fuerzas de Siria.


Nadie se atribuyó la responsabilidad de la explosión. El portavoz del Congreso Nacional del Kurdistán, Selahattin Soro, afirmó que el PKK (Partido de Trabajadores del Kurdistán) no fue cómplice en el ataque, señalando que el PKK no ataca a la población civil - ataca a los que oprimen a la gente común - y añadió que el gobierno turco utilizaría este ataque como pretexto para interferir en los asuntos de los estados vecinos (es decir, Siria e Irak). Él estaba en lo cierto.

En lo que parece ser una copia exacta del libro de jugadas israelíes, en menos de 24 horas, el Ministerio del Interior turco anunció que darían el nombre de la "organización terrorista" responsable el día siguiente (hoy). Como era de esperar, nombraron al PKK, y bombarderos turcos procedieron a bombardear posiciones del PKK en el norte de Irak (donde hasta 2.000 soldados turcos permanecen desplegados ilegalmente). Erdogan, por su parte, prometió poner al terrorismo "de rodillas" y dijo que Turquía "nunca dejaría de usar su derecho a la autodefensa".

Un funcionario de seguridad anónimo de Turquía dijo a Reuters que el coche usado en el ataque había venido de Viransehir, en el sureste que es en gran medida kurdo. La misma fuente o una diferente sugirió que los explosivos utilizados fueron similares a los utilizados en el ataque anterior, el 17 de febrero. Recuerden que la responsabilidad de ese ataque fue reivindicada por los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), un oscuro grupo sin vínculos comprobados al PKK, y al que el PKK ha denunciado públicamente.
Bomb Blast Ankara
British culture [cultura británica] Como un telón de fondo muy oportuno para un atentado de falsa bandera atribuido a un pueblo oprimido que lucha por los derechos civiles.
Uno de los presuntos "terroristas" ha sido identificado como Seher Cagla Demir, una mujer miembro del PKK que había sido procesada por su pertenencia al PKK y por "difundir propaganda terrorista" (en otras palabras, contarle a la gente acerca de las acciones genocidas del ejército turco en ciudades kurdas, ¿tal vez?). Presuntamente, ella fue identificada a partir de trozos de partes de su cuerpo y huellas dactilares. El periódico de la opocisión Cumhuriyet negó los rumores de que Demir hubiera trabajado para ellos como periodista independiente. Ellos ni siquiera trabajan con profesionales independientes. El jefe del periódico, Ayse Sayin, amenazó con demandar a los que hacen las acusaciones, diciendo: "Ésta es una campaña de propaganda negra contra nuestro periódico". ¿A quién le gustaría ver ennegrecida la reputación del Cumhuriyet? Hay una respuesta sencilla: ¿Quiénes se sentían tan amenazados por su cobertura de la ayuda turca a ISIS y las realidades de la campaña militar contra los kurdos, que detuvieron a dos de sus periodistas por cargos de traición? El gobierno turco.

En su declaración sobre las detenciones y el estado de los cuerpos de los muertos, el primer ministro de Turquía, Davutoglu, dijo lo siguiente: "El estudio de ADN de los dos cuerpos restantes está en curso, pero hay completa certeza de que uno de ellos pertenece al atacante suicida, y el segundo, tal vez, a su cómplice". Según el Daily Sabah, el segundo sospechoso es un "ciudadano turco masculino relacionado a militantes kurdos". Sin embargo, el primer ministro adjunto de Turquía, Numan Kurtulmus, dice: "El hombre que podría haber sido su cómplice... aún no ha sido identificado. Insto a los periodistas a ser pacientes y esperar el resultado del examen médico forense".

Ahora vamos a pensar en esto. El gobierno de Erdogan no ha mantenido en secreto su odio por los kurdos en Turquía y Siria/Irak y sus demandas de un Kurdistán independiente, y necesita desesperadamente algo parecido a una justificación "moral" para continuar sus ataques brutales contra ellos. Entonces, como por arte de magia, una serie de bombas estallan en ciudades de Turquía, matando a muchos turcos inocentes, y el gobierno de Erdogan inmediatamente, y sin ninguna evidencia real, culpa al Partido de los Trabajadores Kurdos y la Milicia Kurda de Siria. Si esto no le parece muy sospechoso, puede ser que su cerebro esté muerto.

Por supuesto, todo esto es una absoluta insensatez, una historia enteramente fabricada y diseñada para servir a las intenciones perniciosas del gobierno de Erdogan contra los kurdos. Tengamos en cuenta que, en este relato, se nos pide que creamos que al costado de una calle pública concurrida en Ankara, con un amplio espacio para estacionar, a los presuntos atacantes les fue imposible aparcar el coche y detonarlo cuando ellos estaban a una distancia segura. Por supuesto que no, el viejo bulo israelí del "atacante suicida" simplemente debe ser utilizado para demonizar al enemigo elegido como "extremistas alocados que ni siquiera se preocupan por sus propias vidas". Como ha sido el caso con casi todos los supuestos "atacantes suicidas palestinos", la respuesta adecuada a esta afirmación absurda por el gobierno turco - que está siendo ignorantemente difundida por los medios occidentales - es "¿atacante suicida? ¡Sí, claro!"
Guven Park Ankara
Ataturk Blvd. Ankara, con el parque Guven a la derecha y el sitio del coche bomba de Erdogan.
Pero, por supuesto, el gobierno de Erdogan tiene toda la intención de continuar con la farsa. Las redadas "antiterroristas" en respuesta a los bombardeos han dado lugar a la detención oportunista de 79 personas (incluyendo 9 menores de edad), de los cuales sólo 11 fueron detenidos en relación con el ataque.

Aprovechando el factor de miedo y patrañas, la policía turca está en la búsqueda de 20 coches que "temen" que podrían se usados en nuevos ataques del PKK previstos para el 20 de marzo:
"El PKK y el Partido de la Unión Democrática Kurda de Siria quieren convertir a Turquía en un mar de sangre el 20 de marzo", supuestamente mediante la organización de una serie de ataques terroristas masivos, según el comunicado, citado por el diario [Cumhuriyet].
Hmm... ¡nos preguntamos cómo saben eso! Obviamente, Erdogan y sus gerentes en la inteligencia de Turquía (un equipo controlado en gran medida por la OTAN) quieren convertir a Turquía en un Estado fascista y totalitario, donde se reprimirá cualquier disidencia pública en contra de la deseada invasión de Siria (y posiblemente de Irak) por adelantado.

Afortunadamente, el primer vicepresidente del comité de seguridad y defensa de la Cámara Alta de Rusia, Franz Klintsevich, dio una explicación mucho más razonable acerca de cuál fue el objetivo del bombardeo: Turquía está siendo "provocada" para que prosiga una invasión militar de Siria:
"La razón de ser de los organizadores es bastante evidente. Aparentemente cuentan con que el ataque en el centro de la capital, no el primero, haga estallar la situación en la región; Turquía, literalmente, está siendo empujada a intervenir militarmente en Siria", dijo a los periodistas, según lo cita RIA Novosti.
Así, como es habitual en este tipo de ataques terroristas, la pregunta, "¿quién se beneficia de este atentado?" tiene una respuesta ridículamente obvia. Los kurdos estarán esperando con nerviosismo otra ronda de masacres a manos de las fuerzas turcas. Erdogan y Co. estarán mirando esa masacre con alegría desde sus televisores de pantalla grande, y los EE.UU. estarán brindando por Turquía, el mejor apoderado desechable encargado de crear el caos en la región que podrían haber esperado.