Traducido por el equipo de editores de Sott.net en español

No pasó mucho tiempo antes de que la historia de una valiente operación para prevenir un asesinato ruso en Kiev que simulaba la muerte de un periodista comenzara a desenmarañarse y a revelar un crudo truco publicitario.
Arkady Babchenko
© Valentyn Ogirenko / ReutersEl periodista disidente ruso Arkady Babchenko (derecha) sostiene su propio retrato conmemorativo en Kiev, Ucrania, el 31 de mayo de 2018.
El miércoles, el SBU del Servicio de Seguridad Nacional de Ucrania conmocionó al mundo al revelar que había escenificado el asesinato del periodista ruso Arkady Babchenko. El servicio afirmó que esto había sido necesario con el fin de frustrar una verdadera trama a gran escala dirigida contra Ucrania y planeada por el Kremlin. Ya para el jueves, el efecto de sobresalto había desaparecido y los comentaristas empezaron a desmontar la historia que les habían contado.

Según las fuerzas de seguridad ucranianas, el mayor logro inmediato para el SBU en el caso fue el arresto de un empresario ucraniano identificado como "G". Se le acusa de haber organizado el atentado contra Babchenko en nombre de la inteligencia rusa. Él contrató a un hombre, que en realidad era un informante del SBU, y le pagó 30.000 dólares para matar a Babchenko, según cuenta la historia. El SBU publicó imágenes de la detención, así como un vídeo grabado por una cámara oculta, que mostraba cómo ocurría la transacción.

La narrativa oficial afirma que el asesinato fue concebido como un simulacro de un complot mayor, que tendría como objetivo a unas 30 figuras públicas prominentes en Ucrania. Se suponía que "G" compraría 300 rifles de asalto Kalashnikov, municiones y montaría varios depósitos de armas en Ucrania central, según el SBU.

El sospechoso fue identificado posteriormente por un tribunal ucraniano como Boris German. Según su perfil público, tiene 50 años, algunos antecedentes militares y está interesado en las armas de fuego. También es hijo de un destacado empresario ucraniano, Lev German, y es propietario de varias empresas en el país.


Comentario: German es un traficante de armas, director de una fábrica de armas ucraniano-alemana (Schmeisser), la "única empresa no estatal de producción de armas" en Ucrania. Suministraron armas a los neonazis en la operación "ATO" de Kiev contra Donbass. Su firma tiene una larga relación con el gobierno de Kiev. Él es cualquier cosa menos prorruso. De hecho, afirma que estaba actuando como agente encubierto de contrainteligencia para la inteligencia ucraniana. Parece que todo esto fue planeado para robarle la compañía a German.


Hay poca información oficial sobre el caso. Pero algunos medios de comunicación ucranianos recurrieron a sus fuentes y desenterraron algunos detalles interesantes, aunque aún no han sido confirmados.

Según ukranews.com, los investigadores negociaron un acuerdo con German, ofreciéndole clemencia a cambio de testificar contra una persona que no fue nombrada por los funcionarios. La fuente dijo que él rechazó la oferta y también dijo que el hombre de negocios se dedica a la adquisición de armas para el ejército ucraniano.

Strana.ua dijo que su fuente confirmó que German tenía conexiones en el sector armamentístico. También añadió que, al parecer, había sido engañado por las fuerzas del orden ucranianas, que le ofrecieron participar en una operación encubierta.

"Fue un montaje evidente, una provocación. Ahora el hombre que acudió a él con la sugerencia ha desaparecido y el SBU afirma que estaba trabajando para la inteligencia rusa, pero no tienen ninguna evidencia clara que lo pruebe", dice la fuente.

El abogado Andrey Smirnov, radicado en Kiev, dijo que el aparente agente provocador estaba trabajando para el departamento de contrainteligencia del SBU.

Todos estos informes están lejos de refutar la historia, por supuesto, pero son bastante reveladores. Sobre todo teniendo en cuenta que la historia en sí está llena de inconsistencias y descuidos desde el principio. El cuerpo de Babchenko empapado en sangre de cerdo en la foto publicada después de su "asesinato" contradecía los informes de que murió en una ambulancia de camino al hospital.

La "operación especial" para escenificar su muerte fue declarada altamente secreta. El periodista incluso pidió públicamente disculpas a su familia por el dolor que había causado al aceptar participar en ella. Pero Vasil Gritsak, el jefe del SBU, dijo que la familia fue advertida de antemano. Y Anton Gerashchenko confirmó en una entrevista que sabía que Babchenko estaba vivo y bien cuando publicó sus arrogantes acusaciones de que Rusia había matado al hombre.

Otro pequeño detalle. El material publicado por el SBU deja claro que G pagó toda la suma de 30.000 dólares al falso asesino antes de hacer su "intento" de matar a Babchenko. ¿Cuál era entonces el propósito de este espectáculo altamente público sobre su presunto asesinato, si no fue el de obtener un registro para que el "asesino" reportara su éxito a G y consiguiera así el pago final por el mismo?

La respuesta puede ser muy sencilla: toda la operación se llevó a cabo en aras de crear mala publicidad para Rusia y buena publicidad para el SBU. Babchenko dijo que se suponía que su muerte escenificada estaría sincronizada con el partido final de la Liga de Campeones de la UEFA, celebrada en Kiev el sábado pasado.

"De hecho, hubo otros atentados terroristas, probablemente más graves y de mayor envergadura, que se estaban organizando con la máxima seriedad", explicó. "Por eso hace una semana ellos dijeron en Rusia que algunos terroristas de ISIS en Kiev estaban planeando atentados antes de la Liga de Campeones. Supongo que se suponía que era yo".

Sí, "ellos" dijeron eso. Excepto que "ellos" eran The Sun y el Daily Star. ¡Oh, esos rusos, qué nefastos parecen ser!