Expertos advierten que en muchos municipios puede ocurrir lo que pasa en la ciudad de Flint, donde el suministro de agua no es apto para el consumo debido a sus altos niveles de metales.

Estados Unidos presencia un silencioso problema con las redes de agua potable. Lo cierto es que el caso de contaminación del agua en la ciudad de Flint, en el estado de Michigan, parece ser solo la punta del iceberg de una situación que puede tener graves consecuencias en un mediano plazo si no se toman medidas urgentes, indica Inside the World.
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© Imagen ilustrativa / Pixbay.com

"Se trata de un problema a nivel nacional", indica Mae Wu, abogada del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés). Según sostiene, el problema que sufre la ciudad de Flint no es un algo aislado. Estados Unidos se enfrenta a un problema "nacional" debido principalmente a la antigüedad de su infraestructura de redes de suministro de agua.


Comentario: Pero en Estados Unidos no se invierte el dinero de los contribuyentes en mejorar la vida de los mismos. Todo este dinero se invierte en guerras que van a enriquecer a los ya ostentosamente ricos.


Flint, ciudad donde el agua de las redes no es apta para el consumo, es un ejemplo de lo que puede suceder en todo el país, según indican los expertos. Esto se debe a la desidia en la renovación de tuberías de un sistema de cañerías que, en muchos casos, tiene más de un siglo.

Algunas de las redes de suministro de agua en Flint fueron instaladas entre los años 1901 y 1920, al igual que en muchos otros municipios de los EE.UU., por lo que las tuberías construidas en plomo contribuyen a la contaminación del agua, con efectos graves para la salud ya que el agua tiene altos niveles de metales pesados.

Entre 6.000 y 12.000 niños han consumido el agua potable con altos niveles de plomo en Flint, abriendo la puerta a enfermedades relacionadas al envenenamiento por este metal, que en altas dosis puede causar la muerte.

Recientemente, el presidente estadounidense Barack Obama visitó la ciudad de Flint. El mandatario intentó convencer a los residentes de que el agua filtrada es segura para el consumo humano al tomar un trago de un vaso de agua públicamente. De acuerdo con Obama, la reparación del sistema de suministro de agua "podría demandar un año, dos años o más".