Psicólogos de la Universidad de Brunel, en Londres (Reino Unido), han concluido que existe una relación entre la publicación de las 'selfies' que algunas personas se sacan en el gimnasio o los 'posts' sobre nuestra dieta y el narcisismo, informa el periódico 'Metro'.
Comentario: Aunque no hace falta un estudio para determinar esto. Una simple observación nos demostraría que las personas que solo saben mirarse a sí mismos son las que no tienen nada más que compartir que su reflejo.
De acuerdo con los investigadores, este tipo de fotos no solo reflejan que ciertas personas se preocupan por su cuerpo, sino también que se jactan de ello. El estudio ha demostrado que los narcisistas publican sus logros en Facebook con más frecuencia que otros usuarios en busca de la admiración de sus amigos y seguidores en la red social.
Tara Marshall, quien dirigió la investigación, ha señalado que el estudio también permitió descubrir que los 'me gusta' que los demás usuarios le dan a este tipo de publicaciones pueden ser simplemente una señal de cortesía.
"Aunque nuestros resultados sugieren que las fanfarronadas de los narcisistas tienen su recompensa porque reciben más 'me gusta' y comentarios a su actualización de estatus, es posible que los amigos de estas personas les apoyen por educación mientras que en realidad les desagradan estas manifestaciones de egoísmo", señaló la investigadora.
Comentario: De cierta manera todo lo que compartimos en las redes sociales es un "selfie", es una imagen instantánea de lo que somos, lo que nos interesa, lo que admiramos y nos parece gracioso. Internet es una vasta red de acceso global para el mundo entero y de esta manera, tal y como lo hacemos en la vida fuera de la red, le otorgamos al mundo lo que somos constantemente.
Tristemente, el acceso global se ha convertido en la creación de pedestales para nuestro aspecto físico y superficial. Las redes sociales están invadidas de estos frágiles pedestales y en esencia empezamos a interactuar con el mundo como si éste sirviese a nuestros deseos.
Tal vez una analogía adecuada sea que se nos otorga un telescopio para observar el universo entero y solo podemos ver nuestro reflejo en el lente. Lo convertimos en un espejito de cartera. Y lo peor es que es una característica que traspasamos a nuestra dependencia. Los invitamos a ver: