María José Pintor / Agustín Millán
Diario 16vie, 06 oct 2017 17:37 UTC
Los aires independentistas de la Generalitat podrían verse truncados por la posible decisión de que las principales entidades financieras de Cataluña lleven su sede social fuera de esta comunidad.
© María José Pintor / Agustín Millán
Ni las presiones del Estado con todo su aparato legal,
ni la dura intervención de la Casa Real,
han causado mella en la decisión de independizarse de España por parte de la Generalitat y de los partidos que gobiernan esta institución.Sin embargo, si de algo han entendido siempre los catalanes es de salvaguardar su estabilidad económica y su crecimiento. Por ello, es probable que
las aspiraciones soberanistas puedan verse afectadas ante la decisión de llevar sus sedes a otras comunidades por parte del Sabadell y Caixa Bank.
Europa Press ha informado esta mañana que el consejo de administración del banco Sabadell ha convocado una reunión extraordinaria esta misma tarde para valorar el cambio del domicilio social de la entidad. Fuentes del Sabadell a esta misma agencia han explicado que
el objetivo del cambio de sede social sería garantizar la seguridad jurídica que proporciona el marco regulatorio del Banco Central Europeo (BCE).De este modo el banco se adelantaría a la celebración del Pleno del parlamente del próximo lunes, en el que se podría aprobar la declaración unilateral de independencia de Cataluña.
Comentario: Vemos aquí una clara diferencia entre el poder político catalán apostando fuertemente por la independencia y el poder económico catalán posicionándose contra las aspiraciones soberanistas, al parecer, por tanto:
"Si los intereses de la casta política catalana consisten en favorecer la agitación en favor de la "independencia" para mantenerse en la poltrona, y los de la oligarquía catalana son contrarios a la "independencia", ¿qué se pretende conseguir? [...]
En resumen, un pacto fiscal que permita a Cataluña disfrutar de los privilegios de un régimen similar al vasco y navarro, que no es otra cosa que favorecer a las regiones más ricas a costa de las más pobres, impidiendo la redistribución de la riqueza para imponer un modelo neoliberal que blinda los intereses de unas regiones frente a otras. [...]
En resumidas cuentas, el objetivo de la oligarquía catalana consiste en recuperar el Pacto Fiscal pactado con Zapatero en 2011 (el año del 15-M, no lo olvidemos), que fue rechazado por el resto de la oligarquía española.
Para romper este rechazo, protegido por la Constitución, es necesario forzar una reforma de la estructura del Estado que alcance a la Carta Magna. Y es aquí donde coje sentido lo que está haciendo la aparentemente enloquecida clase política catalana: crear una situación límite, negándose a negociar, para lograr que el resto de la oligarquía ceda y acepte negociar. [...]
El "Procés" empezó en realidad como reacción al 15-M, que amenazó el "oasis catalán" que había creado Pujol, y que no era otra cosa que un desierto social sometido al control político de un nacionalismo que lleva en el poder más tiempo que Franco.
La movilización en Cataluña en torno al 15-M y el famoso bloqueo del Parlament que obligó a la casta política a utilizar helicópteros para poder entrar en el edificio dio lugar a una reacción de temor en las élites nacionalistas. Si no reaccionaban, la "cuestión nacional" con la que siempre habían cubierto sus vergüenzas, del caso Banca Catalana al 3%, podría ser sustituida por la cuestión social. [...]
El movimiento nacionalista impulsado en Cataluña desde el Govern ha sido el instrumento perfecto para abrir la puerta a la renovación del R78 en torno a un eje identitario sin el menor contenido social; ha logrado transformar las manifestaciones de los indignados del 15-M que rechazaban la corrupción del Govern y la mafia del 3% en performances de adhesión identitarias sin el menor contenido reivindicativo de caracter social; ha logrado desactivar a Podemos, que como heredero del 15-M parecía estar predestinado a se su principal oponente y, lo más importante de todo, ha logrado eliminar del debate político la catastrófica pérdida de poder adquisitivo de la población (sobre todo la catalana) debido a los recortes tras la crisis financiera, facilitando la puesta en marcha de los que se aproximan."
Lea el artículo completo: Cataluña y España: lucha de élites para renovar el Régimen del 78 sin el menor contenido social
Comentario: Vemos aquí una clara diferencia entre el poder político catalán apostando fuertemente por la independencia y el poder económico catalán posicionándose contra las aspiraciones soberanistas, al parecer, por tanto: